viernes, 28 de febrero de 2014

EL ABOGADISMO






EL ABOGADISMO
 (Fragmento del artículo de 1911 El Abogadismo)

     La cosa de más bulto, la más gorda que atrae mis irresistibles ojos en el campo de nuestras actualidades, es la lista, que publica no recuerdo qué periódico, de aspirantes a ir a la cárcel o a morirse de hambre ejerciendo la infausta carrera de abogado.
     Son miles, son innumerables como las arenas del desierto los tales aspirantes. Y surgen como enjambres, como docenas de zumbadores enjambres, de todas partes: de Manatí, de Utuado, de Humacao, de Caguas, de Aibonito, de Hormigueros, de Cerro Gordo, etcétera, etcétera.
     No hay pueblo ni barrio, ni monte ni llano de Puerto Rico que no registre un caso, o dos, o cien, o mil, de esta terrible plaga de abogadismo o abogaditis que padecemos.
     ¿A quién vamos a defender, Dios mío, cuando no haya clientes, cuando todo el mundo se haya hecho abogado? Creo que no vamos a tener más remedio que devorarnos los unos a los otros, si antes, por caridad y por precaución, no nos echan bola como a los perros.
     Y no se vea en esto que voy escribiendo el menor asomo de prejuicio o mala voluntad contra los llamados abogados prácticos. Para mí en las profesiones, como en todo lo demás, lo único que hay que considerar es el hombre.
     Tan burro se puede ser ejerciendo una profesión mediante un arrogante título universitario, como mediante una modesta licencia del Supremo. La cuestión es la competencia, y ésta ya se sabe que no depende de los libros, ni de la escuela, ni de los maestros, sino de la vocación y capacidad del que estudia.
     Lo alarmante no es, pues, como se ha querido hacer creer hasta ahora, que sea más o menos fácil proveerse de un título y que sea más o menos probable la falta de conocimientos en algunos que ejercen la ingrata carrera. Lo alarmante es la abundancia, la pavorosa abundancia de los del oficio.
     Aunque todos fuéramos más sabios que Lepe, siempre constituiríamos un peligro para nosotros mismos y para los demás, abundando tanto como abundamos. ¿Qué se proponen esas legiones de jóvenes que se presentan diariamente a examen? ¿Tienen madera de mártires y buscan como medio de expiación el ayuno?
     Pero si son mártires y quieren ayunar ¿para qué necesitan una licencia o título? Y si no son mártires que buscan el ayuno, ¿qué son y qué buscan? Cada vez me lo pregunto más y lo entiendo menos.
     Habiendo como ya hay en cada manzana de cada calle de cada pueblo un grupo de abogados, y creciendo como crece el número de estos nuevos héroes cada día, lo lógico sería que los de fuera se santiguaran de espanto, y que los que estamos dentro, porque así le plugo a la cochina suerte, empezáramos a sentir cierta verguenza de ser abogados. Pero como en este estrafalario mundo la lógica es lo menos que priva, lejos de santiguarse nadie, todo el mundo parece aquejado de tal fiebre de abogadismo, que pronto va a ser tan difícil dar por ahí con un profano, que cada vez que ocurra este caso estupendo las gentes sentirán el mismo asombro que sentimos hoy presenciando los vuelos de un aeroplano.
     Si esta pasmosa y nunca vista abundancia fuese de pintores o de poetas o de músicos o de filósofos o de sabios, menos mal, que estos al fin y al cabo algo traen, algo añaden de bondad y de belleza a la vida. Pero ¡Dios mío!, son abogados, nada más que abogados, abogados notarios, hombres de código, máquinas de reglamentación, instrumentos de poda que de un apacible y delicioso valle hacen un predio rústico y de una tortuosa y romántica vereda que serpentea hasta perderse en el misterio de un bosque... ¡horror!... ¡una servidumbre de paso!
     ¡Señor mío Jesucristo! Si en esta tierra sin ventura hemos de tener todos un mismo oficio, haz que todos nos volvamos poetas, músicos, filósofos; haz que nos volvamos locos o seamos bandidos, o que caigamos en el canibalismo o que a todos nos lleve el demonio. Pero, ¡de rodillas te pido Dios mío, que no nos dejes volvernos abogados!





