sábado, 28 de diciembre de 2013

LA META






LA META
 (Fragmento del artículo de 1918 
Vislumbres del Enigma)

     La casa recia, de ladrillo, hecha como para burlarse del tiempo; dentro de la casa los muebles, fuertes, duros, tan eternos como la casa; y fuera de la casa el esfuerzo continuo, perseverante, para conquistarnos posiciones tan sólidas, tan altas, que duren siglos. Hemos trabajado hasta reventar por lo externo, por la casa, por los muebles, por la posición, pero nada hemos hecho por nosotros. Nuestra curiosidad, nuestra gran curiosidad ante el espectáculo del mundo se quedó insaciada, nuestros afectos durmieron, nuestras células cerebrales no vibraron... y el moho nos consumió y todo nuestro mecanismo quedó, por la inacción, atrofiado y perdido en sus órganos más nobles y esenciales, tales como el corazón y el cerebro. Es como si un pájaro, por obstinarse en hacerse de un seguro e indestructible asilo, se pasase la vida en la tarea de construirlo. Habría nido, quizás, algún día, pero el pájaro, por no haber volado, por no haber trinado, por no haber amado, por no haber respondido a sus instintos, estaría ya atrofiado e insensibilizado de tal modo que más que para el nido serviría para el reposo de la muerte.
     Librémonos del fardo pesadísimo de preocupaciones que arropan y sofocan nuestra verdadera alma; y ya hechos a mirarnos a nosotros mismos como a simples caminantes, marchemos sin miedo, sin cojernos pena, alegremente, con los ojos tan abiertos, tan llenos de curiosa simpatía hacia las cosas que contemplan, como los de una tropa de soldados jóvenes y sanos que, sabedora de que marcha al encuentro de una muerte cierta en las garras de un enemigo diez veces superior, pone en su mirada la cálida fulguración que es a la vez saludo y despedida.





VOCABULARIO





  1.Recia= Fuerte.
   
  2.Perseverante= Que se mantiene constante en continuar lo empezado.
 
  3.Reventar= Fatigarse mucho con exceso de trabajo.
 
  4.Curiosidad= Inquietud por saber o averiguar lo ignorado.

  5.Insaciada= Que no está satisfecha o complacida.
  
  6.Atrofiado= Empequeñecido, reducido, sin desarrollo.

  7.Fardo= Impedimento.

  8.Curiosa simpatía= Deseo de saber alguna cosa con inclinación de agrado.






martes, 24 de diciembre de 2013

EL YUGO DE LA RESPETABILIDAD






EL YUGO DE LA RESPETABILIDAD
(Fragmento del artículo La Seriedad de mi Tío)

