domingo, 31 de julio de 2022

La Abejas y los Hombres

 




La Abejas y los Hombres



Son relativamente numerosos los hombres ilustrados, los eruditos, los que han leído y aprendido muchas cosas en los libros, pero son pocos, poquísimos, los hombres que tienen la máquina del cerebro convenientemente preparada para depurar y alquitarar lo aprendido hasta el punto necesario para extraer de los libros y de la naturaleza -más, mucho más de la naturaleza que de los libros- ese delicioso y portentoso néctar de la cultura humana.

Yo no soy muy fuerte en materias de apicultura, pero me atrevo a opinar que en el mundo de las abejas debe ocurrir tres cuartos de lo mismo que sucede en el mundo de los hombres. Abeja habrá -creo yo- que será una pantera en lo tocante a caer sobre las flores y saquearlas y exprimirlas hasta más no poder, pero que, a pesar de ello, no podrá evitar que, por deficiencias irremediables del alambique de su minúsculo organismo, su miel sea más basta, menos rica, de una calidad muy inferior a la elaborada por otras abejas menos diligentes y glotonas.

Pues cosa parecida sucede con los hombres. Mucho estudiar, mucho reventarse, mucha chamusquina de pestañas al calor del quinqué clásico hasta atiborrarse el cerebro de datos y citas e historias; y cuando más henchido está uno de barata erudición libresca ingeridas, menos trabaja en su función depuradora la deficiente alquitara mental que llevamos dentro y en lugar de sabrosa y rica miel, la sustancia que hemos elaborado es una espesa y detestable borra que da náuseas.


VOCABULARIO CONTEXTUAL

1.Alquitarar= Destilar, filtrar, rezumar, segregar.

2.Portentoso= Maravilloso, estupendo, prodigioso.

3.Basta= Tosca, sin refinamiento, ordinaria.

4.Chamusquina= Quemazón.

5.Atiborrarse= Llenar, henchir, atestar.

6.Borra= Se usa para indicar algo de poco valor.




miércoles, 27 de julio de 2022

La Muerte del Verdugo

 

          


                                      La Muerte del Verdugo



Copio de "El Día":

Leerían ayer nuestros abonados la muerte de Pedro Feliciano Duprey, el verdugo del Pueblo de Puerto Rico.
He ahí un caso especial de "hombre". Ejecutó cerca de dos docenas de hermanos; vivió en presidio, lega ciento noventa pesos por único patrimonio.
He ahí lo que deja a cinco hijos que tuvo aquel insensato que mataba semejantes como tritura granos de maíz una piedra de molino. Es un caso a estudiar.



¡Vaya que sí es un caso de estudio el caso de la vida de un Duprey! Y a mí me gustan los estudios de esos casos, tanto, que algo quiero decir con respecto a Duprey, a las reflexiones que me inspira su muerte, evocadora de su triste vida.

Lo primerito que se me viene a la mente es que no estoy conforme con el dictado de "insensato" que el autor del suelto le aplica al finado. ¿Por qué insensato? ¿Porque mataba semejantes como tritura granos de maíz una piedra de molino? Yo no creo que haya nada de insensato en tener un oficio. Un oficio siempre dignifica. Un oficio da cierto barniz de seriedad y hasta de respetabilidad al que lo ejerce con orden y probidad para ganarse el sustento.

¿Que su oficio consistía en matar semejantes? ¡Bah! Lo mismo da matar semejantes como matar reses: la cuestión es tener un oficio. ¿Se le puede llamar insensato a un hombre porque se dedique a estoquear vacas y novillos?

Tanto derecho tiene a la vida una vaca como un hombre, y tanta grima debe producir derribar una vaca como tumbar de una puñalada a un hombre. Lo que conmueve y espanta en estos casos es la efusión de sangre, y más sangre, más calor de vida hay en la vaca que en el hombre. Sin embargo, nos ha dado por espantarnos del que mata, por oficio, hombres, y no decimos nada del que mata reses.

Además, el matar, no vacas, sino hombres, semejantes, ha constituido siempre un gran honor. ¿Qué han hecho los Alejandros y Césares y Napoleones, qué han heho los héroes, todos que llenan la historia para que los reverenciemos y cantemos y honremos como a semidioses?

Pues no han hecho otra cosa que eso: matar hombres; tener el oficio de matar semejantes. Y no uno, ni dos ni tres, sino por docenas, por miles, por cientos de miles.Y mientras al pobre Duprey, que ejecutó nada más que un puñadito de hombres -uno ahora y otro el año que viene-, le llamamos con horror insensato y monstruo, se nos cae la baba festejando, verbigracia, al almirante Togo, que de una sentada acabó qué sé yo con cuántos miles de rusos.

