viernes, 23 de marzo de 2018

ESAS ADORABLES ROSAS VIVAS






ESAS ADORABLES ROSAS VIVAS
 (Fragmento del artículo de 1913 Un Poco de Mí Mismo)


     En mi loca adoración por las mujeres -por esas adorables rosas vivas donde late todo lo que es color y perfume y armonía- he sufrido punzantes y atroces dolores. Pero mientras más dolores he sufrido, más las he ido queriendo.
     Las he querido cuando me han engañado, cuando han pretendido engatusarme con enormes mentiras. Todo embuste que sale de una boca de mujer sale con alas, con alas de música, con alas de perfume, con alas de misterio y de poesía; ¡y es tan dulce abrirle de par en par las puertas del corazón a un embuste con alas!
     Sí; la hipocresía en el hombre, esa vileza atroz que cometemos de minuto en minuto ocultando avergonzados o asustados lo que somos, me indigna y me da náuseas. Pero la hipocresía femenil, ese sutil, refinadísimo arte de mentir que las mujeres han inventado para darnos gato por liebre a los hombres y salirse con la suya en justo desquite a la absurda e idiota tiranía que ejercemos sobre ellas, lejos de parecerme mal, me entusiasma y me deleita. ¿Qué sería del mundo, qué sería de nosotros los pazguatos hombres si las mujeres no hubieran opuesto a las brutales violencias de nuestra barbarie las certeras y alevosas puñaladas de su astucia? Dado nuestro secular empeño de bestializarlas, convirtiéndolas en mecánicos instrumentos de placer, o insulsas figurinas de salón o aves de corral, ¿qué habría sido de la gracia y espiritualidad femeninas si las mujeres no aciertan a tejer en su defensa la complicada red de sus mentiras? ¡Oh patrañas, embelecos, ardides y emboscadas femeninas; yo os rindo vasallaje y os adoro, porque sin vosotros la mujer, de obediencia en obediencia, habría descendido a la ruin categoría de máquina o de mueble y no sería hoy esa divina flor alada y musical que embellece e idealiza el sueño de la vida!
     Sigo declarando que las he querido hasta cuando me han dicho la verdad. Si un chispazo de verdad nos deslumbra en la frase de un Lucrecio, de un Napoleón, de un Nietzsche o de un Ibsen, en la boca de fresa de una linda mujer, esa misma verdad, que salió quizás seca y cortante y amarga de la boca de un sabio, se satura de mieles de beso o esencias de sonrisa, y no sólo la oímos, sino que la olemos y la paladeamos hasta llegarnos a creer que nos la hemos comido.
     Las he querido alegres... ¿Quién no se emborracha con esa alegría contagiosa que arrebola las mejillas y enciende los ojos de una mujer?
     Pero también, ¡ay!, las he querido tristes. ¿Quién no se rinde al hechizo de una pena hecha verso en la pluma de un poeta o en un suspiro de mujer?
     Las he querido altivas y soberbias como reinas, como diosas; pero también las he adorado fervorosamente si eran afectuosas y mansas como corderas.
     Las he querido serias, las he querido frívolas; he querido las frías y también las ardientes; las altas y las chicas, las gruesas, las esbeltas, las rubias, las morenas, las blancas y las negras, las buenas y las malas, las sabias y las brutas. A todas, a todas las he querido con una pasión incurable, exclusiva, avasalladora, casi cruel, casi loca, hija o hermana del místico fervor que el ansia de belleza puso en el pecho de don Juan y también en el alma rara y ávida de Santa Teresa.
     ¡Oh miel de besos y esencia de sonrisas de una boca adorada en la cual yo quisiera saborear quedamente, suavemente, santamente, la postrera emoción!





VOCABULARIO





  1.Late= Que lleva o encierra dentro de sí una cosa.

  2.Engatusarme= Que le ha ganado la voluntad con tretas para lograr alguna cosa.
  
  3.Gato por liebre= Inducir a uno a creer lo que no es.