VOCABULARIO





  1.Bulto= Preponderancia, prominencia, relieve.
 
  2.Gorda= Más grande o más importante de lo normal.

  3.Infausta= Desdichada, infortunada, desventurada.
 
  4.Enjambres= Muchedumbre, multitud.

 5.Manatí, Utuado, Humacao, Caguas, Aibonito, Hormigueros= Nombres de pueblos de Puerto Rico.

 6.Cerro Gordo= Nombre de un barrio de Manatí, Puerto Rico.

  7.Plaga= Calamidad grande que aflige a un pueblo. 

 8.Nos echan bola= Que nos envenenen.

 9.Asomo= Indicio, muestra o señal de alguna cosa.

10.Abogados prácticos= Personas diestras en el ejercicio de la abogacía, que por haberla practicado mucho y sin tener un título universitario se les otorgaba una licencia.

11.Burro= Torpe, necio, ignorante.

12.Competencia= Capacidad, facultad, aptitud, talento.

13.Pavorosa= Que causa temor, espanto o sobresalto.

14.Más sabios que Lepe= Proverbio que significa ser muy perspicaz y advertido. 

15.Madera de mártires= Disposición natural de algunas personas para sufrir grandes penalidades.

16.Plugo= Que le vino en gana disponerlo de determinada manera.

17.Cochina= Cicatera, miserable, mezquina.

18.Estrafalario= Extravagante, absurdo, irracional. 

19.Profano= Dícese de aquellos que carecen de conocimientos en una materia.

20.Pasmosa= Que causa gran admiración y asombro extremados.






domingo, 23 de febrero de 2014

BRONCE ARECIBEÑO






BRONCE ARECIBEÑO
 (Artículo de 1916 Bronce Arecibeño)

     Bravo mar. Furibundo, ululante, desgreñado, epiléptico; loco y trágico mar de Arecibo. Y frente a él, muchas calles, muchas casas, muchas vidas humanas que comían, que dormían, que morían: actores inconscientes de la lenta, larga, fatigosa tragedia del vivir. Y del fondo gris de este cuerdo, mudo, laborioso hormiguero humano -trágico sin saberlo y sin quererlo- se destacó un día él, Víctor Rojas, hombre humilde, hombre pobre, hombre negro, pero hombre de tan fina sensibilidad, de tan espléndida contextura física y moral que, sintiéndose asfixiar dentro del marco de la vida lenta y hacendosa de sus prójimos, ahitos de una cordura equivocada y trágica, saltó una tarde, retozando, sobre el lomo nervioso del mar; y la emoción de peligro y de liberación que el monstruo le brindó fue de un sabor tan raro, tan intenso, tan grato para su alma selecta, que perdió para siempre toda su discreción de buen hombre (de buen hombre amarrado con garfios a su pan, a su casa, a su azada o su hacienda, a su prole, a su nombre, cosas todas de sombra en un mundo de bruma), y, desde entonces se volvió poeta. Poeta de bronce, poeta de la acción que, hambriento de belleza y ebrio de eternidad, se peleaba con el mar y le adoraba. Diariamente él y el mar se embestían, se arañaban, se insultaban, se escupían, se maltrataban, se robaban. Pero a cada aletazo y a cada bramido y a cada escupitajo del mar, la sangre del poeta se sentía aliviada, casi alborozada por el vago instinto muy recóndito de saberse dándole a su vida una actuación y orientación más alta, más humana, más noble y más cuerda que las que marcaron el ritmo de las otras vidas discretas y lentas que en el hormiguero pusieron su afán en la empresa sórdida, pero loca y trágica, de amarrarse con garfios a una tierra que se come el garfio y a la mano también que lo ha clavado.
     Pues bien... Ya en la vejez, cuando al héroe no le quedaba más savia que dar, porque toda la había derrochado en su poema de robarle náufragos y más náufragos a su novia la mar, del hormiguero humano salió una voz glacial de un honrado buen hombre que denunciaba al héroe, poeta y santo de una infracción legal; y a esta voz de buen hombre respondió otra voz más glacial todavía, pues salía de la toga de un correcto juez, y esta voz de este juez condenó al cíclope a la tortura horrenda de multa y de cárcel. Y el santo héroe y poeta que salió siempre ileso del abrazo epiléptico del mar, se volvió loco de dolor cuando sintió que resbalaba, por las líricas cuerdas de sus nervios, la viscosa sensación repugnante de una secreción de cerebro curial. Y pasó a un manicomio; y de allí al cementerio... Y un poquito después, cuando el héroe dormía, las humanas hormigas hacendosas le levantaron una estatua, en torno de la cual continúa aún la espantosa tragedia del comer, del roncar, del medrar, del juzgar, del morir...





