martes, 31 de mayo de 2016

LA EPOPEYA DE YUDENITCH: NUEVA Y RUIDOSA CAIDA DE PETROGRADO






LA EPOPEYA DE YUDENITCH:
NUEVA Y RUIDOSA CAIDA DE PETROGRADO
(Artículo de 1919)




     Ahora sí que cae. Ahora sí que va de veras lo de la toma de Petrogrado. Esto era lo que decía todo el mundo cuando la gran factoría de bolegramas de Helsingfors volvió a hacer circular por el mundo el estrepitoso anuncio de que el gran Yudenitch, a la cabeza de un formidable ejército cosaco, había salido a conquistar Petrogrado. Y hasta los más incrédulos se rindieron cuando la Asociada nos comunicó poco después que oficialmente se había dado al público en la Bolsa de París la sensacional noticia de que, por fin, la ciudad pontifical del bolshevismo se había rendido. ¡Qué de alborozo, qué de grandes letreros deslumbradores en los periódicos gordos cuya alma de tocino está toda en los anuncios...!
     ¡Por fin! ¡Por fin! bajo los cascos épicos de los piafantes caballos y al resplandor de las redentoras bayonetas cosacas, iba a florecer, en el suelo de la ciudad imperial, el dulce, el arcádico, el inefable reino de abundancia, de paz, de fraternidad, de dicha que, bajo el amparo protector de la Ley y del Orden, reserva la democracia occidental, nuestra alba y pura y limpia democracia (véase el caso de Hungría) a los pueblos arrancados al yugo del odiado bolshevismo.
     Y se celebraron concilios, y se nombró al que había de ser Gobernador de la ciudad rendida, y se hizo la lista de los funcionarios principales del nuevo gobierno; y hasta se calculó lo que, en bien de la felicidad de los habitantes libertados, había de hacérseles pagar incontinenti en forma de un impuesto especial para el ejército libertador.
     Pero, apenas habíamos tenido tiempo de saborear este nuevo condumio, otra vez tenemos que apechugar con la dura realidad, la que, en lugar de la toma de Petrogrado, nos presenta ¡ay! a esta ciudad muerta de risa al presenciar, no ya la derrota, sino ¡el copo y la captura, por el ejército rojo, del propio ejército del gran Yudenitch!
     ¿Hasta cuándo nos seguirán tomando el pelo esos fabricantes de noticiones aposentados en Helsingfors? ¿Y cómo el mundo tolera por tantísimo tiempo que los grandes diarios le engañen sistemáticamente con tan cínico menosprecio de la verdad?
     Lo que acaba de pasar con Yudenitch no es más que la repetición, aunque en una forma más sensacional, de la epopeya de Koltchack. Todos los días se nos anunciaba que Koltchack avanzaba con irresistible empuje sobre los desmoralizados y aterrados bolsheviques, que iban de retirada en retirada. Pero luego resultó que había habido un pequeño error de información... que en realidad el que no había ganado para sustos y retiradas desde que comenzó la campaña era Koltchack. Pero las tragaderas del público son infinitas. Ya veréis cómo antes de quince días se nos prepara otra bola y nos la volvemos a tragar. Y si esto sucede con noticias de operaciones miltares de tal calibre ¿qué no ocurrirá con las noticias --menos fáciles de comprobar-- que se han hecho circular profusamente acerca de las fechorías bolsheviques? Si el mundo fuera nada más que un poco sensato ¿qué crédito le iba a dar a estos informes propagados por gentes cuyo colosal cinismo les permite todos los días convertir las retiradas en avances y al capturado en capturador?
     Estokolmo y Helsingfors, los dos grandes hornos donde se fraguan los noticiones antibolsheviques son hoy, prácticamente rusa la una y alemana la otra. En la primera, en Estokolmo, residen los principales miembros de la nobleza, plutocracia y burocracia de tiempos del zar, grandes señores feudales todos, que no se resignan de ningún modo a la pérdida de sus enormes privilegios sobre las tierras y las almas de Rusia. Y en la segunda, en Helsingfors, tenemos instalados, por obra y gracia de las bayonetas alemanas, a los malhechores más sanguinarios que hubo jamás sobre la tierra. ¡Y es a estos dos centros de información a los que hemos dado la delicada y trascendental misión de enterar al mundo de lo que pasa hoy en Rusia!




VOCABULARIO




  1,Yudenitch= Nicolái Nicoláyevich Yudénich (1862-1933)= Militar ruso, uno de los líderes del Movimiento Blanco durante la Guerra Civil Rusa. Dirigió las fuerzas antibolsheviques del Báltico y comandó sin éxito un avance sobre Petrogrado (hoy San Petersburgo) con el apoyo británico.

