martes, 31 de enero de 2017

AL BORDE DE LA GUERRA






AL BORDE DE LA GUERRA
(Artículo de 1922)




     Se han trocado los papeles. Antes cuando las trifulcas entre Francia y Alemania con motivo de las reparaciones, Inglaterra, por conducto de Lloyd George, terciaba en la contienda para dulcificar la actitud de Francia y evitar que un paso agresivo de ésta pusiese en peligro la paz europea.
     Pero surge el conflicto greco-turco y amenaza Kemal Pasha llevar sus armas victoriosas más allá de donde le conviene a Inglaterra, y es ésta ahora la que adopta la actitud belicosa y trata de que haya gresca. Como que los diarios franceses más conspicuos emplean ahora contra las pretensiones bélicas de Inglaterra las mismas, exactamente las mismas frases con que la diplomacia inglesa intentaba disuadir a Francia de sus medidas violentas contra Alemania.
     Se ve, pues, que ni en uno ni en otro caso las admoniciones pacifistas se han inspirado en un verdadero anhelo de evitar a todo trance la guerra y conducir al mundo por caminos distintos de los que han seguido hasta hoy, sino que entonces los estadistas ingleses y hoy los franceses sólo tenían y tienen en cuenta, para inclinarse en sentido favorable o contrario a la guerra, los intereses de momento de cada nación. ¿Convenía al comercio inglés que se dejara en paz a Alemania porque sin la industria alemana en apogeo la inglesa anda coja? Pues a influir sobre Francia para evitar que invada el Rhin y provoque un estallido revolucionario y un caos económico-político en Alemania. ¿Les conviene ahora a los franceses que se deje en paz a los turcos, entre otras razones para no complicar con una contienda oriental su pleito con Alemania que ella cree primordial? Pues, señora Inglaterra, aquiétese, no desenvaine aún su espada llevándolo todo a la tremenda, que de un mal paso suyo depende que se arme una sarracina tal que nos precipite a todos otra vez en los horrores de una guerra universal.
     Total, que por no llevar a la dirección suprema de los asuntos mundiales un criterio que se diferencie en algo del que sirve para las diarias y pedestres riñas que engendra la competencia mercantil en sus aspectos más sórdidos y brutales, estamos otra vez al borde de una catástrofe mundial cuyas colosales perspectivas de exterminio nadie puede prever.
     Parece mentira que aún no transcurridos cuatro años completos desde que se firmó el armisticio que puso fin a la Gran Guerra, ya estemos otra vez leyendo cables que parecen una reproducción de lo que leíamos a raíz del conflicto austro-serbio que dió lugar a aquella gigantesca conflagración. Véase la muestra:

     "Londres, sept. 19.--El gobierno ha dado instrucciones para que todas las fábricas de municiones del reino trabajen durante 24 horas al día hasta el límite de su capacidad, preparándose para hacer frente a los turcos en caso necesario."