     Desdichado del hombre que no sepa pasar de cuando en cuando con gesto desdeñoso ante las magnas cosas que el mundo venera para irse a entusiasmar con una bagatela.
     Desdichado de aquel que no haya aprendido a dislocar su espíritu descendiendo alguna vez de un salto desde la cumbre al llano, desde lo grande a lo pequeño, desde los graves y trascendentales pensamientos hasta las cosas menudas y frívolas.
     Desdichados los hombres que a fuerza de ser serios se han trocado en momias.
     Yo tenía un tío que era conocido y respetado de todo el mundo por una férrea, extraordinaria, inmensa seriedad que daba miedo. Sus palabras, su estilo, sus pasos, su gesto, su ropa, su barba, sus actos todos, tenían como un sello de terrible austeridad que imprimía a la persona de mi tío la apariencia majestuosa e imponente de un convento, de una catedral.
     Para que nada faltase a la seriedad inmensa de mi tío, se llamaba Don Bruno y era alcalde.
     Una tarde Don Bruno me encontró por la calle correteando, y agarrándome de un brazo se fue a sentar, caminando con su andar pausado de siempre, a un banco de la plaza. Una vez allí, me hizo sentar a su lado, y callamos los dos por largo rato.
     Medio muerto de miedo, oigo sonar de pronto a mi lado el trueno pavoroso de la voz sepulcral de mi tío. --Dijo Don Bruno: “fíjate, niño, y dime si a través de la barba percibes bien el alfiler de mi corbata”. Yo contesté que sí con voz humilde, y un momento después Don Bruno volvió a hablar para decirme:
     “Te sorprende mucho-- ¿no es verdad? --que te haya preguntado cosa tan baladí; pero para que aprendas en no fijarte mucho de apariencias, te voy a abrir el corazón, revelándote un secreto que nadie conoce. A pesar de esta rígida,  eterna seriedad que todo el mundo me atribuye, y en la cual yo mismo tuve la candidez de creer por largo tiempo, es el caso, hijo mío, que la mayor parte de las veces, cuando salgo a la calle y marcho lentamente con el ceño arrugado, como dándole vueltas en el magín a embrollados y enormes pensamientos, o no voy pensando nada, o voy preguntándome a mí mismo si llevaré bien puesta la corbata, o si el primer transeúnte que me salga al paso sabrá admirar la imponente majestad de mi entrecejo y de mi andar solemne. Y cuando más preocupado me cree la gente al verme pasar con la frente inclinada, yo voy mirando complacido el brillo juguetón de las puntas de charol de mis zapatos. No te fíes, sobrino, no te fíes de la rígida seriedad de las personas graves. Aquella zapateta que le pedía el cuerpo a Don Quijote en un escondrijo de Sierra Morena, como para desentumecer su cuerpo y emanciparlo un momento de su incómoda pose caballeresca, a mí también, a mí también hace ya largo tiempo que me va haciendo falta....
     Yo te digo, sobrino del alma, que si en lugar de hallarnos en la plaza del pueblo y a la vista de todos, estuviéramos en despoblado, ahora mismo rodábamos los dos por la yerba, y nos pondríamos a jugar con tierra, y a ensayar mil saltos, y dos mil volteretas.... Ríete, sobrino de los hombres serios; es decir, no te rías: compadécelos.... No hay cadena más dura, ni dogal más terrible, ni un azote más cruel que el respeto de los demás hombres.... Más que del peligro de la embriaguez, o el del juego y todos los demás vicios juntos, huye y apártate con horror del peligro de ser respetable. Antes de verte respetable, ahórcate. No te digo más”.
     Calló mi tío, dejamos el banco, yo crecí, el murió y todavía, cada vez que me echo a la cara un gran personaje empingorotado, todo majestad y tiesura, me dan unas ganas atroces de irme derecho hacia él y soltarle a quemarropa estas palabras: “amigo mío, comprendo la inmensidad de la carga de su aburrimiento, y me asocio a su pena, pero no veo más remedio para usted que el suicidio. Si no tiene usted valor para emanciparse del yugo de su respetabilidad dando, a la vista de todo el mundo, unos cuantos saltos y volteretas para curarse esa terrible anquilosis espiritual que padece, comprenderá usted que le hago un bien recomendándole el veneno o la horca”....





VOCABULARIO





  1-Desdeñoso= Que manifiesta indiferencia.
  
  2-Bagatela= Cosa de poca importancia o valor.
  
  3-Dislocar= Sacar una cosa de su lugar.
  
  4-Menudas= De poca importancia.

  5-Frívolas= De poca monta (valor intrínseco).

  6-Trocado= Cambiado, mudado, variado.

  7-Momias= Personas con apariencias de cadáveres desecados.

  8-Férrea= Que es de hierro o tiene su apariencia. Dura, tenaz.

  9-Sello= Carácter distintivo comunicado a alguna cosa.

10-Austeridad= Calidad de severo, rígido.

11-Imprimía= Que fijaba en el ánimo algún afecto o idea.
 
12-Baladí= De poca importancia.

13-Rígida= Rigurosa, severa.

14-Candidez= Ingenuidad, candor, credulidad.

15-Magín= Cabeza, caletre, mollera.

16-Embrollados= Enredados, confusos.

17-Charol= Cuero con barniz muy lustroso y permanente.

18-Zapateta= Golpe que se da en el pie o zapato, brincando al mismo tiempo alegremente.
 
19-Dogal= Impedimento, traba, estorbo.

