domingo, 23 de septiembre de 2018

PARA LA MUJER NUEVA, HOMBRES NUEVOS






PARA LA MUJER NUEVA, HOMBRES NUEVOS
(Fragmento del artículo de 1922 Nuestro Machismo)

    

        En el seno de éste nuestro pueblo más manso que un cordero no pasa un día sin que en alguna parte un marido, novio o amante despechado la emprenda a cuchilladas o a tiros con alguna infeliz mujer.
     ¿Cuál es la causa de este lamentable fenómeno social que presenciamos con tanta frecuencia? Yo no presumo de psicólogo ni de sociólogo profundo, pero me parece a mí claro como la luz que la causa de estos constantes y horribles atropellos contra la humanidad femenina se debe al choque de nuestro bruto machismo ancestral con la realidad de una civilización nueva que nos ha impuesto de hecho la aceptación de una parcial emancipación de nuestra mujer.
     En todo hemos evolucionado; tenemos carreteras, tenemos servicio sanitario, nuestras casas están mejor ventiladas, comemos y vestimos mejor. Pero en lo que respecta ¡ay! a nuestras relaciones con la mujer, ni una pulgada hemos adelantado: seguimos para ellas tan bárbaros como en los recios tiempos de Hernán Cortés. ¿Qué de extraño tiene, pues, que del choque entre ésta nuestra barbarie ancestral y las nuevas costumbres que  han ido ensanchando el horizonte social de la mujer, se originen los conflictos, trapisondas y belenes -muchos de ellos sangrientos- que registra la crónica?
     Para una persona civilizada, un no rotundo de una mujer pone fin a la cuestión, al pleito amoroso, al problema pasional planteado por él. Basta ver y respetar en la mujer una persona tan libre y responsable de sí misma como nosotros, basta mirarla con la ternura y reverencia con que la sabe mirar un yanqui, para que, sobre el ímpetu salvaje de nuestras pasiones, impere nuestro orgulloso deseo de no rebajarnos, de no envilecernos ante nuestros propios ojos procediendo con la grosera violencia de un patán. ¿Se enamoró de otro o se cansó de nosotros, o por alguna causa dejamos de ser objeto de su espontánea predilección? Pues si somos machos y no hombres de hábitos civilizados, si tenemos aún el bárbaro concepto fetichista que tuvieron de los fueros de sus pantalones nuestros antepasados, venga la espada o el revólver... y a tiros o cuchilladas con la infeliz que se atrevió a desviar de nuestros encantos insuperables sus sacrílegos ojos. Pero, hemos perdido en el curso de nuestra evolución espiritual el machismo de cuartel de nuestros abuelos, para volvernos hombres, y, como tales hombres, respetuosos de toda opinión o resolución emanada de una personalidad tan libre como la nuestra, y ya el acto de fuerza no se produce, no puede producirse. No puede producirse, porque hemos incorporado, por la reflexión y el hábito, a nuestro subconsciente una fuerza mucho mayor que la de nuestra tosca vanidad de macho sublevada: la fuerza espiritual del respeto a nosotros mismos que nos subyuga con una sensación horrible de sonrojo cada vez que cedemos a un instinto bajo con sacrificio de otro instinto noble.
     Resumen: que en presencia del nuevo hecho social inevitable -porque ha sido provocado por causas económicas- de la parcial emancipación de nuestra mujer, no nos queda otro remedio que reajustar toda nuestra vida de relación con el otro sexo de tal suerte que, en nuestras crisis con la mujer, nuestro orgullo consista, no en acudir al garrote o el cuchillo o la bala, como un vulgar matón de cafetín, sino en hacernos a un lado, quitarnos gentilmente el sombrero y decir con toda urbanidad: “Señora, puesto que no se manda en el corazón y no soy tan estúpido que aspire a imponer por la fuerza lo que no se me da de buen grado, sírvase aceptar, con la rendida expresión de mi respeto, la seguridad de que no la he de molestar jamás. Adiós”. Eso, o cualquier cosa por el estilo, teatral y campanuda al principio hasta que nos vayamos acostumbrando al acto sencillo y llanote, es lo que deben aprender a hacer en los casos difíciles nuestros Romeos y Otelos. De lo contrario seguiremos, con nuestro machismo fanfarrón y gorilesco, dando el salvaje espectáculo de matar mujeres con la misma facilidad de quien mata gallinas. Para la mujer nueva que nos impone por la fuerza la evolución económica y social de nuestro pueblo, es hora ya de aprender a ser hombres nuevos, esto es, hombres de tal actitud mental ante el otro sexo, que pase definitivamente a mejor vida, muerto o ridículo, el tipo rezagado, el héroe echegaráico, vanidoso, fanfarrón y asesino, que en un conflicto pasional cree cubrirse de gloria disparando un revólver a blandiendo un puñal.