VOCABULARIO




  1.Bronce= De color más o menos moreno.

  2.Arecibeño= Gentilicio de los originales de la ciudad de Arecibo, Puerto Rico.
 
  3.Bravo= Alborotado y enfurecido. Impetuoso.
 
  4.Furibundo= Airado, colérico, iracundo; muy propenso a enfurecerse.
 
  5.Ululante= Que brama, que da gritos o alaridos.
 
  6.Desgreñado= Enmarañado, revuelto, embrollado, desordenado.
 
  7.Epiléptico= Convulso, crispado, perturbado.
 
  8.Loco= Disparatado e imprudente. Que excede en mucho lo presumible u ordinario.
  
  9.Victor Rojas=  Héroe popular de origen humilde, nacido en el siglo XIX. Marino de profesión; según la historia salvó a varios náufragos, por lo cual fue condecorado por España e Inglaterra. Murió loco, en la cárcel.

10.Ahitos= Repletos, hartos, muy llenos.

11.Garfios= Dícese de las cosas que tienen la capacidad para asir, aferrar o adherir a otras.

12.Sombra= Figuración, conjetura, apariencia.

13.Bruma= Confusión, ofuscación, espejismo.

14.Ebrio= Vivamente poseído de una pasión.

15.Embestían= Que se acometían con ánimo hostil.

16.Savia= Energía, elemento vivificador.

17.Derrochado= Dado con generosidad, desprendimiento, liberalidad.

18.Poema= Dícese de las acciones que por su encanto indefinible halagan y suspenden el ánimo.

19.Glacial= Fría, desafecta, indiferente.

20.Cíclope= Gigante, coloso, titán.

21.Líricas= Aplícase a lo que tiene inspiración en donde  predominan los sentimientos y emociones. 

22.Viscosa= Babosa.

23.Repugnante= Desagradable, repulsiva, detestable.

24.Curial= Perteneciente a los que trabajan en la administración de justicia.

25.Medrar= Mejorar uno de fortuna aumentando sus bienes. 






lunes, 17 de febrero de 2014

DINERO, DINERO, DINERO






DINERO, DINERO, DINERO
 (Fragmento del artículo de 1917 Dinero, Dinero, Dinero)

