lunes, 28 de diciembre de 2020

ADIOS 1915

 





ADIOS 1915
(Artículo de enero de 1916)

     Se va, se fue ya el año 1915. Nunca me he entretenido en la tarea, puerilmente romántica, de despedir el año que muere y saludar al que comienza. Pero en esta fracción de tiempo que, convencionalmente, hemos designado con el nombre de 1915, han ocurrido cosas tan gordas, tan monumentales que bien vale la pena de referirse a ellas, aunque sólo sea para tener el gusto de nombrar alguna, ahora que otra fracción de tiempo, rotulada con otro número, nos sale al encuentro. En primer lugar, a este 1915, que ya se va, le cabe el honor de haber sido el más sangriento de la historia. Es verdad que la gran guerra europea estalló en el 1914, pero estalló a mediados de año, de modo que el primer año consumido, desde Enero a Diciembre, en la enorme contienda, es el 15, y por eso es que figurará para siempre en la historia con un color de un rojo más subido que ningún otro año. El ataque grandioso y desesperado de los alemanes a Yprés; la entrada de Italia; la retirada rusa; la escuálida figura del gran duque Nicolás desapareciendo bruscamente de la escena como si se hubiese evaporado; la actitud de Grecia, donde la mano de una mujer detiene y paraliza los impulsos de la voluntad nacional; la traición de Bulgaria; la fiereza casi inverosímil de los servios; la archi-ridícula aventura del millonario Ford... ¿Cómo no enamorarse rendidamente de un año así, que nos ha puesto ante los ojos en veloz desfile sucesos tan grandiosos y dramáticos? Dejo a los mojigatos, a los llanos de espíritu, la tarea fastidiosa de derramar un mar de lágrimas de beata para llorar el mar de sangre vertida en los campos gloriosos de Europa en el 1915, y me entrego con toda mi alma al deleite de meditación, de evocación y de emoción que me van brindando, uno a uno, los trágicos episodios de esta gran epopeya. Y me consuelo del gran dolor de no haber vivido en los tiempos de Napoleón el divino, pensando que estoy vivo ahora y que he podido contemplar cosas que tienen más fuerza dramática que los mismos milagros napoleónicos. Y pienso más; pienso que estoy vengado. Que estoy vengado ya de toda la bilis que me he tenido que tragar a lo largo de la vida, resignándome a tolerar, sin tregua ni protesta, las mil y una vulgaridades, ramplonerías, sandeces y vilezas de que estaba saturado el mundo, y sobre todo este mundo, raquítico y apestoso a trastienda, de América, donde el concepto de las cosas es tan pobre y oscuro que los pavos son águilas y las cotorras ruiseñores. Y digo que he quedado vengado, porque en la hoguera de la guerra que está ardiendo en Europa se están quemando los moldes, las normas, los cimientos mismos del sistema social odioso y mil veces maldito que a manera de máquina infernal mataba por asfixia los temperamentos ricos, generosos, pródigos de acción o de pensamiento, y guardaba todos sus merengues y sus sopas bobas, y sus monedas, y sus misas y sus lujos y sus mimos, para aquellos hombres tirados a cordel cuya tosca sensibilidad y cuya falta de espiritualidad les hacía adaptables, convirtiéndolos en exhibición perenne de virtudes negativas, burguesas, rutinarias, fáciles, flatulentas, feriables...
     ¡Oh la inmensa hoguera crepitante y convulsa en que vislumbro ardiendo, chisporroteando, gimiendo, maldiciendo, bufando, pateando y muriendo toda la absurda, grotesca, caduca, mercenaria y tiránica ideología de cerdos flacos con que me han torturado padres, maestros, clientes, amigos y enemigos desde que vi la luz en este islote americano donde las águilas, para poder vivir, se disfrazan de pavos y los ruiseñores de cotorras!
     Año de 1915, el más sangriento, el más trágico, el más grande de la historia: en medio de la mugre espiritual que ya te has llevado, yo, un hombre pequeño e insignificante nacido y criado en una verruga del Caribe, y que, de puro aburrido y asqueado, pensó en suicidarse a principios del año 1914; yo, un hombresito ruin, a quien haría correr y morirse de miedo una gota de sangre, te saludo en tu olímpico agonizar y me empapo bien el corazón de la roja luz de tu noble y amado recuerdo...




VOCABULARIO  CONTEXTUAL




  1.Puerilmente= De modo trivial, fútil, vano.

  2.Romántica= Sensiblera, excesivamente commovible.

  3.Gordas= Destacadas, notables, trascendentes.

 4.Rojo= Radical, revolucionario. Muy exaltadas las pasiones.