20-Azote= Aflicción, calamidad, infortunio, desgracia.

21-Me echo a la cara= Que se encuentra con alguien.

22-Empingorotado= Dícese de la persona engreída por su elevada posición social.

23-Tiesura= Gravedad excesiva o afectada (fingida).

24-Soltarle a quemarropa= De forma brusca, sin rodeos.
                         
38-Anquilosis= Disminución o imposibilidad de movimiento.







viernes, 20 de diciembre de 2013

CARTA DE AUTOPRESENTACION A LA CIUDAD DE CARACAS






CARTA DE AUTOPRESENTACION  A LA CIUDAD DE CARACAS 
(Fragmento del artículo publicado en 1918)
      



      "Caracas, señora, tenga usted la bondad. La bondad de oirme estas dos palabras que le quiero decir".
     Soy un hombre de gustos difíciles porque soy un hombre de gustos intensos, casi voraces; pero me gusta usted. Me gusta usted, señora, por su clima, por su aire, que es como de seda, como de bálsamo, como de pulpa dulce de boca de mujer; por sus montes empenachados de bruma, de donde fluye, suave y melancólica, perenne onda de olvido, de quimera y de contemplación; por sus campos, tan suntuosos de frondosidad y de color, por sus casas bonitas, románticamente techadas de tejas; por sus caravanas de humildes y sosegados burritos, que pasan por sus calles como cumpliendo un rito nuevo -de bondad, de ironía y de perdón universal-, instituído por Anatole France; y, para abreviar, por muchas cosas más, entre las cuales no quiero ni puedo callar la fabla musical y los ojos matones de los venezolanas. ¿Qué demonios tienen, señora, esos ojos, para mirar así, con esas lumbraradas brujas que hablan a un tiempo mismo de austeridad y de dulzura, de suma ingenuidad y de comprensión suma?
     Y ahora, señora, oiga un poquito más la voz, la voz humilde de este hombresito gordo, y calvo, y un tanto estrafalario que la visita a usted.
     Vengo de Puerto Rico, donde he sido abogado por más de doce años. Allí estaba una tarde, solo ante mi pupitre, con mis papeles y mis pensamientos, cuando me dio de pronto en la cara una racha violenta de viento del mar y en aquella racha bebí no sé qué esencias, no sé qué efluvios raros de un nuevo plano, de una vida nueva. Sentí que por mis nervios y por mis huesos corría con más furia que nunca el afán viejo en mí, de no estancarme en la rutina sórdida del tonto gana-pierde de los papelotes y de los tribunales, y de ensayar al fin el atrevido salto que salvase mi alma del estancamiento de aquella rutina y que la devolviese al aire libre y al vaivén del azar. Yo no nací para abogado, si es que hay gentes que nacen para abogados... que yo creo que sí. Como abogado, mi opinión personalísima es que yo era uno de tantos. Las cuestiones de derecho, ni me entusiasmaban ni me preocupaban. Por encima de ellas me preocupaban y me entusiasmaban otras cosas; esas variadas, infinitas cosas que le arañan los nervios al poeta, al músico, al bandido, al santo, al financiero, al pintor, al filósofo, a todos los que viven el drama universal. La vida -la verdadera, la grande, la eterna- no la de ayer, ni la de mañana, sino la de hoy, la de ahora: la del viejo, del niño; del rico, del pobre; de la mujer, del hombre; y hasta del animal y la hoja; la vida mugriente, escuálida, haraposa, llagada y asqueante del trabajador, y la vida lozana, opulenta, ruidosa, gentil y radiante del parásito social: todo, en fin, lo que compone el anhelar y el zumbido de la colmena humana, me exaltaba, me embriagaba, me azotaba, me crispaba... me echaba del bufete. Y salté sobre mí mismo, cerré mi bufete, dije adiós, oí y desdeñé sanos y sapientes consejos, eché a andar... Y aquí estoy.
     Y esto es lo que yo quiero ahora que usted oiga, mi señora Caracas, muy serenamente. No vengo a enseñar, ni a deleitar, ni a sorprender, ni a pedantear, ni a currutaquear. Vengo a vivirla, vengo a exprimirla a usted -con sus hombres, con su panorama físico y moral- dentro de mi espíritu; y a exprimirme yo -con mis ansias, con mis dudas, con mis afirmaciones y negaciones, con mi borrachera de vida y mis visiones de poeta y filósofo a mi modo-; a exprimirme todo dentro de su grande y fina, pero un poco adormilada alma de usted.
     Usted me gusta mucho, pero no le oculto que creo, que espero, que yo le he de gustar mucho a usted también. ¿Y sabe usted por qué? Pues precisamente porque no le he de hablar de ninguno de los manoseados problemas de usted, ni tampoco de esas narcotizantes cosas relamidas y recalentadas de mero interés literario. Le he de hablar a usted del más acá y del más allá, del dolor y de la alegría, del tedio y del trabajo... De esas mil cosas que nos interesan y nos preocupan casi hasta el espanto y la locura, y que, por eso mismo, como para quitarles importancia, para engañarnos a nosotros mismos acerca de su inminencia y de su gravedad, hemos convenido en no mentar. Pero creo, señora, que, sobre todo, he de gustarle a usted porque le presentaré por vez primera, el caso de un orador sin oratoria, sin erudición, sin corrección, sin gramática, sin períodos brillantes melodramáticamente declamados, sin nada en suma de lo que se le supone a un orador o conferencista. Mi arte, mi secreto consiste en eso: en hablar con la suprema sencillez con que hablaría un salvaje, o un árbol, o una piedra; pues de la única cualidad sobresaliente que presumo, es de la falta absoluta de todo lo que pudiera hacer de mí eso que el vulgo llama “un artista de la palabra” o siquiera un “hombre de cultura”. No he leído casi nada: cuatro libros, y ninguno de ellos me interesó: dos, por estar conformes en un todo conmigo, y los otros dos, por no despertar en mí ningún resorte nuevo de curiosidad.  Si no teniendo nada de orador, ni de culto, ni de brillante, me lanzo a invitarla a que me escuche y a confiar en gustarle, no es sino porque soy un predicador, un sermoneador, un machacador de ilusiones, fantasmas y supersticiones, y sé perfectamente que a un sacerdote laico, como yo, enfervorecido de un místico y arrebatado amor a la vida y afanoso de desnudar su pensamiento, jamás, jamás, señora, lo ha oído usted, con esta voz, voz humilde, de este hombresito gordo y calvo y un tanto estrafalario....