  4.Pazguatos= Papanatas, tontos.
  
  5.Insulsas figurinas= Personas insignificantes.

  6.Patrañas= Mentiras o noticias de pura invención todas.
  
  7.Embelecos= Embustes, engaños.
  
  8.Ardides= Hechos astutos, sagaces, mañosos.

  9.Emboscadas= Maquinaciones u ocultación que una persona hace de sus verdaderas intenciones para coger a otra desprevenida.

10.Rindo vasallaje= Que se entrega rendidamente.

11.Chispazo= Muestra de inteligencia, ingenio o agudeza. Señal o muestra de algo de mayor importancia.

12.Emborracha= Dícese de lo que perturba o enajena por algo placentero.




lunes, 12 de marzo de 2018

LA PALANCA ESTOMACAL






LA PALANCA ESTOMACAL
(Artículo de 1920)




     Hace ya días, muchos días, que leí una crónica de mi inteligente amigo Lino Tipo, y tomé la resolución de escribir algo acerca de ella. Pero la falta de tiempo, la pereza, vaya usted a saber, me han tenido hasta hoy sin realizar mi propósito, y no es cosa de que se me quede inédito lo que me sugirió la jugosa charla linotipesca.
    Decía en síntesis el querido amigo --cuánto siento no tener a mano LA ESTRELLA que traía dicha crónica-- que todo cuanto se hace, se ha hecho y se ha de hacer en el mundo obedece fatalmente a los tiránicos dictados del estómago, víscera en que coloca él algo así como el máximo resorte de todos los actos humanos, desde los más groseramente egoístas hasta los más aparatosamente altruistas.
     Estoy de acuerdo con Lino Tipo en muchas cosas, pero no puedo estar de acuerdo con él en esto de hacer del estómago el centro ordenador e inspirador de las acciones humanas. No, no y no, amigo mío. Yo carezco ahora de tiempo y de cachaza y de espacio en el periódico para una maciza disertación acerca del interesante punto que usted plantea en la forma sencilla y atrayente que caracteriza su estilo. Pero, quiero al menos manifestar mi inconformidad con su afirmación.
     ¡Qué ha de ser el estómago el tirano ese todopoderoso que usted dice! Somos interesados, eso sí y nos peleamos como alimañas feroces un mendrugo cualquiera. Hemos echado a perder el mundo con el abominable estruendo de nuestras trifulcas y amenazas comerciales e industriales, pero lo cierto es que a pesar de vivir encajonados dentro de un sistema social tan estúpido que nos obliga a disputarnos el pan, que pone a la propiedad antes que a la vida y a la moneda antes que al hombre, pueden tanto en nosotros el corazón y la inteligencia, o sea, lo que está más alto que el estómago, que todas o la mayor parte de las pobres sabandijas humanas somos unos fracasados económicamente, estomacalmente, y lo somos por no otra razón que porque somos muy malos, muy rebeldes, muy ineptos y desleales sirvientes del estómago.
     Y somos tan pobres servidores del estómago, porque, por mucho que hagamos para no desviarnos de la ruta clara que conduce a la conquista del pan, hay una fuerza, la vocación, que tira de nosotros sin cesar, y nos lleva y nos trae y nos sacude a su antojo colocándonos muchas veces, muchísimas veces, en abierta y sufrida contradicción con los más claros dictados del estómago. No hay que remontarse a Jesús, ni a Buda, ni a Sócrates para buscar ejemplos de esto que digo. Basta quedarnos en los hombres de hoy, en los hombres de todos los días.