     De modo que toda la sangre vertida, los millones de hombres sacrificados en nombre de estúpidas rivalidades de mercachifles, la miseria de tantas familias que se vieron reducidas a la más espantosa indigencia, el dolor de tantas madres y viudas y huérfanos, la mutilación en masa de tanto cuerpo joven que ahora no tiene otra perspectiva que el arrastrar su inútil y lisiada humanidad por calles y hospitales; todo ese pavoroso conjunto de miserias, degradaciones y crímenes que convirtió al mundo durante cuatro años en un inmenso, repulsivo hervidero de odios y de sangre, no valió nada, no sirvió de nada, no les enseñó nada a los trágicos polichinelas que con sus torpes y viles maquinaciones y enredos dan lugar, cada cierto tiempo, a estas grandes catástrofes cuyas consecuencias pesan sobre toda la humanidad.
     ¿Por qué pelean los turcos hoy? Por recobrar parte, sólo una parte, de lo que les robaron las grandes naciones. Allí, en su territorio, todas tienen una tajada: Francia, la Siria, Inglaterra, Palestina, y Mesopotamia; Grecia, la Tracia, etcétera. Y aunque hoy los turcos sólo aspiran a rescatar la parte que les arrebató Grecia, nadie ignora que detrás de Grecia está el capitalista inglés, cuyo oro está ya invertido en esta y aquella especulación a base del dominio griego en la Tracia. Y ahí está la madre del cordero. Tocar a Grecia es tocar al capitalista inglés y tocar a éste es tocar a toda la maquinaria política inglesa. ¡Oh, antes la guerra, antes toda la sangre de toda la juventud de diez generaciones, antes el hundimiento universal, que permitir que sufra la más leve merma en sus sagradas rentas el ventrirredondo señor cuya fétida ambición de medro hace una guerra que pelean por él los demás. A esa guerra nunca va él; va el joven, el joven de taller, de arado y de universidad; precisamente todos aquellos que menos parte tomaron en la aventura criminal de ratería que provocó el conflicto.
     ¡Qué irrisión! Precisamente los inútiles, aquéllos que sólo están en el mundo para servirles a sus meros instintos --instintos de nutrición y de adquisividad--, aquéllos en cuya alma aún no ha amanecido ni con un tenue destello el sol de una conciencia integral, los trogloditas del pensamiento que a fuerza de ensanchar, acomodar y cebar su personalidad física deprimen, saquean, deforman y aniquilan su personalidad moral e intelectual, esos son los que fulminan a su antojo el rayo de la guerra. Truena el cañón, retumba la metralla, avanzan lívidos pero resueltos unos hombres contra otros hombres; la espantosa refriega ha comenzado. Y ellos, los trogloditas famélicos de oro que preparan la hecatombe, ¿dónde están? Pues en cualquiera parte menos allí donde triunfa la muerte. A la muerte van otros cantando el "Tipperary", mientras ellos, repantigados en un gran butacón, chupan plácidamente su espléndido habano...



VOCABULARIO



  1.Dulcificar= Mitigar, atenuar, suavizar.

  2.Kemal Pasha= Mustafa Kemal Atatürk (1881-1938)= Militar y estadista turco, fue el fundador y primer presidente de la moderna República de Turquía.

  3.Gresca= Disputas, contiendas, trifulcas.

  4.A todo trance= De manera resuelta y decidida.

  5.Llevándolo todo a la tremenda= De modo desconsiderado y violento de tratar de resolver algún asunto.

  6.Sarracina= Palabra de origen árabe que significa una contienda entre muchos, especialmente cuando es horrenda y confusa.

  7.Pedestres= Vulgares, burdas, ordinarias.

  8.Sórdidos= Mezquinos, ruines, miserables.

  9.Gran Guerra= Llamada así hasta 1939 y a partir de entonces como la Primera Guerra Mundial, fue un conflicto bélico iniciado el 28 de julio de 1914 y finalizado el 11 de noviembre de 1918.

10.Mercachifles= Término despectivo para señalar a mercaderes de poca importancia.

11.Trágicos= Infaustos, desgraciados, infelices.

12.Polichinelas= Payasos, bufones, títeres. El término proviene de los personajes burlescos de las farsas de Paolo Cinelli, comediante italiano del siglo XVI.

13.La madre del cordero= La causa verdadera, el meollo de una cuestión.

14.Irrisión= Burla con que se provoca a risa a causa de algo.

15.Trogloditas= Personas brutas, crueles o muy toscas.

16.Fulminan= Que lanzan o proyectan a manera de rayo.

17.Famélicos= Hambrientos o muy deseosos de algo.

18.Hecatombe= Catástrofe o desastre con numerosas víctimas y grandes pérdidas.

19.Tipperary= Canción irlandesa que habla del amor a la novia y a la patria. Compuesta en 1913 por el inglés Jack Judge, estuvo muy de moda entre los combatientes de la Primera Guerra Mundial, por su sentimentalismo nostálgico.