VOCABULARIO






  1.Bálsamo= Alivio, sosiego, consuelo.

  2.Empenachados= Con la cima adornada.
 
  3.Quimera= Ilusión, fantasía, ensueño.

  4.Suntuosos= Magníficos, grandiosos, soberbios.
     
 5.Anatole France= Seudónimo de Jacques A. Thibault (1844-1924)= Novelista, ensayista, crítico y fino humorista francés. Premio Nobel de Literatura de 1921. Se le ha llamado "príncipe de los prosistas franceses contemporáneos".

6.Fabla= En español antiguo significa confabulación.

 7.Lumbraradas= Cantidad muy grande de luz.

  8.Austeridad=  Severidad, rigor, seriedad.

  9.Estrafalario= Desaliñado en el vestido o en el porte.

10.Efluvios= Emanación o irradiación en lo inmaterial.

11.Rutina= Hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarlas.

12.Escuálida= Consumida, macilenta, mustia.

13.Llagada= Con daño o infortunio que causa pena y pesadumbre.

14.Ruidosa= Aplícase a aquello de que se habla mucho.

15.Parásito social= Persona que vive a costa ajena.

16.Embriagaba= Que le perturbaba el ánimo.
  
17.Desdeñé= Que despreció o que tuvo a menos.
  
18.Sanos= Sinceros, de buena intención.

19.Pedantear= Hacer inoportuno y vano alarde de erudición.
                    
20.Currutaquear= Dícese de la conducta hipócrita o disimulada.

21.Narcotizantes= Que producen adormecimiento.
  
22.Relamidas= Afectadas, demasiado pulcras.