  2.Petrogrado= Ciudad rusa fundada por el zar Pedro el Grande en 1703. Entre 1924 y 1991 fue conocida como Leningrado y a partir de entonces como Petersburgo.

  3.Factoría de bolegramas= Se usa en reemplazo de cablegramas para indicar con sarcasmo que en lugar de noticias se producen "bolas", es decir, mentiras, rumores falsos o infundios.

  4.Helsingfors= Helsinki= Ciudad capital de Finlandia.

  5.Estrepitoso= Aparatoso, ostentoso, pomposo.

  6.Asociada= Prensa Asociada= Agencia de noticias estadounidense fundada en 1846.

  7.Ciudad pontifical del bolshevismo= Fue en Petrogrado donde se vieron los primeros movimientos de la Revolución Rusa y en donde se destituyó al zar Nicolás II y se instaló un gobierno provisional.

  8.Arcádico= Idílico, paradisíaco, ideal.

  9.Condumio= Comida.

10.Apechugar= Afrontar, aceptar, consentir.

11.Noticiones= Noticias sensacionalistas o poco dignas de crédito.

12.Koltchack= Alesandr Vasilievich Kolchak (1874-1920)= Militar ruso que dirigió durante la Guerra Civil Rusa el movimiento antibolshevique conocido como Movimiento Blanco.

13.Tragaderas= Facilidad de creer cualquier cosa.

14.Bola= Ver núm. 3.






viernes, 20 de mayo de 2016

EL IMPERIALISMO EN LA CHINA






EL IMPERIALISMO EN LA CHINA
(Artículo de 1919)



     El nuevo embajador nombrado por el Japón para representarle en los Estados Unidos ha hecho un discurso hace poco en el que ha tocado, aunque de soslayo, la cuestión de Shantung. Por la Prensa Asociada sabemos que el nuevo Embajador japonés ha dicho: "El Japón iniciará negociaciones con China para la devolución a este país de la soberanía política y territorial de Shantung, veinticuatro horas después que sea ratificado el Tratado."
     Fíjese el lector que este cuco Embajador no dice nada de las concesiones económicas de que goza el Japón en Shantung. ¿Y qué vale la soberanía política sin la soberanía económica? ¿De qué vale que le devuelvan a China la cáscara de la naranja dejando en manos del Japón toda la pulpa? ¿Quién ignora que el dueño de un país no es el que lo gobierna ostensiblemente desde un palacio, sino el que posee y maneja sus fuentes de producción?
     Bueno es fijarse bien en este asuntito de las diferencias entre el Japón y la China, porque en él encontramos a la mano, a poco que escarbemos, descubrimientos muy curiosos e instructivos.
     Se ha hablado mucho en el mundo acerca de la debilidad de los Poderes aliados al permitirle al Japón se tragara bonitamente un pedazo de China. Y para explicar esta debilidad, se ha alegado que hubo que ceder a las exigencias del Japón para lograr su adhesión a la Liga de Naciones. Pero de lo que nadie ha hablado una palabra en la prensa grande es, precisamente, de lo que constituye el nudo y la clave de todo el embrollo.
     ¿Han olvidado ustedes aquello de las "esferas de influencia" que la diplomacia mundial barajaba tanto antes de la guerra? Pues bien, en estas "esferas de influencia" es que encontramos la madre del cordero. Las grandes naciones de Europa se habían ido introduciendo en China y apoderándose de ella por medio de las consabidas esferas. Estas grandes naciones fueron por consiguiente las primeras en dar comienzo al proceso de engullirse a China. Alemania llegó retrasada al banquete, y al apoderarse de Shantung no hizo más que seguir el ejemplo que hacía muchos años le estaban dando Inglaterra y Francia. ¿Cómo pedirle, pues, al imperialismo francés e inglés que rechazase las demandas japonesas en Shantung, poniéndose en peligro ellos también de soltar sus presas?
     Un mapa de China donde estuviesen marcadas las susodichas esferas de influencia que poseen en este país Inglaterra, Francia y el Japón, nos convencería en seguida de que todo el Celeste Imperio, a excepción de cuatro provincias, está bajo el domino extranjero. La esfera inglesa se extiende desde el Tibet al Oeste hasta los mares del Este: ésta es la más grande de las esferas extranjeras. La esfera del Japón abarca a Korea, Shantung, Manchuria y la isla de Formosa. La de Francia cubre dos provincias importantes que colindan con Indo-China. Las tres potencias juntas tienen, pues, bajo su dominio, casi la mitad de China, de acuerdo con tratados muy correctos y elocuentes en que lo único que falta es el consentimiento de la China.
     Ahora se espera de nosotros, los espectadores neutrales de estos negocitos, que creamos de buena fe en la posibilidad de que estos tres imperialismos juntos, tan luego como se reúnan fraternalmente en el seno de la Liga de Naciones, le habrán de hacer "justicia" a China en el asunto de Shantung, cuando se ratifique el Tratado de Paz. Pero para creer en la posibilidad de este milagro habría que olvidar que esta promesa que el Embajador japonés le hace ahora a China, es la misma que le hizo Inglaterra a Egipto, sin embargo de las cuales tanto Korea como Egipto se encuentran ahora bajo las bayonetas de las potencias prometedoras.
     Además, ¿cómo va uno a creer que así como así el Japón ha de ser tan tonto que entregue esa tajada de Shantung a la China dejando al mismo tiempo al imperialismo de las otras dos potencias aliadas en posesión pacífica de sus dos enormes "esferas" en China? Precisamente, si el Japón se hizo una potencia imperialista, armándose hasta los dientes, fue a causa del peligro que para ella representaba la expansión del imperialismo inglés y francés en Asia. Para el Japón no había más que uno de estos dos caminos, o esperar resignada la suerte misma de los chinos, o apresurarse a convertirse en un poder imperialista ella también.
     El problema de China es el mismo de todos los pueblos débiles del mundo. Su única esperanza está en sí misma y en la fuerza que pueda desarrollar para luchar con los explotadores extranjeros, sin prestar oído a las falaces promesas de una diplomacia solapada y embustera que ha hecho del arte de la mentira una profesión. Para poner fin a estos gatuperios, a esas rapiñas internacionales que constituyen tan corruptor espectáculo para las generaciones jóvenes, no queda otra esperanza que la del despertar de los trabajadores del mundo, que son los que han prestado la sumisa espalda para que sobre ellos se alce, voraz y sanguinario, el monstruo del imperialismo mundial. Este imperialismo no es francés, ni inglés, ni americano, ni japonés, ni alemán. Es de todas partes, y se disfraza en todas partes con el color nacional más conveniente, pero ya es sabido que para él no existen naciones, ni hombres, ni principios, sino mercados donde cebarse y hombres ignorantes que, al conjuro de un himno patriótico cualquiera, se presten a matar y a dejarse matar en la conquista de dichos mercados.