Parece, pues, que lo malo del oficio no está en lo de matar hombres, sino de matarlos en pequeña escala. ¿Mata usted una vaca cada día y se gana un dólar? ¡Pues es usted un vil carnicero! Pero, ¿mata usted o manda matar -que es lo mismo- quinientas vacas diariamente, y se gana usted con esa matanza un dineral? Pues ya entonces tendrá derecho a llamarse honorable y a mirarnos por encima del hombro. El negocio de matar gente es, pues, lo mismo que cualquiera otro negocio: hecho en pequeña escala, no vale la pena, y está mal visto, y hasta nos ponen motes por ello; pero en grande escala, al por mayor, nos da prestigio, nos hace grandes, nos gana estatuas.

No hay, pues, que hacer aspavientos ante el verdugo. Su industria es, precisamente, la que conduce más rectamente a la gloria. Es la industria que hizo inmortales los nombres de esos grandes carniceros que se llamaron  Alejandro, Aníbal, Escipión, César... Es la industria que ejerció Napoleón, que mató él solo más hombres que todas las epidemias y todos los médicos del mundo.

Y, aquí, ante el recuerdo de Napoleón, me detengo. No se debe pasar nunca de largo ante ese nombre, ante esa excelsa y radiosa silueta, la más grande y gloriosa de toda la historia. No se debe pasar sin descubrirse, sin murmurar un fervoroso rezo de admiración, de respeto, de amor, ante el hombre huracán, ante el coloso, ante el dios.

Sí, Napoleón fue un dios que tenía un diablo dentro, o un diablo en cuya mente había un dios.

Y aunque mataba semejantes "como tritura granos de maíz una piedra de molino", yo no tengo más remedio, abrumado por su grandeza inmensurable, que detenerme ahora ante su nombre para rezarle mi respeto, y, decirle mi amor en el verso divino de Rubén Darío para don Quijote:

Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos
con el peso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias,
y conta las leyes, y conta las ciencias
contra la mentira, contra la verdad...



VOCABULARIO    CONTEXTUAL



1.Barniz= Capa superficial de algo inmaterial, como una cualidad.

2.Efusión= Derramamiento de un líquido.

3.Togo= Togo Heihachiro (1848-1934), almirante de la Flota Imperial Naval del Japón.

4.Aspavientos= Demostración excesiva de espanto, admiración o sentimiento.

5.Radiosa= Que despide rayos de luz.

domingo, 24 de julio de 2022

A Una Novia que Tuve en un Sueño

 


A Una Novia que Tuve en un Sueño


No estés triste, mi bien; no estés triste por haberme amado, o por haberme dado la buena nueva de que me amabas. ¿Que te acobarda el porvenir? ¿Que vislumbras, temblando, decepciones amargas, contrariedades invencibles, desvíos probables más crueles que la muerte?

Yo te pregunto si no es verdad que el dolor y la dicha andan de tal modo asociados por el mundo, que sea dable, jamás, estar seguros de que, al coger un puñadito de dicha, no nos traemos en la mano partículas de dolor, ásperas e hirientes.

Yo te pregunto si no es cierto que cada paso un busca de ideal, no nos acerca insensible y fatalmente a la noche, al abismo o a la muerte.

Y, sin embargo, caminamos; y, sin embargo, enderezamos nuestros pasos hacia el ideal, y nuestra mano trémula se crispa fuertemente al soñar con robarle un puñado de dicha al destino.

Todo es incierto, todo es efímero, todo es inestable y equívoco en nuestra ruta, pero marchamos; y lenta o velozmente, -de acuerdo con nuestro peculiar temperamento- vamos buscando entre la niebla la sonrisa de luz de un ideal que nos llama.

Si así no fuese, ¿qué cabría hacer, sino echarse, caer tendidos a un lado del camino, renunciando a todo avance, a todo esfuerzo, a toda vibración, a toda vida?

¡Oh, mi ensueño! ¡Oh, mi Dios! La alondra de una bella, exquisita ilusión cantó en mi alma una canción matinal en la que mil albores madrugueros centelleaban una dulce canción de alborozo con alas salpicadas de rocío...

¡Y la alondra de mi ilusión te vio triste, y acurucóse trémula en el fondo de mi espíritu, y dejó de cantar para rogarte con rendida plegaria que no sufras, que no temas, que no dudes, que no viertas el acíbar de crueles suspicacias en la copa de amor que yo te brindo!

No apartes, mi sultana, de tus labios la copa rebosante que te ofrezco. Bébela lentamente, sorbo a sorbo, como he bebido yo lentamente, y sentirás arder en tus arterias nueva vida, y sentirás como si un beso que bajase de los cielos fuese ungiendo fibra a fibra tu carne adorable, tu carne de raso. Es zumo de una ardiente juventud, es savia de primavera... ¡es el sol y es el ritmo de una vida lo que en mi copa de amor yo te ofrendo!

Es mi alma, mi alma loca de amor, la que te llama, la que te implora, la que te dice que está triste y sola y que te espera.

Que te espera para llenar el silencio de su soledad de arrullos y para hacer de su tristeza un canto. Un canto en que todos mis recuerdos de amores pretéritos dejen su sollozo, un canto en que todos mis sueños de niño y mis visiones de poeta te digan mi pasado, te ofrenden su música... ¡Un canto que sea como una flor del doliente jardín de mi alma, cuyo aroma contenga el aroma de todos mis amores!