23.Recalentadas= Llevadas y traídas repetidamente.

24.Enfervorecido= Con fervor y celo ardiente.

25.Arrebatado= Conmovido poderosamente por la excitación de una pasión o afecto.








lunes, 16 de diciembre de 2013

BONACHONAMENTE






BONACHONAMENTE
(Artículo de 1916) 


     Frente a las calmas o tormentas de la vida, no concibo sino dos actitudes definitivas. O la del hombre de acción que, estremecido siempre de amor o de furor, se embravece ante cada obstáculo, contrariedad u ofensa, y relincha, y se encabrita, y patea y muerde; o la del hombre de reflexión que, ante el escenario donde se desarrolla la farsa suya y la de los demás, se aparta hacia un rincón y se cruza de brazos melancólicamente, y medita, y compara, y deduce, y recuerda, y rumia, y sueña. Yo no censuro a los primeros; al contrario, me gusta, y mucho, verles gesticular y bravear, relinchar y patear y morder. Yo no censuro a los primeros, pero soy de los últimos. Y cuando pasa la comparsa pintoresca de los Quijotes y los Sanchos y los Juanes estremecidos de fe y de ilusión me aparto a un lado, y les miro y les oigo sin chistar.
     Y unas veces la representación es tan tediosa, que me arranca bostezos, y otras, las más, tan cómica que me obliga a llorar. Pero en los breves instantes en que me salgo de mí mismo y abarco con los ojos la acción de los unos y la contemplación de los otros, el cuadro me parece tan sombrío, tan absurdo, tan cruel, tan lúgubre y tan trágico, que se me forma un nudo en la garganta... y humildemente y bonachonamente comienzo a sonreir...





VOCABULARIO





  1.Bonachonamente= De modo bondadoso, apacible, manso, sosegado.

  2.Estremecido= Conmovido, apasionado, enardecido, seducido.
  
  3.Furor= Vehemencia, pasión, entusiasmo.

  4.Encabrita= Reaccionar con enojo, disgusto, molestia.

  5.Farsa= Engaño, simulación, fingimiento..

  6.Rumia= Que examina y considera despacio y repetidamente una cosa.

  7.Comparsa pintoresca= Conjunto de personas que despierta curiosidad.

  8.Sin chistar= Sin hacer ademán de hablar.

  9.Representación= Imagen que sustituye a la realidad.

10.Tediosa= Fastidiosa, enfadosa o molesta.

11.Sombrío= Triste, doloroso, melancólico.

12.Absurdo= Irracional, contrario y opuesto a la razón.

13.Cruel= Brutal, inhumano, despiadado.

14.Lúgubre= Funesto, aciago, nefasto.

15.Trágico= Infausto, desgraciado, miserable.





miércoles, 11 de diciembre de 2013

EN VOZ BAJA






EN VOZ BAJA
(Artículo de 1917)

     Sí; en voz baja. Tan baja, tan opaca, tan honda, que más que de mis labios parezca escapada de un rizo de ola o fulgor de la luna o temblor de la noche.
     En voz muy baja voy a decirte un cuento... Era un instante de la noche en que se oía, en el silencio enorme, el latido profundo de la vida. Flotaba sobre el mar el azahar de la luna, y había en las cosas --en el mar, en la playa, en el viento-- un divino aleteo de realidad.
     Una mujer muy blanca perfila su silueta junto al agua, y entre aquella silueta y el atavío de novia de la noche, vaga un aroma suave de recuerdo y de melancolía.
     Y fue en la paz contemplativa de un catador impenitente de esencias de verdad, de bondad y de belleza, el súbito zarpazo, ante la mujer blanca, de una nueva y terrible emoción.
     ¡Oh ironías del azar!... Creía él que ya todo estaba mustio y agostado en su jardín. Creía él ya que era su corazón un vasto cementerio donde las cosas todas que amó mucho se habían dormido en el frío de la muerte. Se veía él a sí mismo, en el camino de la vida, como un viejo mendigo de andar lento y cansado que avanzaba arropado en el sudario lívido de la agonía del sol. Ya nada le quedaba de los tesoros, derrochados, de una inquieta y ardiente juventud. Nada sino el sollozo del adiós de las cosas que fueron y que no han de volver...
     ¡Oh ironías del azar!... Y he aquí que, de repente, junto al trueno del mar, y hechizada de ensueño y de luna surge ella, la pálida visión de la bella, de la blanca mujer...
     Y hay en el alma mustia del romero cansado que camina en la agonía del sol, como un deslumbramiento, como un azoramiento de deleite y pavor...
     Y mientras se percibe en el silencio augusto el ritmo de la vida, y el azahar de la noche sigue bañando el mar, yo termino mi cuento diciéndote en voz baja que ya en el jardín mustio se percibe una nueva ondulación de flor... Va todavía el mendigo vestido del sudario amarillo de un agónico sol. Va andando lentamente, melancólicamente, más ya no le acompaña la calma un poco triste, pero dulce refugio, de su renunciación, de su desolación. Ahora en su alma cansada hay una fiebre nueva. Ahora una llama roja le quema el corazón. Ahora el aroma suave de una blanca mujer, bella como un acorde del mar y de la luna, le ha trocado la vida en un ensueño extraño de deleite y pavor...