     Es más, para mayor comodidad, ni siquiera tenemos que acudir fuera de nosotros mismos en busca de comprobaciones. Ahí está usted y aquí estoy yo para ilustrar hasta la evidencia mi aserto de lo poco que puede el estómago cuando lucha con la vocación. Revise y aquilate bien su propia vida, la cadena de episodios que le ha traído a usted hasta aquí, y verá cómo no tiene más remedio que bajar la cabeza y confesarme que, de cada cien pasos que usted ha dado, noventa por lo menos los ha dado en abierta y suicida contradicción con los más categóricos y apremiantes dictados de su víscera estomacal. ¿Sería usted periodista, amigo mío, habría usted cogido siquiera una pluma en sus manos para hilvanar jamás una crónica, si el diablo de la vocación no le hubiera cegado hasta el punto de preferir el duro y mal pagado oficio de la pluma a cualquiera otro de los innumerables y fáciles y cómodos que conducen a uno, si no a la opulencia, a una relativa holgura económica de índole burguesa? ¿Sería yo lo que soy si no hubiera comprometido y sacrificado mil ochocientas veces prebendas y granjerías bien redondas, que no le faltan a nadie que de veras se preocupe exclusivamente de lo que atañe a la salvación de su vientre, sólo por haber seguido los impulsos imperiosos e irresistibles de esa fuerza interior formidable que llamamos vocación y que, a unos más, a otros menos, nos hace a todos marchar a latigazo limpio por donde ella quiere, o cerca de donde ella quiere, y no por donde quiere Nuestro Señor el Estómago? 
     Y ya que hablo de mí, quiero decirle que yo represento, sin duda y sin modestia, un progreso considerable en el orden intelectual sobre mi padre, y tuve además, para triunfar económicamente, facilidades y oportunidades que él nunca tuvo. Pues bien, mi señor padre es rico, y sería rico fatalmente aunque lo hubieran echado al mar metido en un saco, ya que el primer principio de su filosofía es el ahorro, madre de la riqueza, y ya que en él, en mi querido padre, filosofía y vocación marchan en el mejor de los acuerdos. Y en cambio yo, aquí me tiene usted haciendo crónicas, que es lo mismo que decir haciéndome cada día más pobre que una rata.
     Y lo que nos pasa a nosotros, les pasa a tres cuartas partes de nuestros semejantes, ninguno de los cuales se acuerda de Santa Bárbara sino cuando ha tronado muy recio. Esto sin hablar de los héroes, de los iluminados, de los grandes faros mentales de la humanidad: Buda, Jesús, Platón, Napoleón --también redentor aunque parezca paradoja--, Tolstoy, Nietzche, Whitman, Ibsen, etc. ¿No le choca a usted, amigo mío, el que, a medida de un hombre se eleva en la escala de los valores intelectuales, se aparta más y más de su conveniencia individual para solidarizarse más y más con la conveniencia universal? De todo lo cual se desprende que el estómago está donde debe estar, en los cimientos de la fábrica humana.
     Es necesario, es respetable en su papel, pero encima de él está lo que impera, lo que se impone, todo cuanto hace de la casa, o un soberbio palacio o un sombrío calabozo. Es un tornillo imprescindible de la máquina, pero no es el eje de la máquina. Precisamente, si por algo es absurdo el presente sistema social, es porque no tolera otros estímulos para el hombre que los meramente estomacales. Y éstos, créame, ya no mandan más que en el hombre primitivo, el animal, tipo de hombre que una incesante evolución de la afectividad y de la inteligencia ha vuelto muy escaso, y más que escaso flojo, sin ningún influjo espiritual sobre los demás.
     Por eso es por lo que yo le convido a usted a que, para consolarnos de nuestras quiebras, fracasos, tropiezos y catástrofes estomacales o económicos, murmuremos como un rezo amable aquello tan genial y tan lindo de Rubén Darío, cuando lloró su perdida juventud: "Pero es mía, nuestra, el alba de oro".




VOCABULARIO




  1.Palanca= Interseción poderosa o influencia que se emplea para lograr algún fin.

  2.Lino Tipo= Pseudónimo de algún periodista amigo de Nemesio.

  3.Fatalmente= Inevitablemente, forzosamente, ineludiblemente.

  4.Aparatosamente= Excesivamente, exageradamente.

  5.Cachaza= Tranquilidad, calma, sosiego.

  6.Maciza= Bien fundada, con base sólida.