VOCABULARIO




  1.Liga de Naciones= Conocida también como Sociedad de Naciones fue un organismo internacional creado por el Tratado de Vesalles, el 28 de junio de 1919. Fue disuelta tras finalizar la Segunda Guerra Mundial siendo sucedida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

  2.El nudo y la clave= La principal dificultad y la idea por la cual se hace comprensible algo que era enigmático.

  3.La madre del cordero= Par indicar la razón real de un hecho.

  4.Gatuperios= Embrollos, intrigas, chanchullos.





martes, 10 de mayo de 2016

LAS VICISITUDES DE KOLTCHACK






LAS VICISITUDES DE KOLTCHACK
(Artículo de 1919)



     Si hubiera necesidad de una pueba más para convencer a los más incrédulos de la campaña colosal de mentiras cablegráficas que se ha venido llevando a cabo sistemáticamente para engañar al mundo en todo cuanto afecta a los asuntos de Rusia, ninguna mejor que la que nos proporciona el caso del gran Koltchack.
     Este gran Koltchack se nos presentaba como el ídolo del pueblo ruso, que iba a salvar a su patria de los horrores del régimen bolshevique. Se nos decía que era un perfecto tipo de gobernante demócrata y se nos garantizaba que era su empuje tan irresistible que sólo tardaría unas semanas en llegar victorioso hasta Moscow. Y diariamente se nos obsequiaba con noticias de estupendas victorias en que las tropas de Lenine aparecían sufriendo pérdidas y más pérdidas de hombres y bagajes y corriendo como liebres perseguidas por el héroe inmaculado.
     Pero, como mientras más vuelo se le trataba de dar artificialmente al héroe (y a los empréstitos para el héroe en Francia, Inglaterra y Estados Unidos) más y más feos se iban poniendo los asuntos del héroe en el campo de batalla, al fin no se pudo más seguir tapando el cielo con la mano y ahora empiezan, de una manera intermitente, brusca y bufa, a saberse pedacitos de verdad.
     De lo poquito que se sabe resulta ahora que el héroe en lugar de avanzar retrocedía, que en lugar de pegar se le pegaba y que en vez de estar tocando ya en las puertas de Moscow ha ido a parar, de retirada en retirada, hasta Vladivostock.
     Y eso que el héroe tenía en sus manos recursos extraordinarios. Hombres, dinero, víveres, material de guerra: todo lo que la fuerza combinada de las grandes potencias que se llaman Francia, Inglaterra, Italia, Japón y Estados Unidos puede significar. Y frente a él, los soldados improvisados de los bolsheviques, que no sólo no tenían auxilio alguno del exterior, sino que al contrario, sufrían estoicamente el bárbaro suplicio del bloqueo que viene hace tiempo condenando a los horrores del hambre a los ancianos, mujeres y niños del trágico pueblo.
     Pues bien, el milagro que hicieron un tiempo los soldados franceses que defendían las ideas republicanas contra la Europa coligada, parece que se ha repetido, magnificado ahora. No obstante la increíble desigualdad de la lucha, el amor a la libertad a inflamado de tan prodigiosa manera estas huestes desnudas y hambrientas de la revolución, que ya hemos visto cómo ante ellas las formidables máquinas de guerra de tantas naciones fuertes se han ido desmoronando una tras otra. Algún día, cuando esta crisis sanguinaria y reaccionaria haya pasado del todo, no faltará un Homero que nos narre esta nueva, sublime epopeya.
     Cuanto a los sentimientos demócratas de Koltchack, cedemos la palabra  a "L 'Humanité" de París, periódico radical, pero nada adicto al bolshevismo:

"Siempre ha estado en el Poder, ha encarcelado a los mensheviques (socialistas moderados) indistintamente con los bolsheviques. Ha suprimido toda la prensa de oposición, ha destruido todas las uniones obreras y fusilado a innumerables trabajadores. A los miembros de la Asamblea Nacional (la misma que fue disuelta por Lenine) encarceló a todos los que pudo atrapar y fusiló a dos de los más conspicuos. Puesto que por confesión de los mismos Bowrtseos y Savinkovs (agentes de Koltchack), no hay hoy otra alternativa que entre Koltchack y Lenine, entre la reacción y el bolshevismo, nos declaramos por Lenine, y al escoger el último, seguros estamos de que pensamos de acuerdo con todos los demócratas de Rusia. Aun aquellos que son enemigos de los bolsheviques preferirían sin duda alguna "la dictadura del trabajador" a la sanguinaria y brutal dictadura militar de los Koltchack y los Krasnovs".

     ¡Oh, el gran Koltchack! Era ídolo del pueblo ruso, según la prensa jingoísta, y resulta que hasta entre la misma gente campesina de Siberia se le odia mortalmente, como lo prueban las deserciones frecuentes y enormes que viene sufriendo. En cambio, los bolsheviques, que según esa misma prensa, eran abominados por el pueblo y sólo se sostenían a fuerza de bayoneta, gozan de tal arraigo en la opinión, que bajo su bandera se agrupan ya todos los rusos de todas las denominaciones --con la sola excepción de los miembros de la antigua clase gobernante-- y sólo así se explica que hayan podido resistir el bloqueo y el ataque armado de tantas naciones. Y ahora viene bien preguntar: después que el pueblo ruso en masa ha demostrado tan firme adhesión al nuevo régimen de los "Soviets", ¿es necesario ser bolshevique para condenar la torpe intromisión en los asuntos intestinos de Rusia que viene practicándose en el Museo Arqueológico de Versalles? ¿No basta ser demócrata de veras para sentir indignación ante esa tortuosa política de Santa Alianza que se empeña en hacerle tragar, a cañonazos, a más de cien millones de seres humanos, la repulsiva restauración zarista encarnada en los Koltchack, Denikin y compañía? Nosotros, que fuimos a la pelea con Alemania sólo "con el fin de asegurar el mundo para la democracia"... ¡bonita clase de democracia es la que estamos implantando en alianza fraternal de bloqueo y de cañón con los archiduques de Austria y los cosacos rusos! No; si no hubiera para nuestros hijos la vislumbre de otra democracia, habría que renegar tanto de la que conocemos, que sin vacilar nos haríamos feroces absolutistas y por todo el resto de la vida viviríamos predicando, como única norma posible de conducta para con nuestros semejantes, el culto, más o menos disfrazado, del medro personal, a base de ganzúa, de garrote y puñal.



VOCABULARIO



  1.Koltchack= Aleksandr Vasilievich Koltchack (1874-1920)= Militar ruso, caudillo del movimiento antibolchevique conocido como Movimiento Blanco durante la Guerra Civil Rusa que dirigió en Siberia un gobierno opuesto al de Lenín desde noviembre de 1918 a febrero de 1920.

  2.Brusca y bufa= De manera repentina, grotesca y burda.

  3.Jingoísta= Partidario de la patriotería exaltada y que propugna la agresión contra otras naciones.

  4.Denikin= Antón Ivánovich Denikin (1872-1947)= Militar ruso, fue uno de los principales líderes del contrarrevolucionario Movimiento Blanco.

  5.Ganzúa, garrote y puñal= Las herramientas en vez de las acciones; robo, violencia y traición.