20.Repantigados= Arrellanados y extendidos en el asiento para mayor comodidad.





domingo, 22 de enero de 2017

LA TROMPADA DE LONDRES






LA TROMPADA DE LONDRES
(Artículo de 1922)



     Pero hay un asunto, un suceso mundial que todavía preocupa más a los hombres de hoy que el de Génova. No reseñarlo en esta crónica sería imperdonable. A la sensibilidad social y política de la gran mayoría de los hombres no le dice nada eso de si puede o no puede llegarse por fin a un acuerdo entre las grandes naciones del mundo que garantice la restauración económica y la paz. Pero... ¡ah! que no se miente a Dempsey, que no se susurre siquiera el nombre de Carpentier, porque... ¡oh entonces! ¡entonces sí que no queda títere con cabeza! ¿Es o no éste, pues, un suceso mundial extraordinario y estupefaciente que no es posible dejar en el tintero? Seamos respetuosos con la realidad, con esta realidad actual que hace héroes de los trompeadores, al paso que deja casi en la noche del anónimo al autor de la teoría de la relatividad; y digamos ya de la trompada de Carpentier. Sí, fue en Londres hace sólo unos días. Dió comienzo la lucha. Lewis era el audaz adversario del gallo francés. Silencio... 
                     Queda en expectación la concurrencia.
                     Con silencio profundo.
     ¡Diablo! Carpentier es ágil, pero ese Lewis es fuerte como un toro. Los resuellos se encogen. Pasa un segundo, pasan dos, pasan tres. ¡¡Sensación!! Todo el mundo se levanta. ¿Qué sucede? Lewis ha sido derribado. Derribado como por un rayo por una bofetada enorme, inmensa, homérica, inmortal, que le administró en la quijada el héroe francés. Sombreros al aire. ¡Viva el progreso! ¡Viva la civilización! ¡Viva la humanidad trompeante!




VOCABULARIO




  1.Trompada= Golpe que algunos animales dan con la trompa u hocico. Esta calificación --que está cargada del mayor sabor posible a animalidad-- no sólo se utiliza para describir los golpes de una pelea de boxeo, sino para deribar otras palabras; trompeador, trompeante, que envuelven al episodio narrado en una atmósfera de brutalidad.

  2.Dempsey= Jack Dempsey= William Harrison Dempsey (1895-1983)= Boxeador estadounidense del peso pesado, categoría de la que fue campeón mundial.

  3.Carpentier= Georges Carpentier (1874-1975)= Boxeador francés del peso pesado y del peso semipesado, categoría de la que fue campeón mundial.

  4.¡Entonces sí que no queda títere con cabeza!= Expresión que se refiere a la destrucción completa y minuciosa de alguna cosa.

  5.Estupefaciente= Que aletarga, insensibiliza.

  6.En la noche del anónimo= Ignorado, desconocido.

  7.Homérica= Épica, extraordinaria, tremenda.







jueves, 12 de enero de 2017

LA CONFERENCIA DE LONDRES






LA CONFERENCIA DE LONDRES
(Artículo de 1922)