¡Oh, mi pálida rosa de ensueño y de olvido! No apartes de tus labios la copa que te brindo, copa llena de amor, de esa cosa divina e inmensa en la que late el enigma de los mundos. Bébela lentamente, sorbo a sorbo, como he bebido yo en tus ojos la divina embriaguez de una noche de amor y de luna en cuyo ambiente percibí que flotaba el perfume inefable de mis sueños de niño y mis visiones de poeta!

¡Bébela lentamente, lentamente, como he aspirado yo los efluvios de tu cuerpo de flor y de diosa, y la alondra de la ilusión volverá a anidar y a cantar en mi alma, y tu carne de flor y de diosa conocerá el divino temblor de una larga caricia en que todas mis adoraciones te dirán su fervor, te ungirán con su beso!

Bebe y bebe en mi copa de amor lentamente, largamente, dulcemente. Bebe, mi vida, en esta excelsa hora de suprema idealidad en que florecen temblorosas en el inmenso palacio azul de la noche las pálidas estrellas, y en que sobre los campos dormidos resbala quedamente el beso de la luna.


VOCABULARIO CONTEXTUAL


1.Albores madrugueros= Comienzo, inicio, principio.

2.Acíbar= Amargura, pena, tristeza.

3.Carne de raso= Semejante a cierta tela de seda lustrosa.

4.Zumo- Parte provechosa, útil y sustancial.

5.Savia= Energía, elemento vivificador.

6.Efluvios= En lo inmaterial, emanaciones o irradiaciones.


domingo, 17 de julio de 2022

Paso a la Maña

 


                                          Paso a la Maña


El periódico Washington Post dijo que somos mansos y sumisos, y se nos ha querido caer la lengua por ese motivo. Casi todos los periódicos han protestado;casi todas las manos puertorriqueñas se han alzado indignadas, con súbita y espontánea crispatura. Y desde hace una semana no se oye hablar de otra cosa: Washington Post por aquí y Washington Post por allá, Washington Post en todas partes y a todas horas.


Y la verdad es que, considerando con alguna serenidad el punto, la cosa no merece la pena. Todo es una mera cuestión de amor propio, y ya se sabe que las cuestiones de amor propio se reducen siempre a cero cuando se estudian con un poquito de buen sentido.

Señor Canales, es usted un manso y un sumiso.

Respuesta impulsiva del amor propio del señor Canales: 
-Y usted un atrevido, un deslenguado y un canalla, etcétera.

Respuesta meditada de la razón del señor Canales: 
-¿Dice usted que soy un manso y un sumiso? ¡Bueno! Es una opinión de usted sobre mis cualidades personales que debo yo respetar como usted debe respetar las mías. Es más, yo le doy las gracias por hacerme conocer sus opiniones sobre mi persona. Lo malo sería que usted se las callase y me dejase a mí a oscuras. A estas horas, yo sé lo que usted piensa de mí, aunque no sabe usted lo que pienso yo de usted. ¿Quién está mejor de los dos? ¿Quién ocupa una posición más ventajosa? Además, la opinión de usted puede ser justa o injusta. Si es justa, esto es, que es una verdad que soy manso y sumiso, no sacaré nada, no dejaré de serlo, porque usted crea que soy un  Amadís de Gaula; y si en realidad soy un Amadis de Gaula, tampoco perderé nada porque usted, equivocándose, me crea un manso. Al contrario, mientras más valiente sea yo en realidad, más conveniente debe parecerme que me crean un manso, pues menos se defenderán de mí.

Entre las dos actitudes, la impulsiva y la razonada, yo me declaro sin titubear por la última. Porque, ¿qué demonios perdemos con saber lo que piensa alguien, llámese un periódico o llámese una persona, sobre Puerto Rico? ¿No es mejor saberlo que ignorarlo? ¿No hemos convenido en que la libertad de pensar debe respetarse? Pues si debe respetarse, ¿cómo pretendemos castigar o amenazar a nadie porque piense esto o aquello sobre nosotros? ¿Cómo nos vamos a atufar y a sublevar contra el Washington Post que nos cree mansos, si nosotros mismos hemos adoptado como divisa en nuestro escudo un manso e inocente corderillo incapaz de darle un disgusto a una pulga? Si Puerto Rico es un león, ¿por qué puso en su escudo un cordero? Y si no es león y es cordero, ¿por qué se ha de enfadar de que se lo digan? ¿Es que el hecho de ser o no ser león o cordero depende de que los demás nos crean o nos dejen de creer, nos digan o nos dejen de decir, una cosa o la otra?

