sábado, 12 de julio de 2014

EL NEGRO





EL NEGRO
(Artículo de 1916 El Negro)

     
     Sólo por ignorancia, por una limitación espiritual lamentable, es que muchos continúan viendo en el negro algo así como un espantajo para meterle miedo al nene, o como una bestia sudorosa y paciente venida al mundo para ahorrarle al blanco la molestia humillante de cortar la caña, de lavar la ropa y el piso, de hacer la comida, y otros menesteres todavía más bajos y penosos.
     Y, sin embargo, basta asomarse con un poco de cultura y simpatía al espectáculo del mundo, para uno echar de ver que casi siempre es más interesante, un ejemplar humano más noble y valioso, el humilde negro que suda el quilo en la vega de caña, que el señor gordiflón por quien trabaja. Generalmente, este señor gordiflón tiene una leontina, y en esta gruesa leontina, si es de oro, es que radica todo lo que, de valor positivo, podemos encontrar en la persona del hombresito gordiflón monarca de las cañas. Generalmente ¡ay! en la persona del hombresito gordiflón para quien suda el negro sólo encontramos, si lo miramos bien, los tres o cuatro o los diez o doce elementos integrantes de una grosera máquina de deglución y de acumulación de intereses simples y compuestos. Ni un solo soplo de bondad, ni un destello de comprensión, ni el aleteo más leve de una pura, de una noble emoción. Este hombresito gordiflón sólo recuerda haberse estremecido sincera y desinteresadamente un día que asistió de mala gana a la representación de un drama de Echegaray o de Jorge Ohnet, y en que el primer actor declamó no sé qué frases por no sé qué aparatosa tontería que le habían hecho. Pero aquel nudito en la garganta fue en el teatro, ante un actor famoso que le impuso un respeto casi religioso, entre el silencio y la expectación de todo el mundo, y escuchando un torrente de expresiones nuevas, resonantes y temblequeantes, que le taladraron la grasa y le encontraron los escondidos y adormidos nervios, y se los sacudieron. Pero fuérale a él, en la vida real, sin tramoya ni aparato escénico y sin largas y estrepitosas tiradas grandilocuentes; fuérale a él con cuentos y clamores el mismísimo gallo que cantó en Belén, y ya verían, ya verían la patada o el eructo que él le soltaba al gallo de Belén y al lucero del alba, si no era cosa que le dejase algún provecho o utilidad práctica bien redonda y sonante.
     Pues bien; por estos raros caprichos del destino, este hombresito gordiflón era antes de la abolición de la esclavitud (y dicen que todavía lo sigue siendo), el amo del negrito sudoroso y paciente, y no hay que ser un lince en materia de atisbos psicológicos para quedar convencido de una sola ojeada de que, por poco que valiera el negrito, valía más, mucho más que su amo. El amo era una máquina, el negrito era un hombre. Un hombre sin pulir, pero robusto, pero sano, pero bueno. Bueno porque vino de Åfrica; porque evocaba la imponente, la religiosa grandeza de la selva; porque era el fruto virgen de una tierra inmensa y opulenta; porque en el terso ébano de su cuerpo ágil estaba vivo el músculo, y cálida la sangre, y brava la mirada, y alegre y franco el corazón. Era negro y el otro era blanco, ¿pero y qué? ¿De cuando acá ha sido privilegio de tal o cual color expresar la belleza? ¿No hay más fulgor de misterio y belleza en el diamante o en la perla negra que en el diamente o en la perla blanca? ¿Y qué me decís, so rutinarios, de la noche? ¿Hay esplendor del día que pueda compararse con la magia exquisita de un solo minuto de la noche? ¡Oh la naturaleza, la naturaleza, augusta madre multiforme que no le dió su soplo de belleza ni al blanco, ni al amarillo, ni al verde, ni al rojo, ni al negro; sino que en cada uno se esconde y en cada uno se deja vislumbrar y adorar! El único pecado es separarse de ella, y ella es y será eternamente la norma única, el único criterio de valoración. De ella al hombresito gordiflón dueño del negro y de la leontina, una distancia enorme, puesto que este hombresito a quien sólo le queda vivo un recóndito instinto alevoso y rapaz de roedor, no sólo no la busca, sino que reniega de ella y ya no la recuerda ni casi la conoce. En cambio, de ella, de la naturaleza, al humilde negro que el sol tuesta y devora en la vega, no hay distancia apreciable: son una misma cosa pura y bella en que resuena el latido profundo de la vida. Y siendo así, ¿qué absurda subversión, qué horrible escamoteo del orden natural, qué monstruosa corrupción es ésta que al negro sano, fuerte, ágil, alegre y bello lo convierte en esclavo del monmgote vil y abotagado y flatulento de cuerpo y de espíritu?
     ¡Oh mi buen hombresito gordiflón que, sin saberlo él resume y compendia en su manteca y leontina, nada menos que toda una época, y sin saberlo él, trajo la magna guerra que ahora ensangrienta los campos de Europa, y, siempre sin saberlo él, en la convulsa hoguera que él mismo incendió y en la que se achicharran y perecen tantas cosas nobles, se achicharra y perece él también!...
     ¡Oh mudo y manso negro que, humildemente y solitariamente, vas sudando tu vida gota a gota sobre el terrón pesado que deshace tu azada en la paz de los campos: en esta hora solemne en que la grasa del hombresito gordiflón que fue tu amo está chisporroteando en la hoguera de Europa, llegue hasta tí, con mi saludo, la onda de mi emoción!