  5.Escuálida= Consumida, enclenque, raquítica.

  6.Mojigatos= Personas que se escandalizan fácilmente.

  7.Fastidiosa= Inaguantable, insoportable, desagradable.

  8.Bilis= Enojo, cólera, amargura.

 9.Ramplonerías= Vulgaridades, desverguenzas, insolencias.

10.Raquítico= Pequeño, de poca categoría o poder.






martes, 22 de diciembre de 2020

SONATA DE DICIEMBRE

 





                                    SONATA DE DICIEMBRE

(Artículo de 1915)

     Majarete, arroz con dulce, almojábanas... Yo voy diciéndome estas palabras muy despacio, muy sosegada y recónditamente, y siento que al decirlas se me llena el corazón de cosas de infancia que cantan y lloran.
     Majarete, arroz con dulce, almojábanas... ¿Dónde estarán aquellas manos resplandecientes de blancura de carne y de alma, que para estos días de diciembre, tan suaves, tan azules, tan amables, se complacían en recrear mis ojos de niño con las tres exquisitas golosinas que he nombrado, puestas sobre un mantel?
     Fino era el aire como filo de navaja; verdes los campos, pero no del verde crudo y detonante del resto del año, sino de un verde claro, delicado y lánguido. Y en todas partes, en el aire fino de la montaña y en el verde claro de los campos, ecos de coplas jíbaras olorosas a selva que subían y subían triunfantes por entre la malla de cálidas notas que tejían la guitarra y el cuatro y el güiro. ¡Oh aquellos días, melancólicamente apacibles, en que no había regaños de maestros ni necias disciplinas escolares, y todo sonreía, y había nidos y trinos y vuelos en los cafetales de Coabey, y los caminos se llenaban de muchachas, y yo tenía permiso para montar a caballo, en el minúsculo caballo negro y manso que me habían regalado, y seguir las parrandas, las alegres parrandas de gentes humildes y sanas de corazón que por instinto tenían la sabiduría de volverse niños una vez al año para irse por los caminos pidiendo aguinaldo!
     En la larva de hombre que era yo entonces, qué de impresiones recogidas ávidamente, como en una especie de íntimo delirio, por todos mis poros, en todo cuanto mi vista abarcaba, desde la rama de guaba que mecía blandamente la brisa primaveral, hasta la cálida vibración de juventud en el cuerpo, en la mirada y en la voz de las muchachas que cantaban y bailaban. Yo no bailaba ni cantaba, porque era niño y tímido, pero miraba, miraba, miraba. Y de las cuerdas tensas de mis nervios se quedó prendida para siempre la rara sensación inexpresable que me producía el verdor de los campos, el palpitar voluptuoso del aire, la salmodia perenne del río, la vibración de juventud en los cuerpos de las jíbaras, y el eco lánguido de la copla campesina resonando sobre los intrépidos acentos del cuatro y los trágicos acentos de la guitarra. Y desde entonces enfermé; enfermé de la grave dolencia de ensoñación que inocularon en mi sangre el aire y las montañas y el río de Coabey, cuando les vi vestidos con el traje delicado y galano que les daba diciembre.
     Y vuelven, han vuelto ya los días de fin de año, tan suaves, tan azules, tan amables, en que diluye su alborozo la mañana y su pena la tarde. Vuelven... ¿pero dónde está mi caballito negro de seguir parrandas? ¿dónde las ondulantes y frescas muchachas que llenaban los caminos? ¿dónde la copla jíbara que glosaban el cuatro y la guitarra?... ¿Y dónde, dónde hallar, Dios mío, por mucho que yo peregrinase buscándola, aquella voz, aquella cara, la figura aquella de mujer buena, triste y dulce, de cuyas manos resplandecientes de bondad recibí yo tantas veces las exquisitas golosinas de diciembre?
     Majarete, arroz con dulce, almojábanas... ¡Quién iba a pensar que estas palabras me habían de conmover con la emoción de ahora, que las voy diciendo muy despacio, muy sosegada y religiosamente, pues al decirlas siento que se me llena el alma de cosas de infancia, de melodías lejanas que cantan y lloran!


VOCABULARIO CONTEXTUAL


  1.Sonata= Composición musical instrumental de vario carácter y movimiento.
  
  2.Majarete= Manjar compuesto de maíz, leche y azúcar.
  
  3.Arroz con dulce= Postre hecho a base de arroz, leche de coco y pasas y que se sirve en la época navideña en Puerto Rico.
  
  4.Almojábanas= Especie de torta que se hace con manteca, huevo y azúcar.
  