¡Válgame Dios! Tal parece que nunca nos acordaremos a tiempo del vulgar y manoseado aforismo de que la calentura no está en la sábana. En el presente caso lo que debiera ser para nosotros verdadero motivo de alarma es, no es que nos piensen o no nos piensen inofensivos, sino el serlo o no serlo en realidad. Y si hemos de ser francos, ¿quién que haya hecho un breve y ligerito examen de conciencia se atrevería asegurar que no está en lo cierto el Washington Post al opinar que, -colectivamente considerados, por supuesto- somos más mansos que una jícara de chocolate? ¿Qué hemos hecho para aspirar al dictado de valientes? ¿Qué hazañas extraordinarias hemos realizado? ¿Cuántos desaforados gigantes Caraculiambros hemos partido por mitad del cuerpo? ¿Cuántos españoles o americanos han caído bajo la arremetida feroz de nuestra lanza?

¡Bah! Somos mansos hasta la raíz del pelo, lo seremos por esta razón, o la otra, o la de más allá, pero lo somos; y si lo somos, bueno es que lo sepamos, y para que lo sepamos bien, bueno es que nos lo digan.

Y después de todo, ¿por qué hemos de apurarnos? Dios, cuando dio la llaga, dio el remedio.

Es cierto que por el camino del valor no vamos a ninguna parte, pero, en cambio, por el camino de la astucia nos tragamos hasta una pantera, y váyase lo uno por lo otro.

¿Somos pequeños, tan pequeños que no podemos ni debemos ser valientes? Pues seamos mansos, y desarrollemos cada vez más la fuerza de los mansos que es la astucia. ¿No podemos ser leones ni elefantes? Pues seamos ratones, cobardes, pero astutos e incansables e insufribles ratoncitos, ante cuyos saltos y piruetas y mordiscos y artimañas, el león y el elefante acabarán por perder la chaveta y darse a todos los demonios.

Por lo que a mí toca, confieso que me está más simpático el papel de ratón. Ya el valor -ese épico y bárbaro valor que entusiamó a nuestros abuelitos- ha pasado de moda. Ahora la cuestión es ganar, y para ganar las batallas colectivas como las individuales, el valor constituye hasta un estorbo. Ahora es la maña -la maña de los ágiles ratones- la que se sube de un brinco al lomo del valeroso elefante o del león invencible, y encima de la fiereza de los dos baila su danza y recorre triunfante su ruta. ¡Paso, pues, a la maña, paso a la jaibería nativa, bailando y cabalgando alegremente sobre la gruesa piel de enormes y valientes hipopótamos cargados de manteca, pero ayunos de intelecto!...



VOCABULARIO   CONTEXTUAL



 1.Crispatura= Irritación, exasperación, enfurecimiento.

 2 .A oscuras= En la ignorancia, sin conocimiento de algo.

 3.Amadís de Gaula= Nombre de la novela de caballerías del siglo XVI que cuenta las hazañas y proezas de un valiente caballero del mismo nombre.

 4.Atufar= Enfadar, enojar.

 5.Jícara= Taza pequeña que se usa para tomar chocolate.

 6.Desaforados= Enormes, desmesurados, descomunales.

 7.Gigantes Caraculiambros= Se refiere al gigante de ese nombre a quien Don Quijote venció en batalla.

 8.Astucia= 1.Sagacidad, perspicacia, habilidad para solucionar problemas con rapidez.  2.Treta, artimaña, ardid.

 9.Perder la chaveta= Perder la cabeza, volverse loco.

10.Darse a todos los demonios= Enfadarse mucho.

11.Maña= Destreza, habilidad, maestría.

12.Jaibería= Marrullería, astucia, especialmente la del campesino boricua.


jueves, 14 de julio de 2022

La Solterona

 


                                               La Solterona



Cada vez que me pongo a pensar en las tristezas de este mundo, desfila por mi alma la figura doliente de este tipo social, cuyo nombre le sirve de epígrafe a estas líneas.


En torno de ese nombre, epitafio burlón colocado por la sociedad sobre los despojos palpitantes de una vida cruelmente mutilada, la imaginación vislumbra una leyenda de incurables nostalgias, de amarguras sin nombre, de trágico y perenne caminar a través de los desiertos espantables y penumbras horrendas del sufrimiento humano... Poema sombrío el que surge de ese nombre; desgarrador poema en que mil y mil vírgenes dejaron el sollozo expirante de sus vidas yermas...

Todos los seres humanos corremos hacia una meta, real o imaginaria; todos tenemos una finalidad, un ideal que perseguir en el mundo; unos la riqueza, otros la ciencia, otros el goce, otros el arte. Para ella, para la pobre solterona, no hay ideales, no hay perspectvas; ante sus ojos, ante sus ojos mustios de desconsuelo, se extiende siempre, muda e implacable, la solitaria inmensidad de un desierto.

Hay horas, momentos en la vida, aún para el ser más rebelde a la poesía, en que una cosa cualquiera impregnada de vago perfume de arte -la cadencia melancólica arrancada a una flauta en la distancia, la queja triste y dulce que vibra en las cuerdas de un violín o una guitarra, el trino fugitivo de un pájaro que pasa- nos conmueve de pronto, y trae a nuestra alma como el roce de las alas de un ensueño que nos acaricia, como la voz querida de un ideal lejano que nos saluda. ¿Qué pasará, qué pasará, Dios mío, en el alma de la solterona, en esa pobre alma, sola y triste, en uno de esos momentos? Yo me he preguntado esto mismo muchas veces y he sentido verguenza de ser hombre. Porque somos los hombres, han sido los hombres los que han acorralado a la mujer, tapiándola entre las cuatro paredes de un hogar mazmorra, hurtándole a escoger libremente su camino, no dejándole otra salida hacia el mundo, hacia la luz y el espacio, hacia el batallar grandioso y perenne de la vida, que la puerta estrecha y mezquina del matrimonio.