VOCABULARIO





  1.Espantajo= Lo que se pone en un paraje para espantar, asustar.

  2. Que suda el quilo= Que trabaja con gran fatiga y desvelo.

  3.Gordiflón= Uso popular en Puerto Rico del adjetivo gordinflón= Muy gordo y rechoncho y de carnes abundantes y flojas.

  4.Deglución= Acto de tragar, devorar, consumir.

  5.Adormidos= Adormecidos= Disminuida su sensibilidad.

  6.Tramoya ni aparato escénico= Se refiere a los cambios de decoración y a los efectos escénicos empleados en el teatro.

  7.Redonda y sonante= Ganancia evidente, palpable.

  8.Lince= Persona aguda y sagaz. Perspicaz.

  9.Atisbos psicológicos= Observaciones cuidadosas de la conducta humana.

10.Ébano= Årbol de madera maciza, lisa y negra en el centro. Por antonomasia, negruzco.

11.Fulgor= Esplendor, destello, resplandor.

12.Rutinarios= Dicho de las personas que hacen las cosas sin pensarlas.

13.Alevoso= Perverso, pérfido, traidor, 

14.Abotagado= Hinchado, inflado.

15.Flatulento= Que padece gases en el tubo digestivo.

16.Chisporroteando= Despidiendo chispas reiteradamente.






martes, 8 de julio de 2014

DE PADRE A HIJO






DE PADRE A HIJO
(Artículo de 1915)

Querido amigo Ariel:

     Te llamo amigo y no te llamo hijo, a pesar de que soy tu padre, porque siempre he pensado que es más grato y más alto el título de amigo que el de hijo, ya que el primero significa selección y el segundo imposición. Es nuestro amigo aquella persona que nos es simpática y cuya compañía nos es agradable; es nuestro hijo... ya se sabe lo que es un hijo: un ser humano que llega berreando no se sabe cuándo, de no se sabe dónde, para no se sabe qué.
     Usted, mi respetable amigo Ariel, llegó berreando desaforadamente a mi "humilde morada" hace cosa de seis o siete meses, y ante un huésped tan incómodo, iracundo y llorón que yo jamás había deseado, acto seguido yo hubiera puesto pies en polvorosa, para huir de su molesta y odiosa presencia, a no haber contado usted, para aplacar mi justo furor, con la ayuda valiosa de su mamá, o sea, de la escuadra invencible. Siguió usted berreando, y seguí yo rabiando, hasta que poco a poco le fueron naciendo a usted ciertos hoyuelos insinuantes en la cara, y fue usted humanizándose hasta sonreir de cuando en cuando, y yo me fui ablandando, y usted fue tomándose confianzas con mi cara hasta babeármela, y se fue volviendo usted menos gruñón y más amable, y ha llegado a ser andando el tiempo algo así como un lechoncito glotón, pero suave y gracioso, a cuyo lado siento gusto en estar, salvo cuando tiene un berrinche y se vuelve intragable.
     Soy, pues, tu amigo, mi pobre Ariel, y probablemente te seguiré queriendo hasta que llegues a la edad del pavo, momento horrible que todo hombre debiera pasar en presidio, y he querido, ahora que estamos lejos el uno del otro, yo en San Juan, tú en Jayuya, en mi verde, suntuosa y balsámica Jayuya, amenguar un tanto mi penar de ausencia, volviéndome un Juan Bobo, escribiéndote esta carta que no has de leer, o que leerás dentro de veinte o treinta años, cuando ya el tiempo te haya obsequiado con una horrenda calva, como la que yo luzco por ahí los domingos y demás días festivos. Cuando me vino a la cabeza la idea bobalicona de escribirte, pensé en endilgarte una carta llena de sabios, filosóficos y aplastantes consejos... Pero me puse a escribir, se me fue la mano, y ya se han ido al diablo los consejos. Si esta carta tuviera consejos sería indudablemente muy seria y muy pesada, y en el mundo debemos eliminar en lo posible todo lo seriote y pesado. Estoy cargado ya hasta reventar de la manía que tenemos los hombres de descender, a fuerza de seriedad y de dura rigidez, a la categoría del ladrillo, cuando todo lo que hay de bello y de amable en la naturaleza es ligero y cambiante como la espuma, como la voz de los vientos y de los pájaros, como la luz, como la niebla... como la niebla gris y ensoñadora que me figuro flotando en este instante sobre la inefable paz de esas montañas.
     Además, querido amiguito, y esto acá entre nosotros: no te doy consejos, precisamente porque soy más viejo que tú, y sé por experiencia que la vejez nunca tiene razón contra la juventud. Si yo hubiera seguido los sensatos consejos de personas mayores y juiciosas que he recibido, a estas horas yo tendría quizás muchos miles de pesos, pero sería tan insípido como una batata y tan vulgarote y poco interesante como un pavo. Los viejos, sobre todo, nuestros viejos de América, creen que toda la sabiduría humana consiste en asegurarse la barriga, y sería atroz que por oírles demasiado, usted, honorable señor Ariel, cayese en la cándida y disparatada manía de poner su corazón y su cabeza al servicio de su barriga, cuando es tan lógico y tan bello y sabroso, poner el vientre, como un fiel y palurdo y obediente criado, al servicio de los príncipes cabeza y corazón.
     Pero ya para carta es bastante. Adios, suave, gordo y gracioso lechón mío. Quizás se me quede hoy algo en el tintero y quizás vuelva a escribirte pronto. Entretanto, conste que siento una nostalgia atroz de la grata sensación babosa que tu hociquito goloso solía producirme, resbalando como un trineo por sobre los encantos de mi rostro...