     No hay cabeza de puertorriqueño por impermeable que sea que se resista a dar por cierto, por incontrovertible el aserto de que no tenemos otro amparo en el mundo que el de la tierra. Si ésta va bien y produce, nosotros iremos bien en todos los aspectos de la vida civilizada. Si ésta va mal y no produce, nosotros caminaremos de mal en peor hasta convertirnos en una macabra colección de espectros.
     Y si esto es así, si el problema del cultivo del suelo reviste aquí tan enormes, tan extraordinarias proporciones ¿no es hora ya de que reaccionemos, no de palabra, sino de hecho, y que nos dejemos de andarnos con tiquis miquis políticos y zarandajas de orientaciones remotas en un sentido internacional, y por lo tanto, fuera de nuestros alcances, para caer de una vez, con todas nuestras fuerzas, del lado de la cuestión agrícola?
     A fuerza de preocuparnos exclusivamente de cosas baladíes de leguleyo y de zorzal político, mientras dejábamos en un completo olvido a la tierra que nos sustenta, ésta fue empobreciéndose, mientras nosotros fuimos multiplicándonos como niguas, y hemos llegado ya,... a un momento tan crítico, tan angustioso, de sobra de bocas y de falta de alimentos, que, o nos resignamos a emigrar en masa, o dejamos que continúe el mal, hasta que más que un pueblo seamos un tumor sanguinolento y nauseabundo en el inmenso cuerpo de la raza hispana.
     No hay manera de escapar al trágico dilema: o vamos emigrando, hoy unos pocos y mañana unos muchos para otro país o para el otro mundo, o hacemos el propósito firme de sacarle a la tierra, inteligentemente, todo cuanto ella puede producir.
     Pero, para esto, lo primero que necesitamos es salir ya de la gastada y ridícula noción aquí en boga, de que el agricultor puede, si quiere, cambiar cómodamente este cultivo por el otro, y en general hacer de su finca lo que más convenga al país, con sólo poner oído atento y obediente a las indicaciones que, de cuando en cuando, se digna hacerle algún experto. No, esto no es posible. El agricultor nuestro padece; ¿por qué ocultarlo?, de abulia y de ignorancia -(esto no es de extrañar; milagro es que todavía esté vivo)- y es indudable que podría haber hecho más de lo que ha hecho; pero no podemos menos que reconocer que, aunque cada uno de ellos, de nuestros agricultores, fuese el mejor de los ingenieros agrónomos, no tendría más remedio, metido en una finca de las nuestras,... que resignarse al paso lento y trabajoso de buey viejo de los que le precedieron.
     ¿Por qué? Porque una cosa es saber y otra cosa es poder. Nuestros agricultores, en su mayor parte, ni saben ni pueden, y aunque supieran, aunque cada uno de ellos fuese un Séneca, no podrían. Y tan malo, si no peor, es no poder que no saber.
     De modo, que el problema es doble: por un lado urge crear y organizar una clase agricultora consciente de sus necesidades y de sus posibilidades y apta para sacudirse de encima a los parásitos que hoy se la comen y cultivar intensamente para sacar el mayor rendimiento con el menor gasto; y por otro lado urge también llevar a las manos de esta clase la palanca de Arquímides, esto es, el dinero imprescindible para desenvolverse sin trabajo, de manera eficiente y decente.
     Olvidamos frecuentemente que no basta sembrar para cosechar. Entre siembra y cosecha están, gravitando como perenne amenaza sobre la cavilosa cabeza del infeliz agricultor la lluvia, la sequía, los insectos, las tormentas, las enfermedades, etc., etc., y encima de estos agentes naturales, el interés usurario del que le suministró dinero y provisiones para mal vivir hasta la cosecha.
     Es necesario, pues, empezar por abrir los ojos a la triste realidad de la oscura y azarosa aventura que significa el meterse en el campo a sembrar, para que empecemos por traer a Puerto Rico lo que ya no falta en ningún país civilizado,... esto es , crédito para el agricultor, dinero a largo y cómodos plazos y a un tipo mínimo de interés para los que sostienen sobre sus hombros la misión , trascendentalísima de arar el suelo y darnos de comer y de vestir y de vivir a todos.
     En un estado más avanzado, más inteligente, más humano, de evolución social, esta incisión trascendentalísima de sacarle a la tierra sus jugos para volverlos sangre de nuestras venas, no descansaría de ningún modo en las manos mercenarias de éste o del otro individuo, sino que sería función propia y exclusiva del Estado, que es la única entidad que puede garantizarle al pueblo pulcritud, equidad y eficiencia en el desempeño ininterrumpido de tan magna labor.
     Pero, mientras la constante evolución de las ideas y las prácticas sociales no nos lleven a tal grado de inteligente organización social, no nos queda otra cosa que hacer que aceitar constantemente la máquina humana individual encargada de la función agrícola con aceite suficiente para que pueda dar de sí todo lo que esperamos de ella. Este aceite es, desde luego, el dinero. Como el dinero es el símbolo gráfico que hemos inventado nosotros los hombres para representar todo lo que es objeto de intercambio en las relaciones humanas, y como todo, o casi todo, es objeto de intercambio entre los hombres, dicho se está que el dinero es la sangre, la vida, el aire, la luz, el espacio, todo cuanto sirve de alimento y de recreo y esplendor a la familia humana.





VOCABULARIO





  1.Impermeable= Impenetrable, cerrada, inaccesible.

  2.Aserto= Proposición en  que se afirma o da por cierto algo.
 
  3.Amparo= Protección, abrigo, resguardo o defensa.
 
  4.Macabra= Sombría, tétrica, sórdida.
 