Y como por la puerta del matrimonio cada vez son menos las que salen, resulta natural e inevitable que cada vez sea mayor el número de las que se quedan, la legión de víctimas, la legión lamentable de reclusas que pasan por el mundo sin haber luchado, sin haber sentido, sin haber gustado un minuto siquiera inefables ternuras de amante, o embelesos sublimes de madre, sin haber recibido ni otorgado una caricia, sin haber amado, sin haber vivido.

No; no hay ni puede haber en la historia ni en el arte tragedia comparable a la tragedia de esas vidas que fracasan, que sucumben, que fenecen silenciosas, sin lucha y sin gloria, ferozmente inmoladas a un concepto del honor falso y salvaje.

Hombres que os descubrís ante un ataúd repleto de carne muerta, hombres que lloráis en el teatro ante un conflicto artificioso y mentido y de melodrama, ¡descubríos y llorad ante esa gran tragedia!

Espíritus ramplones, carcomidos de prejuicios absurdos, apolillados de bárbaras rutinas, yo os pregunto: ¿En virtud de qué noción de justicia
le imponéis a la mujer como una ley el conservarse casta y pura, en lucha insensata contra la naturaleza, hasta el matrimonio, y si no hay matrimonio hasta la muerte, y en cambio al hombre, con matrimonio o sin matrimonio lo dejáis en libertad de mancharse todo cuanto quiera? En otros términos, : ¿por qué el estado de pureza virginal, que afectáis considerar como un honor en la mujer, constituye en el hombre una degradación y una verguenza? ¿Es que también para el honor hay sexos, debiéndose distinguir entre el honor macho y el honor hembra?

¡Ah, picarones! Es simplemente que en eso del honor, como en todo, lo ancho para nosotros, lo estrecho para ellas, las pobres mujeres. ¿Qué nos importa que haya desastres y sacrificios y víctimas a millones si nada de eso nos alcanza a nosotros? ¿Qué nos importa que subsista un prejuicio, un convencionalismo bárbaro que condena a toda mujer que no se casa a la triste y yerta vida de la solterona o a la vida de oprobio y de infamia de la ramera, si ninguno de esos dos espantosos abismos nos amenaza a nosotros? 

Ante tanta injusticia, las palabras de Elia, en el, "Juan Gabriel Borkman", de Ibsen, paréceme que adquieren dantescas resonancias de anatema:

Elia a Juan Gabriel:
-¡Eres un asesino! ¡Has cometido un asesinato! Has matado mi vida para el amor. ¿Lo entiendes?... La Sagrada Escritura habla de un pecado misterioso para el cual no hay redención.

No comprendía yo qué pecado era ese que no podía ser perdonado; ahora ya lo sé. ¡El crimen que no puede borrar el arrepentimiento, el pecado a que la gracia no alcanza... lo comete quien mata una vida para el amor!

Oid a Elia, y sentiréis en el rostro, y sentiréis en el alma, muy adentro, muy adentro, la terrible impresión de un latigazo.



                           VOCABULARIO   CONTEXTUAL



1.Tapiándola= Limitar, ceñir, circunscribir.

2.Mazmorra= Prisión subterránea.

3.Ramplones= Vulgares, toscos, chabacanos.

4.Yerta= Rigurosa, severa, austera.

5.Juan Gabriel Borkman= Obra de teatro del noruego Henrik Ibsen.

6.Anatema= Se usa en el sentido de condena a ser apartado o separado de la comunidad.





lunes, 11 de julio de 2022

LA CRUELDAD DE LOS MEDICOS




                                            LA CRUELDAD DE LOS MEDICOS

                                  (Artículo de 1914)