VOCABULARIO




  1.Puesto pies en polvorosa= Huir con precipitación y ligereza.

  2.Berrinche= Rabieta, enfado, pataleta.

  3.La edad del pavo= La adolescencia.

  4.San Juan= Ciudad capital de la isla de Puerto Rico (18° 29′ N 66° 08′ O ).

  5.Jayuya= Pequeño pueblo, cuna de Nemesio R. Canales, situado en 
la Cordillera Central de la isla de Puerto Rico  
     
  6.Endilgarte= Someter o encomendar  a otro algo desagradable.

  7.Aplastantes= Abrumadores, molestos, agobiantes.

  8.Pesada= Aburrida, latosa, insoportable.

  9.Cargado= Harto, colmado, saciado.

10.Palurdo= Tosco, rústico, ignorante.






viernes, 4 de julio de 2014

El 4 de Julio









EL 4 DE JULIO
(Artículo de 1920)

     Cuatro de Julio... Washington... El pueblo norteamericano se reúne hoy con la devoción de siempre a rendir el fervoroso homenaje a ese nombre y a esa fecha, que son como el monumento levantado, en edades ya remotas, a la majestad del pensamiento humano, por los descendientes de los perseguidos  del May Flower, que vinieran a las playas de un continente, casi desconocido entonces, a librar su conciencia del encadenamiento que los tiranos de su tiempo la querían sujetar. ¿Qué mejor homenaje a esta figura y a esta fecha que recordar algunas de las palabras en que sintetizó sus ideales políticos el prócer de la independencia americana?
     "Si yo pudiera abrigar el más ligero temor de que la constitución formulada en la Convención que he tenido el honor de presidir pudiera algún día poner en peligro los derechos religiosos de cualquier sociedad eclesiástica, ciertamente que no habría puesto jamás mi firma al pie de ella; y si yo pudiera ahora concebir que el Gobierno por ella establecido viniera a ser de tal modo administrado que volviese insegura la libertad de conciencia, os ruego no dudéis de que nadie se mostraría más celoso que yo mismo de levantar barreras contra los horrores de la tiranía espiritual."
     En aquel tiempo en que el caudillo escribió estas palabras, los hombres luchaban, hasta el enardecimiento y la persecución, por principios religiosos principalmente, y ya vemos con la claridad con que formula Washington su anatema contra toda suerte de actos que envolviesen el menor peligro para la libertad de conciencia. ¡Cuán lejos estaba de su pensamiento que había de llegar un día en que los hombres encargados del gobierno de su pueblo atropellasen y encadenasen la libertad de conciencia, no ya en los enardecimientos y fanatismos producidos por el fervor religioso, sino, aguijoneados por mezquinos intereses económicos!
     ¡Con qué mezcla de indignación y asombro habría acogido el prócer emancipador de Norte América la profesía de que en el seno de su mismo pueblo habrían de llegar a ser los mismos principios básicos de aquella Constitución que él y sus compañeros le legaron orgullosos a su raza, considerados como cosa subversiva y penable en boca de los disidentes económicos de hoy, herederos de los disidentes religiosos de ayer!
     Como una ironía de la historia, quizás en el momento en que atruena los aires el eco de las manifestaciones de entusiasmo que provoca el recuerdo del fundador de la independencia, la Convención del Partido Demócrata reunida en San Francisco habrá proclamado candidato a la presidencia de los Estados Unidos a Mr. Palmer, precisamente el hombre que más se pronuncia en los tiempos actuales como antítesis viva de todo lo que en materia de ejemplaridad cívica se destaca de la obra y de la personalidad que hoy conmemora Norte América.
     Mientras en todas las ciudades, hasta las más humildes, se rinde hoy culto a los principios de libertad encarnados en la noble y austera figura de Washington, aquel prócer que con tanta angustia se asomaba a la perspectiva del menor peligro para la majestad de la conciencia humana, muchos hombres, y entre ellos la figura mansa y evangélica de Eugenio Debs, están sepultados en sombríos y espantosos calabozos. ¿Qué delito cometieron estos hombres? No otro delito que el de manifestar en voz alta y sincera lo que pensaban acerca de la guerra. He ahí cómo las barreras que quiso poner Washington como salvaguardia de los gobernados contra la opresión de los gobernantes no fueron suficientes. La conciencia humana sigue encadenada... y seguirá estándolo mientras la igualdad política que introdujo la revolución francesa siga siendo sólo una ficción legal debajo de la cual es fácil descubrir la realidad innegable y espantable de un estado de vasallaje económico que fabrica parias en vez de ciudadanos.