  7.Prebendas= Ventajas o beneficios que recibe una persona con poco trabajo.

  8,Granjerías= Beneficios, ganancias, provechos.

  9.Redondas= Muy provechosas.

10.Influjo= Influencia, ascendiente.

11."Pero es mía, nuestra, el alba de oro"= Trasposición del verso final de la Canción de otoño en primavera de Rubén Darío. El verso exacto dice así: : "Mas es mía el alba de oro".





sábado, 3 de marzo de 2018

LA TRADICION FEUDAL






LA TRADICION FEUDAL
 (Fragmento del artículo de 1920 
Desde el Camino (5) )

     Un espectáculo reciente que me heló la sangre fue un pomposo desfile que tuvo lugar no hace mucho, con ocasión de devolvérsele la primera visita protocolar que hacía a las autoridades del Perú un empingorotado embajador de no recuerdo qué nación de las gordas. Ni querría  ni podría describir aquello. Sé que iban unos lanceros a caballo con sus picas en alto y al extremo de cada pica una banderola, y no recuerdo si antes o después de los lanceros nos pasó por delante un par de doradas y fastuosas carrozas al estilo de las que usaban los virreyes. Días antes las habíamos visto igualitas en el museo (parecía cosa de opereta). Pero lo que colmó mi estupefacción fue el ver que en cada carroza iban, de pie y vestidos de brillantes colorines, cuatro lacayos, dos delante y dos detrás, de calzón corto y frac azul. Por lo visto, pensé con amargura, se ha ido la cáscara de la monarquía, pero queda su espíritu. Queda en toda su repugnante pureza la tradición feudal que permite convertir a un ser humano en monigote y exhibirlo de lacayo, de grotesco apéndice decorativo de una carroza. ¡Y tanto como le machacan a uno las orejas con el estribillo de la libre América! ¿Libre...? Y tiene tal concepto de la dignidad humana, que tratan a los hombres como si fueran guacamayos o monos amaestrados. Más sombría tristeza infunde el ver a un semejante vestido de loro y encaramado en un coche de lujo, que el saber de las deportaciones, arrestos y atropellos policíacos de todas clases con que seguimos dando fe en esta libre Hispanoamérica, de cómo entendemos aún el derecho de palabra y de reunión que nos legó la Revolución Francesa. Lo segundo es malo, pero lo primero es peor, infinitamente peor, ya que revela una ausencia tal de sensibilidad ante el otro, ante el prójimo, que da grima pensar cómo se puede haber llegado al siglo 20 en tan horrible estado de animalidad.





VOCABULARIO





  1.Tradición feudal= Costumbre que se remonta al sistema de gobierno y de organización social de la Edad Media.

   2.Pomposo= Ostentoso, suntuoso, fastuoso.
   
   3.Protocolar= Relativo a las reglas ceremoniales diplomáticas.
   
  4.Empingorotado= Dícese de la persona engreída por su elevada posición social.

   5.Gordas= Muy grandes, adineradas, opulentas.
   
  5.Lanceros= Soldados que pelean con lanzas.
   
  6.Picas= Especie de lanza antigua.
  
   7.Banderola= Bandera pequeña.
  
   8.Fastuosas= Ostentosas, pomposas, con gran lujo.

   9.Virreyes= Personas que gobernaban en nombre y con la autoridad del rey.

 10.Opereta= Espectáculo musical de origen francés, especie de ópera de asunto frívolo.

 11.Lacayos= Criados que se ocupan principalmente de acompañar a sus amos.

 12.Frac= Vestidura de hombre, que por delante llega hasta la cintura, y por detrás tiene dos faldones.

 13.Cáscara= Lo superficial de alguna cosa.

 14.Monigote= Muñeco o figura ridícula. Persona ignorante y de ningún valor.

15.Estribillo= Palabra o expresión que por vicioso hábito se emplea frecuentemente.

16.Grima= Desazón, disgusto, horror.

 17.Animalidad= Irracionabilidad.