     
     No sé por qué me he puesto hoy a pensar en dos cosas igualmente espantables: enfermedades y médicos. Está uno tan acostumbrado a asociar los dos conceptos, el concepto enfermedad al concepto médico y viceversa, que llegan a parecer uno solo. Hay médicos que recuerdan indigestiones, otros que se parecen a una tifoidea, otros que dan la terrible sensación de un dolor de barriga. Pero el mismo respeto casi religioso que me inspiran las enfermedades, me lo inspiran sus aliados los médicos, y declaro que apenas me duele una uña corro a buscar al médico. Estos buenos señores tomadores de pulso y exploradores de la lengua ejercen sobre mí la fascinación aterradora que ejercen los abismos: me atraen y me espantan. Y es por eso, sin duda, porque me atraen y me espantan, que hoy, a pesar de que he querido poner el pensamiento en otras cosas, he venido a parar a no poder pensar sino en ellos.
     Pienso en ellos, y me digo que es llegado el tiempo ya de que estos venerables sacerdotes de la ciencia -de una ciencia oscura que casi es nigromancia- vayan poniendo un poco de menos ciencia y un poco más de humanidad en ciertas funciones de las que más frecuentemente desempeñan. Me refiero a los enfermos incurables, a los que han entrado ya en ese período sombrío en que el rítmico vaivén del corazón va cesando. Período Preagónico, creo que es el nombre bonito que el tecnicismo médico ha dado a este lento, horrible apagamiento de una vida.
     Yo he visto pocas agonías, pero las pocas que he visto me han dejado una impresión indeleble. Y he necesitado irme saturando más y más del tedio de la vida para atreverme a pensar serenamente, sin escalofríos de horror, en ese terrible espectáculo que ofrecen las lentas, las largas, las crueles, las intermitentes e interminables agonías. Los hombres, estos pobres que andamos por el mundo creyéndonos tan importantes y dándonos tantísimo tono, somos grotescos, irremediable y lamentablemente grotescos, tanto en el acto del nacer como en el acto de morir.
     Somos piadosos con los animales. A pesar de la crueldad que todavía se esconde en la mayor parte de nuestras costumbres, y, de un modo especial, en nuestras relaciones con los animales que nos sirven, es lo cierto que la mayoría de las gentes, cuando se les enferma el gato o el perro o el caballo y pierden toda esperanza de curación, se apresuran a matarle para evitarle a la pobre bestia enferma inútiles torturas. Esto prueba que nos damos cuenta de que sería una estéril y odiosa crueldad el prolongar neciamente la agonía de un ser vivo, aunque pertenezca a la humilde categoría de animal doméstico.
     En cambio, con los hombres, con nuestros amados semejantes observamos una conducta opuesta y no sólo nos abstenemos de colaborar activamente en el acto de su muerte para evitarle inútiles y horrendos sufrimientos, sino que, muy al contrario, dejamos que el médico, o los médicos, se echen sobre el enfermo y le pinchen con la inevitable y atroz jeringuilla de la inútil inyección hipodérmica, y le tomen el pulso y le miren la lengua, y de mil modos y con un millón de pretextos, lo zarandeen y atormenten inquisitorialmente hasta que más no pueden.
     Yo sé de enfermos cuya agonía ha durado de este modo, no ya horas sino días y hasta semanas. Y he tenido el inmenso disgusto de oir después al médico, a su médico, jactarse de haber prolongado artificialmente, por medio de oportunas inyecciones, el espectáculo horroroso de aquella agonía eterna del paciente, acompañada por la angustiosa expectación de la familia.
     O yo estoy loco, o esto que hacen los médicos, no se en virtud de qué precepto de su oscura ciencia, es la mayor de las crueldades, el más abominable de los crímenes. Ya sé que al hacerlo invocan el deber, que les impone un duro ministerio, de prolongar a todo trance la vida, pero ¿es la vida lo que ellos prolongan con tales prácticas, o es la agonía? ¿Y es lo mismo vida que agonía? Si fuera como ellos dicen, si dentro de sus rígidos principios estuviera el mandato ineludible de prolongar, estulta e inexorablemente la vida del paciente, aunque esta vida se haya empobrecido y roto de tal modo que sólo quede de ella un ronco y lúgubre estertor y alguna que otra mueca de dolor o de fatiga, o de idiotez grotesca en el lívido rostro, entonces no habría otra solución que declarar que estos principios son contrarios al progreso de los tiempos y deben desterrarse para siempre como un asqueante residuo de barbarie ancestral.
     ¿De qué nos vale progresar vertiginosamente en los diversos mecanismos de la locomoción y en otros órdenes groseros de la vida, si hemos de seguir rigiéndonos en lo sustancial, en lo que atañe a nosotros mismos, a nuestros dolores, a nuestras costumbres, a nuestras concepciones de las cosas, por prácticas salvajes que enjendró en tiempos lejanos y oscuros la ignorancia de nuestros abuelos?
     Todo evoluciona en torno nuestro. Todo cambia. Todo parece irse reformando lentamente  en un sentido de mayor bondad, de mayor calor de simpatía fraternal para todo aquello en que late una chispa de vida. Nuestra sensibilidad evoluciona también. Lo que a nuestro abuelo de hace setenta años le hacía reir o le dejaba indiferente, a los hombres de ahora nos conmueve a menudo dolorosamente.
     Y si esto es así, y si la sensibilidad de los señores médicos no se ha sustraído a esta perenne evolución en un sentido de mayor bondad, yo, en nombre del dolor, acudo a ellos para que me digan si es o no cierto que es una idiota crueldad prolongar tercamente la agonía de un enfermo para darle artificialmente, sacrílegamente, meras apariencias grotescas y lúgubres de una vida borrosa que es sólo una mueca en el lívido rostro, un ronco y lúgubre estertor en la garganta, y una baba viscosa en la boca...