VOCABULARIO




  1.Rizo= De forma ensortijada, ondulada.

  2.Fulgor= Resplandor, brillo, luminosidad.

  3.Azahar= Flor blanca del naranjo y limonero.

  4.Atavío= Vestuario, ajuar, atuendo.

  5.Catador= Degustador, saboreador.

  6.Impenitente= Obstinado, contumaz, obcecado, empecinado.

  7.Mustio= Decaído, abatido, apagado.

  8.Agostado= Marchito, seco, decaído.

  9.Sudario lívido= Vestidura descolorida, marchita.

10.Romero= Peregrino, viajero, caminante.

11.Azoramiento= Sobresalto, turbación, aturdimiento.

12.Roja= Se dice de lo que por el efecto de una alta temperatura toma dicho color.





     

domingo, 1 de diciembre de 2013

SONATA TRISTE






SONATA TRISTE
 (Artículo de 1916)

     Pues bien, comamos. Comamos, trajinemos, bostecemos, engordemos, vivamos. Vivamos, es decir, arrastremos como bueyes fatigados y mansos y callados la pesada carreta que rechina en las piedras y cruje y se acuesta de un lado en los baches. ¿Que es oscura y tediosa y traidora y hostil la cuesta de la vida? Sí... ¿pero y qué? ¿qué más da que sea clara u oscura, alegre o triste, cruel o dulce? ¿No hemos vivido hasta hoy embaucándonos, alucinándonos, entreteniéndonos con minúsculas burbujas de humo de ilusión? Pues ahora que somos demasiado viejos para las burbujas de ilusión que engatusaron por algún tiempo nuestra vanidad, nuestro erotismo, nuestra curiosidad; ahora que ya vino la tarde y nos volvió lívida la senda de la cuesta, y nos llenó de agonía y de pavor el corazón; ahora que nuestro cuerpo ha andado tanto, tanto que ya conoce todas las inclemencias, desde el zarpazo hambriento de los tigres hasta la sensación de salivazo de las sabandijas; ahora que la carreta ya casi no cruje de ahogada e invadida que está por los baches; ahora que ya la fatiga y el tedio y la desolación nos enferman, nos rinden, nos aplastan, sigamos cuesta arriba mansos y callados y no nos preguntemos para dónde vamos ni por qué caminamos.
     ¿Que el sol se fue, y ha llegado la tarde y a su lívida luz todo árbol es ciprés, y toda vibración sollozo, y toda casa tumba y el mundo un cementerio...? ¿Y qué? Aún nos queda una voluptuosidad por paladear. Aún nos queda la voluptuosidad enorme de la desilusión, de la renunciación, de la desolación. Aún nos queda el goce de arrastrar penosamente cuesta arriba nuestro abatimiento, nuestro cansancio, la agonía lenta y lúgubre de nuestro corazón. Aún nos queda el recóndito gozo, humilde y orgulloso a un mismo tiempo, de sentirnos despojos de un banquete báquico de hienas y de ratas y de sapos.
     Aún hay para nosotros, para lo que queda de nuestros nervios, para lo que nos queda de alma, la divina emoción de tender la vista y mirar hacia atrás, hacia más allá de los raptos y canciones de la juventud, y abarcar todo el camino recorrido, y detenernos un instante ante el balcón de la vieja casa campesina y solitaria entre cuyas paredes vinimos al mundo, y allí, llamar, llamar de nuevo con la misma voz trémula de cuando éramos niños, a la mujer que fue nuestra madre, y volver a sentir en su llanto todo el raudal de su ternura triste, mientras se lo decimos todo, todo lo que nos hizo la vida, y nuestras mutuas tristezas se comprenden, se funden, se iluminan, se besan, se aman...
     Pero aún nos queda más. Nos queda el goce de sabernos idos de la vida, tan idos de la vida que ya no nos hiere. Nos queda el goce de acariciar dentro de nosotros el último ensueño, el ensueño que tras tanto y penoso caminar llegaremos, por fin, al minuto de fatiga suprema en que el hielo clemente de la muerte nos arrope, y por encima o por debajo del furioso turbión de las cosas, nos quedemos dormidos, santamente dormidos, bellamente dormidos, sin odio y sin amor, como en la cuna.