     Otra y van mil. ¿Cuántas conferencias llevamos ya desde las famosas de Versalles a raíz del armisticio? Y todas para tratar de lo mismo, de poner fin al caos financiero que existe en Europa y buscar una fórmula internacional de reajuste de relaciones comerciales y políticas que acabe con la continua amenaza de unos países por otros y permita reducir los ruinosos armamentos militares que gravitan hoy sobre la mayor parte de las naciones del mundo.
     Y mientras más conferencias se celebran, más se enreda la madeja y se complican y dificultan los problemas. ¿A qué se debe tan raro espectáculo? No hay más que una respuesta: se debe a la incapacidad de los hombres que manejan hoy, en calidad de premiers, los destinos del mundo.
     A estos hombres se les viene advirtiendo desde Versalles que el camino de represalias y de intriguillas que seguían era de perdición para todos, y no hicieron caso.
     Mentalidades superiores como Keynes, como Brashford, como France y Shaw, no han cesado de escribir artículos y libros señalando el peligro, demostrando que no había más que un camino a seguir, el de abandonar toda tentativa de represalia y toda suerte de ínfulas de vencedor, y en vez de pretender aplastar a Alemania y a Rusia, contar con ellas como factores indispensables para la reconstrucción económica y política y tratarlas generosamente, aliviando en lugar de recargando sus ya enormes gravámenes y cooperando todas en una faena común de cicatrización y mejoramiento.
     El mundo está tan mal --decían estos hombres--, los cuatro años de guerra han producido una catástrofe de tan tremendas proporciones, que sólo un esfuerzo común, tan gigantesco y unánime como fue la conmoción de la guerra, puede volvernos a la normalidad.
     Y ellos, y otros en cada uno de los grandes países, predicaban, predicaban, sin que se les cayera de la boca jamás la palabra cooperación. Hay que olvidarlo todo, que cancelarlo todo, que borrar toda línea ideológica de demarcación nacionalista, y toda suspicacia y todo odio y toda tentativa de volver a las andadas en cuanto a las malas artes diplomáticas, que hacen de cada nación un centro de piratería y rivalidades incompatibles con el estado actual del mundo, y hombro con hombro emprender resueltamente la marcha sobre un nuevo y más alto plano de solidaridad universal.
     Pero los Maese Pedro que movían sus muñecos en el tablero internacional se encogían de hombros y seguían erre que erre su torpe juego de maniobras encaminadas al aplastamiento del enemigo y de componendas y chanchullos entre ellos. Y el resultado no se hizo esperar. Todo cuanto apunta Keynes en su magistral obra de crítica político-económica se ha venido relizando al pie de la letra, como si el genio mismo de la Historia le hubiera ido diciendo al oído lo que iba a pasar.
     Hoy ya no queda, de aquellos Grandes Tres que pusieron sus torpes manos en el Tratado de Versalles, la primera jornada en la ruta del desastre, sino uno, ese tornátil y escurridizo Lloyd George que ha sido el primero de los jefes de gobierno en darse cuenta --aunque de la manera oscura que cuadra a su complexión de hombre de medianos alcances intelectuales (aunque de extraordinaria astucia para los manejos políticos cotidianos)-- de que la rectificación radical de aquella política ratonil, agresiva y egoísta de Versalles, es de una urgente necesidad.
     Pero cuando ha querido volver atrás, se ha encontrado cohibido y amarrado por los mismos contubernios fraguados dentro de su política anterior y así le vemos ceder constantemente ante Poincaré --representante neto del reaccionarismo nacionalista y fiero de Clemenceau--; y como a cada nueva Conferencia abortada corresponde una realidad mundial más sombría, de ahí que se salte de Washington a Génova y de Génova a la Haya y de ésta a Londres, en un loco afán de arreglar las cosas sin tener que despojarse de los absurdos privilegios de predominio y de exterminio que la debilidad de Wilson dejó cristalizar en el infame documento que se llama Tratado o Pacto de Versalles.
     ¿Qué pasará en la Conferencia de Londres? Puede pasar que a última hora se logre de Poincaré que suavice el rigor de sus medidas contra Alemania, pero aun en el supuesto, casi inverosímil, de que esto se lograra ¿qué vale un paliativo en un caso de crisis tan honda y aguda como la presente? Se retrasará, quizás, la catástrofe, pero no se evitará.
     Con países armados hasta los dientes en el seno de pueblos en bancarrota, con los tremendos odios nacionalistas entre estos pueblos recrudecidos en vez de aminorados por sus hombres directores, con pulpos industriales y bancarios en constantes maquinaciones para llegar primero a esta presa, o a la de más allá, con una Alemania perseguida y acorralada sin tregua hasta la desesperación y una Rusia a la que no se le permite otra divisa que la de morir o vencer... imaginaos si es posible que pase mucho tiempo sin que volvamos a vivir bajo el fatídico imperio de las bayonetas, los cañones, las ametralladoras, los torpedos, las bombas, y las mil y quinientas abominaciones que la inmensa imbecilidad de los hombres ha creado para su propia destrucción.
     Nueve civilizaciones tan arrogantes, tan florecientes como ésta que vivimos, han perecido en la historia del mundo. La nuestra es una más que corre al abismo empujada por los siniestros Maese Pedros que se llaman Poincaré, Lloyd George, Hughes, Orlando, y demás hombresitos de media cuchara que la pobre e insensata bestia humana ha puesto al frente de sus asuntos capitales de vida y muerte. O viene la guerra y con ella el exterminio total del mundo civilizado, o la revolución se anticipa a la guerra y sobre los escombros de lo viejo se empieza de veras la edificación de una nueva estructura social de donde quede eliminado para siempre el monstruo de la competencia engendrador del monstruo del militarismo. ¡Maldito monstruo en cuyas sanguinarias entrañas se agazapa la muerte!