                                                                                                        
VOCABULARIO   CONTEXTUAL





1.Sacerdotes= Hombres dedicados y consagrados al desempeño de una profesión o ministerio noble y elevado.

 2.Oscura= Confusa, poco inteligible, incomprensible.

 3.Nigromancia= Arte supersticioso de adivinar lo futuro evocando a los muertos y consultándolos.

 4.Humanidad= Sensibilidad, compasión, piedad.

 5.Sombrío= Lúgubre, tétrico, melancólico.

 6.Período preagónico= Estado previo a la muerte.

 7.Indeleble= Imborrable, durable, inolvidable..

 8.Tedio= Hastío que produce lo que no aporta ningún interés.

 9.Dándonos tantísimo tono= Concediéndonos u otorgándonos nosotros mismos muchísima importancia.

10.Grotescos=  Ridículos, chocantes, extravagantes.

11.Estéril= Improductivo, inútil, ineficaz.

12.Atroz= Cruel, inclemente, terrible.

13.Hipodérmica= Que se pone bajo la piel.

14.Zarandeen= Que lo muevan de un lado a otro.

15.Inquisitorialmente= De modo parecido a los procedimientos crueles del tribunal eclesiástico establecido antiguamente por la Iglesia Católica para  castigar los delitos contra la fe.

16.Abominable= Digno de ser condenado, aborrecido.

17.A todo trance= De manera resuelta y decidida.

18.Estulta= Necia, estúpida, tonta.

19.Inexorablemente= Ineludiblemente, inevitablemente, irremediablemente.

20.Empobrecido= Que ha venido a menos.

21.Roto= Que se ha deteriorado.

22.Lúgubre= Triste, funesto, melancólico.

23.Estertor= Respiración anhelosa que produce un sonido ronco y que suele presentarse en los moribundos.

 24.Lívido= Amoratado.
  
25.Barbarie ancestral= Crueldad propia de tiempos pasados.
 
  26.Rigiéndonos= Guiándonos, conduciéndonos.

  27.Salvajes= Sumamente necias, tercas, zafias o rudas.

  28.Calor=  Favor, afecto, buena acogida.

  29.Late= Palpita= Que está presente.







miércoles, 6 de julio de 2022

NUESTRA FUERZA

 



                                             NUESTRA FUERZA

 (Fragmento del artículo de 1922 (¡Dios y Hormiga!)



     ¿Le parece a usted que por el hecho que el Presidente representa “al gobierno más poderoso del mundo” no nos toca sino sufrir y callar, no importa cuál sea el desaguisado que se le ocurra cometer contra nosotros? Está bien que seamos prudentes y que no busquemos camorra por motivos baladíes y que, como chiquitos y humildes que somos, agotemos nuestra capacidad de resistencia antes de proceder a mayores.
     Pero, no tratándose de ninguna clase de lucha armada, ¿qué nos importa que el adversario mida un pie o mida una milla de estatura?
     Toda su fuerza física es impotente contra nosotros, como es impotente un elefante contra una hormiga. Nuestra lucha no se desenvuelve en el plano físico de las bayonetas y los cañones, sino en un plano superior donde nuestra misma pequeñez bien explotada se convierte en un tremendo factor de pujanza.
     Me dirá usted quizá, con socarrona sonrisa escéptica, que el pez grande se come siempre al chiquito grite o no grite, y ahí están para probarlo Nicaragua, Cuba, Santo Domingo, etc. Muy bien, pero fíjese en que nosotros hemos sido tragados ya, desde el punto de vista internacional. Estamos ya dentro del monstruo, formamos parte de su masa y organización, y ya se sabe que no hay coloso alguno en el mundo que no salte y ruja de dolor cuando una sola célula de su cuerpo se encalabrina y se pone a chillar.
     Y esa es la cuestión para nosotros: saber chillar, saber chillar a tiempo y bien.
     ¡Callarse y sobrellevar con paciencia las flaquezas del prójimo cuando el prójimo tenga un garrote en una mano y un machete en la otra! No y no. Con esa moral se convertiría esto en una letrina y sería abominable.





 VOCABULARIO CONTEXTUAL





1-El Presidente= Se refiere al presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

2.Desaguisado= Agravio, denuesto, acción descomedida.

3.Camorra= Riña o pendencia.
  
4.Baladíes= De poca importancia y aprecio.

5.Impotente= Que carece de poder y fuerza para ejecutar una cosa.

6.Pujanza= Fuerza grande para ejecutar una acción.

7.Socarrona= Astuta, disimulada y con burla encubierta.

8.Escéptica= Que no cree o finge no creer en determinadas cosas.

9.Nicaragua= Invadida por los Estados Unidos en 1911.

10.Cuba = Intervenida militarmente por los Estados Unidos en 1899.

11.Santo Domingo= República Dominicana= Invadida por los Estados Unidos en 1905.

12.Coloso= Persona o cosa que, por sus cualidades, sobresale en gran manera entre los demás.

13.Ruja= Que se manifieste con gritos y protestas.

14.Encalabrina= Que se excita e irrita y causa turbación.

15.Letrina= Dícese de los lugares sucios y asquerosos.