  5.Espectros= Figuras de horrible apariencia.

  6.Tiquis miquis=Tiquismiquis= Melindres, reparos, escrúpulos vanos.

  7.Zarandajas= Insignificancias, tonterías, pamplinas.

  8.Orientaciones remotas= Guías, directrices o indicaciones foráneas.

  9.Baladíes= Insignificantes, intrascendentes, triviales.

10.Leguleyo= Refiérese a aquellos individuos que tratan asuntos de leyes sin conocerlas bien.

11.Zorzal político= Hombre astuto y sagaz.

12.Niguas= Parásitos parecidos a la pulga, de gran capacidad reproductiva.

13.Trágico= Terrible, infausto, aciago.

14.El otro mundo= El mundo de los muertos.

15.Gastada= Que ha perdido validez por el uso frecuente.

15.En boga= En moda, uso o actualidad.

16.Abulia= Apatía, desgano, desidia, desinterés. 

17.Gravitando= Abrumando, agobiando, apesadumbrando.

18.Cavilosa= Preocupada, pensativa, meditabunda.

19.Interés usurario= Dícese del interés excesivo en un préstamo.

20.Oscura= Difícil, incierta, insegura.

21.Azarosa= Arriesgada, fortuita, aventurada.

22.Trascendentalísima= Esencial, fundamental, primordial.

23.Incisión= Refiérese al corte o hendidura que se le hace a la tierra al ararla.

24.Mercenarias= Que trabajan exclusivamente por dinero.

25.Pulcritud= Cuidado, esmero, dedicación.


26.Equidad= Rectitud, honradez, honestidad.





jueves, 13 de febrero de 2014

¿DESDICHA O DELITO?






¿DESDICHA O DELITO?
 (Fragmento del artículo de 1916 Boberías (19))

     “Por dormir en la vía pública fueron condenados Eduardo Ramos, Fermín Ríos, Basilio Martínez, y Gregorio Guzmán, a tres días de cárcel cada uno, por el Juez de Paz”.
     ¿Puede darse nada más doloroso y terrible que el espectáculo de unos seres humanos tan pobres, tan desvalidos, que no tengan un rincón de un hogar donde dormir, y que, lejos de ser compadecidos por ello, sean conducidos a un tribunal y castigados sin misericordia?
     Claro está que el juez no hace más que aplicar la ley. Pero la ley la hicieron los señores concejales, y estos concejales son hombres de carne y hueso, y aunque todos son contribuyentes, esto es, con buena cama en qué dormir, cabe preguntarles: ¿cómo han tenido ustedes, hombres de Dios y del siglo xx, valor bastante para hacer de una desdicha un delito y señalarle castigo? ¿Qué concepto tienen ustedes del dolor humano, de la miseria humana?
     No comprendo ni comprenderé nunca que a unos Fermín Rios y Basilio Martínez, tan dejados de la mano de Dios que se ven obligados a tumbarse a dormir como los perros en un banco de la plaza o en la acera o zaguán de alguna casa, se les despierte bruscamente, no para darles cama, sino para gruñirles por boca de un torvo policía y encarcelarlos, y hasta macanearlos si a mano viene.
     ¿De que entrañas de piedra ha salido tal práctica? ¿Puede nadie imaginar que un hombre que duerma al sereno lo haga por gusto o por “sport”, a menos que no se trate de un borracho? Pues si no podemos imaginar tal disparate, ¿qué delito es el que se castiga en los Juanes y Pedros que duermen en la vía pública? ¿El delito de no tener un miserable techo que les cobije y unas tablas que les sustenten?
     Pero estos hombres que hacen del desamparo un delito, ¿cómo es que pueden comer y dormir bien? ¿Cómo es que pueden en paz querer y acariciar a sus hijos, y sentirse buenos y hasta útiles a la sociedad, sin que por un instante les arrugue la frente el recuerdo de su atroz dureza con los Juanes y Pedros desvalidos y tristes que al dar la media noche fueron a acurrucarse humildes y olvidados como perros en un banco o zaguán de la vía pública?
     ¡Ay de mí! Voy para viejo ya, y todavía sigo, como cuando muchacho, temblando de miedo ante las buenas gentes llenas de respetabilidad que me salen al paso. Líbrame, Señor, de la vecindad de las buenas gentes. Si me has de dar vecinos, camaradas, amigos, dámelos bien malos, más malos que los mismos demonios. Y otra vez, Señor, me arrodillo temblando a pedirte con todo el corazón que no me pongas nunca muy cerca de los buenos.