VOCABULARIO CONTEXTUAL



1.Despechado= Con resentimiento porque no fue elegido o porque fue rechazado.

2.Bruto= Torpe. Necio, que obra como falto de razón.

3.Machismo= Actitud social y comportamiento de quien discrimina a las mujeres por considerarlas inferiores respecto de los hombres y concede a éstos derechos absolutos sobre ellas.

4.Recios= Rigurosos, severos, inflexibles, austeros. 

5.Trapisondas= Embrollos, pendencias, riñas.

6.Salvaje= Brutal, implacable, sañudo.

7.Patán= Hombre tosco, rudo, grosero.

8.Machos= Mulos= Hombres bravucones.

9.Fetichista= Perteneciente a las creencias no basadas en la razón.

10.Fueros= Poderes, privilegios. Arrogancias, presunciones.

11.Teatral= Con estudio y afectación (fingimiento, simulación) exagerada.

12.Campanuda= De modo grandilocuente, retórico, florido.

13.Llanote= Aumentativo de sencillo. Claro y sin presunción.

14. Héroe echegaráico= Refiérese a los personajes en las obras de José Echegaray (1832-1916), ganador del Premio Nobel de Literatura de 1904.

15.Fanfarrón= Presumido, petulante, insolente, engreído.

16.Gorilesco= Que se asemeja a los gorilas. Dícese de los individuos que actúan con violación de los derechos de los demás.





miércoles, 12 de septiembre de 2018

DIENTEEPERROS



Si no puede abrir el enlace en fb, copie la dirección 
y ábralo en su ordenador.


DIENTEEPERROS
 (Fragmento del artículo de 1911 Los Zoilos Dienteeperros)