VOCABULARIO    CONTEXTUAL





  1.Fervoroso= Efusivo, entusiasta, ardoroso.

  2.May Flower= Mayflower= Es el nombre del barco que transportó en 1620 a los llamados peregrinos desde Inglaterra hasta la costa de lo que hoy son los Estados Unidos de América.

  3.Enardecimientos= Pasión, entusiasmo, exaltación.

  4.Aguijoneados= Alentados, incitados, provocados.


  5.Mezquinos= Egoístas, ruines, indignos.

  6.Subversiva= Que intenta destruir el orden establecido.

  7.Penable= Que puede recibir pena o castigo.

  8.Encarnados= Dícese del que representa alguna idea, doctrina, etc.

 9.Eugenio Debs= Eugene Víctor Debs (1855-1926)= Fundador del Partido Socialista de los Estados Unidos y candidato a la presidencia de ese país en las elecciones de 1904, 1908, 1912 y 1920. En esta última recibió 915,000 (6%), a pesar de hallarse encarcelado bajo el cargo de sedición a causa de su oposición a la Primera Guerra Mundial.

10.Salvaguardia= Garantía, amparo, defensa.

11.Parias= Personas excluidas de las ventajas y derechos de que gozan las demás en la sociedad.









LAS NUEVAS IDEAS






LAS NUEVAS IDEAS
(Fragmento del artículo  La Dinamita en Nueva York  de 1913)


     Es un consuelo para los que nos estamos volviendo viejos en este oscuro y apartado rincón, donde el mero pensar en rectificaciones y avances en materia de costumbres se considera como un delito, el ver cómo, a pesar de los pesares, van triunfando en todas partes-¡hasta en Nueva York!- las ideas renovadoras e intrépidas de Nietzsche, de los Ibsen, de los Bernard Shaw. Ya que aquí no sentimos otras preocupaciones, otras inquietudes mentales que las que nacen del negocito y de la ramplona y cursi y cargante y eterna chismografía política, bueno es buscar de cuando en cuando un agujero, por donde asomarse a contemplar lo que pasa afuera. Y lo que pasa afuera es que el socialismo y el feminismo y otros cuantos ismos, de aquellos que nuestros abuelos cándidamente consideraban como delirios y aberraciones de la mente de algún candidato a presidio, van dando la batalla hasta en los más remotos rincones y quedándose con el mundo.



VOCABULARIO




1.Consuelo= Alivio de la pena. Gozo, alegría.

2.Rectificaciones= Acción de enmendar uno sus actos o su proceder.

3.A pesar de los pesares= Contra la fuerza o resistencia de las cosas. No obstante.

4.Renovadoras= Que reemplazan una cosa vieja por otra nueva.

5.Intrépidas= Arrojadas, que no temen a los peligros.

6.Inquietudes= Preocupaciones que quitan el sosiego, turban el reposo.

 7.Ramplona= Grosera, inculta, vulgar.

 8.Cursi= Que con apariencia de elegancia o riqueza es ridículo y de mal gusto.

 9.Cargante= Que molesta o incomoda.

10.Chismografía= Ocupación de traer y llevar chismes o noticias, para murmurar o sembrar cizaña.

11.Cándidamente= Con sencillez, con ingenuidad.

12.Delirios= Despropósitos, disparates.

13.Aberraciones= Desvíos, errores del entendimiento.