VOCABULARIO




 1.Dejados de la mano de Dios= Desamparados, abandonados, desatendidos.

 2.Tumbarse= Echarse, tenderse, acostarse.

 3.Zaguán= Vestíbulo en la entrada de una casa e inmediato a la puerta de la calle.
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 4.Gruñirles= Dar gruñidos (voz amenazadora del perro y otros animales).

 5.Torvo= Fiero, airado, amenazador.





sábado, 8 de febrero de 2014

¿SATIRA O CRITICA CARICATURESCA?






¿SATIRA O CRITICA CARICATURESCA?
(Fragmento del artículo de 1912 El Enemigo de las Mujeres

     Es cosa muy cómoda ésta de intentar poner en berlina una idea cualquiera disfigurándola y caricaturándola hasta darle tan grotesca apariencia que no sea posible mirarla sin una explosión de hilaridad.
     Ya se sabe que todo lo grotesco, lo bufo, lo chocarrero, predispone a la risa, a esa risa inconsciente y brutal que todos -cual más, cual menos- llevamos almacenada para dispararla con salvaje saña contra el jorobado que nos muestra su joroba lamentable, contra el tartamudo cuya lengua se trabuca al saludarnos, contra el anciano que se da un batacazo, contra todo lo que, -sin ninguna reflexión- hiere nuestro sentido de lo ridículo.
     Presentar en escena unas cuantas figuras desprovistas de todo viso de realidad; hacerlas decir y cometer a la vista del público mil necedades ridículas en nombre de tal o cual ideal; componer una trama absurda con unos cuantos episodios inverosímiles e imbéciles de toda imbecilidad: ¿se le puede llamar a eso alta comedia y ver en esa comedia una tesis?
     ¡Y como si el presentar unos cuantos tipos ridículos partidarios de una idea dijese nada en contra de la idea misma!
     Todas las artes liberales y mecánicas, todas las ciencias, todas las causas quedarían irremisiblemente vencidas y muertas ante una crítica así. ¿Quiero destruir el catolicismo? Pues presento tres o cuatro curas en escena diciendo obscenidades y bailándose un tango. ¿Quiero destruir de un golpe la ciencia médica? Pues con cuatro médicos que salgan a las tablas soltando cien barbaridades, ya gané la batalla. ¿Me estorba el socialismo? Pues vengan tres o cuatro socialistas que se pongan a fingir que se comen un recién nacido guisado en escena... ¡y fuera el socialismo!
     Con tan groseros y baratos recursos ¿quién no hace una sátira?





VOCABULARIO





  1.Comedia= Composición literaria que tiene por objeto frecuentemente corregir las costumbres satirizando los errores y vicios humanos.
  
 2.Crítica caricaturesca= Opiniones expuestas sobre cualquier asunto representándolo ridícula y grotescamente.
                 
  3.Poner en berlina= Poner en ridículo.
  
  4.Explosión= Manifestación violenta de ciertos afectos del ánimo.
  
  5.Hilaridad= Expresión del gozo y alegría. Risa.
  
  6.Bufo= Aplícase a lo cómico que raya en grotesco y burdo.

  7.Chocarrero= Que suele decir chistes groseros.
  
 8.Saña=- Enojo ciego, ferosidad, crueldad.

  9.Trabuca= Que pronuncia unas palabras, sílabas o letras por otras.

10.Batacazo= Golpe fuerte que se da uno cuando cae.

11.Artes liberales= Cualquiera de aquellas cosas que para hacerse requieren principalmente el ejercicio del entendimiento.

12.Artes mecánicas= Cualquiera de aquellas cosas que para hacerse requieren principalmente  el trabajo manual o el uso de máquina.

13.Baratos recursos= Dícese de los procedimientos o medios desdeñosos que se utilizan para conseguir algo.

14.Sátira= Escrito que censura acremente o ridiculiza.