16.Abominable= Digno de ser aborrecido.





lunes, 4 de julio de 2022

EL 4 DE JULIO

 




EL 4 DE JULIO

Cuatro de Julio... Washington... El pueblo norteamericano se reúne hoy con la devoción de siempre a rendir el fervoroso homenaje a ese nombre y a esa fecha, que son como el monumento levantado, en edades ya remotas, a la majestad del pensamiento humano, por los descendientes de los perseguidos del May Flower, que vinieran a las playas de un continente, casi desconocido entonces, a librar su conciencia del encadenamiento que los tiranos de su tiempo la querían sujetar. ¿Qué mejor homenaje a esta figura y a esta fecha que recordar algunas de las palabras en que sintetizó sus ideales políticos el prócer de la independencia americana?
"Si yo pudiera abrigar el más ligero temor de que la constitución formulada en la Convención que he tenido el honor de presidir pudiera algún día poner en peligro los derechos religiosos de cualquier sociedad eclesiástica, ciertamente que no habría puesto jamás mi firma al pie de ella; y si yo pudiera ahora concebir que el Gobierno por ella establecido viniera a ser de tal modo administrado que volviese insegura la libertad de conciencia, os ruego no dudéis de que nadie se mostraría más celoso que yo mismo de levantar barreras contra los horrores de la tiranía espiritual."
En aquel tiempo en que el caudillo escribió estas palabras, los hombres luchaban, hasta el enardecimiento y la persecución, por principios religiosos principalmente, y ya vemos con la claridad con que formula Washington su anatema contra toda suerte de actos que envolviesen el menor peligro para la libertad de conciencia. ¡Cuán lejos estaba de su pensamiento que había de llegar un día en que los hombres encargados del gobierno de su pueblo atropellasen y encadenasen la libertad de conciencia, no ya en los enardecimientos y fanatismos producidos por el fervor religioso, sino, aguijoneados por mezquinos intereses económicos!
¡Con qué mezcla de indignación y asombro habría acogido el prócer emancipador de Norte América la profesía de que en el seno de su mismo pueblo habrían de llegar a ser los mismos principios básicos de aquella Constitución que él y sus compañeros le legaron orgullosos a su raza, considerados como cosa subversiva y penable en boca de los disidentes económicos de hoy, herederos de los disidentes religiosos de ayer!
Como una ironía de la historia, quizás en el momento en que atruena los aires el eco de las manifestaciones de entusiasmo que provoca el recuerdo del fundador de la independencia, la Convención del Partido Demócrata reunida en San Francisco habrá proclamado candidato a la presidencia de los Estados Unidos a Mr. Palmer, precisamente el hombre que más se pronuncia en los tiempos actuales como antítesis viva de todo lo que en materia de ejemplaridad cívica se destaca de la obra y de la personalidad que hoy conmemora Norte América.
Mientras en todas las ciudades, hasta las más humildes, se rinde hoy culto a los principios de libertad encarnados en la noble y austera figura de Washington, aquel prócer que con tanta angustia se asomaba a la perspectiva del menor peligro para la majestad de la conciencia humana, muchos hombres, y entre ellos la figura mansa y evangélica de Eugenio Debs, están sepultados en sombríos y espantosos calabozos. ¿Qué delito cometieron estos hombres? No otro delito que el de manifestar en voz alta y sincera lo que pensaban acerca de la guerra. He ahí cómo las barreras que quiso poner Washington como salvaguardia de los gobernados contra la opresión de los gobernantes no fueron suficientes. La conciencia humana sigue encadenada... y seguirá estándolo mientras la igualdad política que introdujo la revolución francesa siga siendo sólo una ficción legal debajo de la cual es fácil descubrir la realidad innegable y espantable de un estado de vasallaje económico que fabrica parias en vez de ciudadanos.



VOCABULARIO CONTEXTUAL


1.Fervoroso= Efusivo, entusiasta, ardoroso.

2.May Flower= Mayflower= Es el nombre del barco que transportó en 1620 a los llamados peregrinos desde Inglaterra hasta la costa de lo que hoy son los Estados Unidos de América.

3.Enardecimientos= Pasión, entusiasmo, exaltación.

4.Aguijoneados= Alentados, incitados, provocados.

5.Mezquinos= Egoístas, ruines, indignos.

6.Subversiva= Que intenta destruir el orden establecido.

7.Penable= Que puede recibir pena o castigo.

8.Encarnados= Dícese del que representa alguna idea, doctrina, etc.

9.Eugenio Debs= Eugene Víctor Debs (1855-1926)= Fundador del Partido Socialista de los Estados Unidos y candidato a la presidencia de ese país en las elecciones de 1904, 1908, 1912 y 1920. En esta última recibió 915,000 (6%), a pesar de hallarse encarcelado bajo el cargo de sedición a causa de su oposición a la Primera Guerra Mundial.

10.Salvaguardia= Garantía, amparo, defensa.

11.Parias= Personas excluidas de las ventajas y derechos de que gozan las demás en la sociedad.