VOCABULARIO



 1.Sonata= Composición musical instrumental de trozos de vario carácter y movimiento.
 
 2.Trajinemos= Que andemos de un sitio a otro con cualquier ocupación.
 
  3.Mansos=  Apacibles, tranquilos, sosegados.
 
  4.Rechina= Que emite un sonido estridente al rozar con algo.
 
  5.Cruje= Ruido que hacen algunos cuerpos cuando rozan unos con otros o se rompen.
 
  6.Baches= Hoyo que se hace en el suelo de las vías de comunicación, a causa del muchotránsito de vehículos y caballerías.
 
  7.Oscura= Confusa, incierta, misteriosa.
 
  8.Tediosa= Fastidiosa, enfadosa o molesta al ánimo. Que no aporta ningún interés.

 9.Hostil= Adversa, funesta, aciaga.

10.Cuesta= Período de dificultades.

11.Embaucándonos= Engañándonos ingenuamente.

12.Alucinándonos= Ofuscándonos, confundiéndonos, engañándonos.

13.Entreteniéndonos= Haciendo que las cosas sean más soportables o llevaderas.
                                 
14.Engatusaron= Que ganaron nuestra voluntad con falsos halagos y mentiras.

15.Erotismo= Gusto por las sensaciones que suscitan los sentidos.

16.Lívida= Marchita, mustia, abatida.

17.Pavor= Temor, horror, sobrecogimiento.

18.Zarpazo= Golpe dado con la mano (zarpa) de ciertos animales.

19.Tigres= Personas crueles y sanguinarias.

20.Salivazo= Porción de saliva que se escupe de una vez.

21.Sabandijas= Personas despreciables.

22.Ahogada= Sin el espacio que necesita para su normal funcionamiento.

23.Tedio= Fastidio, enfado, molestia.

24.Ciprés= Årbol que se planta mucho en los cementerios.

25.Voluptuosidad= Gozo, deleite, placer.

26.Paladear= Tomar el gusto de una cosa poco a poco.

27.Lúgubre= Triste, pesarosa, melancólica.

28.Despojos= Restos, residuos, desechos.

29.Báquico= Perteneciente a Baco (dios romano del vino y la fertilidad). Relativo a laembriaguez y a las orgías tumultuosas.

30.Hienas= Personas despiadadas.

31.Ratas= Personas despreciables.

32.Sapos= Personas repugnantes, repulsivas.

33.Raptos= Éxtasis, delirios, apasionamientos.

34.Trémula= Temblorosa, palpitante.

35.Raudal= Abundancia, profusión.

36.Funden= Que se unen, se juntan.

37.Clemente= Compasivo, misericordioso.

38.Turbión= Dícese de la multitud de cosas que suceden juntas y violentamente.