VOCABULARIO



  1.Gravitan= Que abruman, oprimen, agobian.

 2.Intriguillas= Enredos y embrollos que se hacen con astucia y ocultamente para lograr algún objetivo.

 3.Keynes= John Maynard Keynes (1883-1946)= Economista británico, considerado como uno de los más influyentes del siglo XX. Planteó que el sistema capitalista no tiende a un equilibrio de pleno empleo de los factores productivos, sino hacia un equilibrio que sólo de forma accidental coincidirá con el pleno empleo.

 4.France= Anatole François Thibault (1844-1924)= Conocido con el sobrenombre de Anatole France, fue un escritor francés, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1921. Tomó partido en 1919 contra el Tratado de Versalles (Contra una Paz injusta, que publicó l'Humanité el 22 de julio de 1919).

 5.Shaw= George Bernard Shaw (1856-1950)= Escritor irlandés, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1925. Fue un socialista notable y destacado miembro de la Sociedad Fabiana, que buscaba la transformación de la sociedad a través de métodos no revolucionarios.

  6.Sin que se les cayera de la boca= Se usa para indicar que se repite algo con mucha frecuencia.

  7.Volver a las andadas= Reincidir en una mala conducta.

  8.Maese Pedros= Se refiere al titiritero que aparece en los capítulos XXV y XXVI de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra.

 9.Erre que erre= Porfiadamente, tercamente, obstinadamente.

10.Obra crítica político-económica= Las Consecuencias Económicas de la Paz.

11.Grandes Tres= Raymond Poincaré (1860-1934 Primer Ministro de Francia de 1922 a 1924, Vittorio Emanuele Orlando (1860-1952), Presidente del Consejo de Ministros de Italia de 1917 a 1919 y David Lloyd George (1863-1945), Primer Ministro del Reino Unido de 1916 a 1922.

12.Tornátil= Que cambia o varía de opinión con facilidad.

13.Escurridizo= Que esquiva los riesgos o dificultades.

14.Contubernios= Alianzas vituperables.

15.Wilson= Thomas Woodrow Wilson (1856-1924)= Vigésimo octavo Presidente de los Estados Unidos.

16.Cristalizar= Tomar forma clara y precisa las ideas o deseos.

17.Divisa= Forma de conducta que una persona o un grupo de personas asumen como norma.

18.De media cuchara= Persona de mediano entendimiento en cualquier arte.






lunes, 2 de enero de 2017

LA CONFERENCIA DE GENOVA






LA CONFERENCIA DE GENOVA
(Artículo de 1922)