     Dienteeperro: ciertos oradores improvisados que en el período electoral suben a la tribuna, y no sabiendo qué decir, se ponen furiosos y acaban por mentarle la madre al adversario.
     Como hay tan estrecho parentesco entre esos oradores y la plaga de criticastros o critiquitos bolonios que padecemos en Puerto Rico, yo creo que es de justicia extender hasta ellos el gráfico neologismo tan en boga: llamémosle también dienteeperros, que bien ganado se lo tienen.
     Sí; son hermanos gemelos los criticastros ramplones que estilamos en Puerto Rico y los oradores dienteeperros. Para el orador dienteeperro, subido por sorpresa a la tribuna, ya se sabe que no hay otro recurso que salirle ladrando al adversario.
     No pudiendo decir nada, porque nada sabe, ¿qué otra cosa se le puede pedir al pobre dienteeperro sino cuatro ladridos bien furiosos que espanten a los niños y a las viejas?
     Y eso mismo digo yo de ciertos infelices que, teniendo innata vocación de carreteros o sobrecargos de pescante -por uno de esos raros caprichos y sorpresas de la vida- resultaron critiquitos de la noche a la mañana.
     ¿Cómo le vamos a pedir al pobre carretero o sobrecargo frustrado que hable, que piense, que discuta teorías, que analice procedimientos y sistemas y escuelas y estilos y tendencias? ¿Cómo le vamos a pedir al infeliz improvisador que vierta ideas, que esgrima sus tesis contra las ajenas, que aduzca argumentos, que haga crítica en una palabra? ¿Cómo le vamos a pedir nada de eso al pobre critiquito de ocasión, si para hacer eso necesario es saber, tener conocimientos, poseer algún barniz de cultura, y él ni siquiera pudo adquirir esa educación superficial y barata que el roce diario con las gentes finas pone al alcance de cualquier fregona?
     A mí no me lo van a creer, pero yo juro que me divierten de un modo atroz las cosas de estos bolonios sin oficio metidos a críticos. ¿Cómo no me van a divertir si toda caricatura divierte, y ellos son la caricatura del verdadero crítico? Y -para los que sabemos mirar las cosas y tenemos un poquitín de buen humor- ¿qué puede haber más divertido que el ignorantón audaz que, sin pizca de cultura, se mete nada menos que a oficiar de crítico, y no pudiendo instruir ni deleitar, suelta cuatro insolencias ramplonas de verdulera, y se queda tan fresco, creyendo de buena fe que ha pulverizado una idea, destruido un sistema, aniquilado una escuela, echado a rodar toda una obra literaria con un simple rebuzno, ladrido o eructo?
     ¡Sí, por Dios, que tiene gracia todo esto! Sale uno a la palestra y vierte una idea o una serie de ideas sobre cualquier asunto científico o literario... y ¡cátate ahí! al consabido critiquillo andante que le sale a uno al paso reventando de grosería o ignorancia, no para probar que uno se ha equivocado, ni que la idea de uno es esto, lo otro o lo de más allá, sino sencillamente para decir que uno es un sinverguenza, y un tal, y un cual... y quedarse luego tan fresco, mirando de reojo a la galería como diciendo: ¡Qué tal! ¿Han visto ustedes cómo me he comido enterito a este hombre?”.
     -¿Ideas? ¿Argumentos? ¿Razones?- ¡Bah! todo eso huelga cuando se puede soltar un buen rebuzno, una buena perdigonada de preciosidades que lo mismo sirven para un escritorzuelo incipiente que para un Cervantes o Galdós o Víctor Hugo. ¿Cervantes? -Un tonto-. ¿Galdós? -un imbécil-. ¿Víctor Hugo? -Un idiota-. De esa cómoda manera se puede ser crítico contra todo el mundo, ¡y ni Dios se salva!
     Ya que no podemos remediar desdicha tanta, no lo tomemos ¡por Dios! en serio, y busquémosles el lado cómico que tienen, para pasar el rato de vez en cuando, riéndonos bonachonamente ante sus simplezas diente perrunas de críticos de torta de casabe.





VOCABULARIO CONTEXTUAL




1.Dienteeperros= Diente de perros.

2.Zoilos= Críticos presumidos que censuran o murmuran de las obras ajenas.

3.Criticastros= Los que sin competencia o autoridad suficiente censuran y satirizan las obras del ingenio.

4.Plaga= Calamidad grande que aflige a un pueblo.

5.Bolonios= Necios, ignorantes, incultos.

6.Gráfico=  Que expone o expresa las cosas con la misma claridad que si estuvieran dibujadas.

7.Neologismo= Vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua.

8.Ramplones= Toscos, groseros, incultos, vulgares.

9.Carreteros o sobrecargos de pescante= Se usa para referirse a personas que hablan o se comportan con escasa educación.

10.Aduzca= Que alegue o presente pruebas o razones.

11.Barniz de cultura= Entendimiento muy superficial de los conocimientos humanos.

12.Atroz= Muy grande, tremendo.

13.Ignorantón= Aumentativo de ignorante.

14.Audaz= Osado, atrevido. Irreflexivo.

15.Insolencias= Dichos o hechos ofensivos e insultantes.

16.Verdulera= La que vende verduras. Mujer desvergonzada.

17.Rebuzno= Voz del asno.

18.Cátate ahí= Expresión para significar que algo se hace presente o patente.

19.Perdigonada= Locución de poco juicio.

20.Escritorzuelo= Diminutivo y despectivo de escritor.

21.Torta de casabe= Expresión familiar para significar algo soso, falto de gracia y viveza.