     Desde la famosa paz de Versalles los estadistas de Europa han celebrado tantas conferencias que ya se hace difícil llevar la cuenta. San Remo, Hythe, Boulogne, Bruselas, Londres, Spa, París, Cannes: cada uno de estos nombres marca un momento del drama terrible de desequilibrio que se inició en el mundo tan pronto los Grandes Cuatro declararon terminada en Versalles su labor insensata de reorganización, no a base del olvido y cooperación que diseñaban los principios wilsonianos (que él fué el primero en pisotear), sino a base de ambiciones sórdidas y de rencores de gorila que hicieron más negro el pavoroso cuadro de incomprensión, de barbarie y de sangre, de odio y de miseria, que presenta Europa al terminar la guerra.
     ¿Y en qué se diferencia esta conferencia de las anteriores, incluso la de Washington, que hace --creo-- el número diez de las celebradas? Pues en sólo un hecho significativo por demás: en el hecho de que a ella concurrieron los alemanes y los rusos, los que, --con un criterio político digno de Bertoldo-- habían sido excluidos de las otras, como si hubiera sido posible tratar del reajuste de Europa y del mundo excluyendo de las deliberaciones precisamente a las dos naciones que representan en territorio y población mucho más de la mitad de la fuerza económica y política representada por los demás pueblos del continente europeo.
     Desde luego que este hecho solo demuestra hasta la evidencia que fue un conjunto de absurdos y chocheses lo que se hizo en Versalles, ya que ello envuelve una rectificación de aquella arrogante actitud autoritaria y exclusivista adoptada en Versalles por los Grandes Cuatro. De estos Grandes Cuatro de tan fiero talante el único que queda en pie todavía es Lloyd George, en quien hay que reconocer la grandeza moral nada común de haber sabido volver sobre sus pasos en un esfuerzo desesperado para deshacer lo que la rutina valetudinaria de la diplomacia y la histeria guerrera dejaron hecho en Versalles.
     A él, a Lloyd George, es a quien se debe esta jornada de Génova, primera tentativa inteligente que se hace en el mundo para poner fin al desconcierto económico reinante y alejar el fantasma de otra guerra más feroz y exterminadora que la anterior. Pero... ¿triunfará Lloyd George en esta generosa tentativa, o acabará la reunión de Génova como el Rosario de la Aurora? 
     Somos optimistas, no porque confiemos mucho en el buen juicio de los conferenciantes --que a cada paso quieren tirarse las trastos a la cabeza-- sino porque rusos y alemanes tuvieron el buen juicio de asociarse... y ya no le será tan fácil a los aliados oficiar de Pepe el Tranquilo echándolo todo a rodar..
     De todos modos, hemos llegado al momento culminante, al clímax de las conferencias. Los rusos han contestado las proposiciones de los aliados en términos mesurados y corteses, pero rechazando lo que --según ellos-- es incompatible con el nuevo régimen implantado en su país. Y como la no aceptación de las conclusiones rusas equivale al fracaso de las Conferencias, e Italia e Inglaterra están sinceramente empeñadas en que no fracasen, de ahí que, echándolas de profeta, afirmemos que, no obstante la actitud intransigente mantenida hasta ahora por Francia y Bélgica, todo se salvará. Porque, ¿a dónde bueno pueden ir Francia y Bélgica en los días que corren, en qué desaforada aventura militar pueden engolfarse sin el respaldo de Inglaterra? Ésta, Inglaterra, es la llave para entrar en la nueva era.



VOCABULARIO



  1.Grandes Cuatro= También conocido como el Comité de los Cuatro compuesto por Thomas Woodrow Wilson (Estados Unidos), Georges Benjamin Clemenceau (Francia), David Lloyd George (Gran Bretaña) y Vittorio Emanuele Orlando (Italia).

  2.Principios wilsonianos= El término proviene de la ideología del presidente estadounidense Thomas Woodrow Wilson, y sus famosos Catorce Puntos que a su juicio, ayudarían a crear la paz mundial si se aplican.

  3.Bertoldo= Personaje de la novela escrita en 1620 por Julio César della Croce. Este personaje en palabras del propio autor era "un hombre rústico, deforme y de feo aspecto, pero de sutil y vivísimo ingenio; pues era muy agudo y pronto en responder a cualquier asunto, si bien de natural malicioso y melancólico, como suele por lo general acontecer con la gente ruda y campesina".

  4.Fiero talante= De actitud severa, inhumana, cruel.

  5.Valetudinaria= Decrépita, caduca, decadente.

  6.Como el Rosario de la Aurora= Desbandarse descompuesta y tumultuariamente los asistentes a una reunión, por falta de acuerdo.

  7.Pepe el Tranquilo= Figura folklórica del toreo español. Es el "valiente" que se para frente al toro sin moverse, como si no le importase nada.

  8.Engolfarse= Enfrascarse, entregarse, meterse.