  5.Crudo= Se aplica a las cosas destempladas, desmesuradas, faltas del término medio que se toma entre dos cosas.
  
  6.Detonante= Desmedido, inarmónico, chocante, desmesurado.
  
  7.Jíbaras= Dicho de personas, costumbres y otras cosas relativas a los campesinos en las regiones montañosas de Puerto Rico.

  8.Cuatro= Instrumento de la musica tradicional puertorriqueña algo más pequeño que la guitarra y de cinco cuerdas dobles metálicas.
  
  9.Güiro= Instrumento musical de percusión muy popular entre el campesinado de las Antillas Mayores con caja de resonancia hecha de un calabazo duro de la mata del mismo nombre. Se le conoce también como güícharo.

10.Coabey= Nombre taíno que denomina a un barrio ubicado en las coordenadas 18°12′51″N 66°33′44″O y perteneciente a la municipalidad de Jayuya, Puerto Rico.

11.Aguinaldo= Regalo que se da en la fiesta de Navidad a los que van por las casas cantando villancicos.

12.Salmodia= Canto cadencioso, insistente y un tanto monótono.


13.Intrépidos= Atrevidos, vigorosos, enérgicos.

14.Acentos= Dícese de la intensidad o prominencia que se le da a los sonidos para realzarlos o resaltarlos.

15.Trágicos= Hondamente conmovedores.

16.Inocularon= Que alojaron, inyectaron, introdujeron.

17.Galano= Dispuesto con buen gusto. Elegante, gallardo, primoroso.

18.Alborozo= Extraordinario regocijo, júbilo, placer o alegría.

19.Ondulantes= Que sus cuerpos presentan líneas curvas.

20.Glosaban= Dícese de la variación que diestramente ejecuta el músico sobre unas mismas notas.

21.Religiosamente= Con sentimiento de veneración y devoción.






lunes, 30 de noviembre de 2020

NUESTROS JIBAROS

 





                              NUESTROS JIBAROS

(Fragmento del artículo de 1922 Nuestros Jíbaros

     Al tratar yo sobre los jíbaros lo habría de ser en romántico, poniéndome antes unos espejuelos color rosa para cantar entusiásticamente sus costumbres sencillas, su tiple, sus décimas, sus amores, sus tradiciones, su bohío encaramado como un ave en lo alto de una loma, etcétera, etcétera, o, en vez de calzarme los espejuelos rosa, me habría de frotar bien los ojos para tener de ellos, de nuestros jíbaros, la visión menos romántica, la más realista, y así dar de ellos la impresión que más nítidamente les presente.
     Yo arrojé hace tiempo lejos de mí los románticos espejuelos color rosa. Yo creo, precisamente, que no hay plaga humana comparable en sus estragos, en su labor perenne de destrucción, deformación o adulteración, que la actitud romántica. Eso que llaman idealización de las cosas para no verlas en su verdadero aspecto es la superchería más odiosa y nociva que es posible concebir. Hace más daño un romántico, con su sistemático afán de fingir que la realidad es de esta manera o la otra, que una docena de asesinos, ladrones e incendiarios sueltos por el mundo. Porque estos producen el caso particular de muerte, de robo, de incendio, mientras que aquél, el romántico, como tiene respetabilidad y halaga dulzarronamente nuestros instintos vanidosos, esparce en torno de sí una influencia social que contamina con su ceguera a generaciones enteras.
     De ahí que me fuera imposible escribir una sola línea en romántico acerca del jíbaro sin sublevar mi conciencia con la clara noción de la perpetuación de un inmundo delito. Idealizar el jíbaro, transfigurarle, ponerle tan lejos de sí que a tal distancia el cuadro de su vida se nos aparezca plácido y bello como el de una égloga, es una forma de insensibilidad tan cruel, que ni por todo el oro del mundo me resolvería yo siquiera a intentarlo. Pase que uno pellizque un poco su imaginación y la caldee y soliviante hasta el punto de atribuirle encantos y seducciones a lo que está lejos y uno no conoce, pero ser capaz de cerrar voluntariamente los ojos ante lo que está delante de uno, retorcido de dolor o empalidecido de agonía, ser capaz de fingir entusiasmo y cantar ante el harapo y la mugre y la llaga, significa una callosidad tan monumental, bien en la inteligencia, bien en las fibras sensibles, que sólo siendo un verdadero monstruo se puede intentar tamaña empresa.
     No, ¡vive Dios!, yo no me siento con fuerza para trazar de un modo romántico y acaramelado la trágica silueta del jíbaro. ¡El jíbaro!... Si hay algo en nuestra tierra que revele en nosotros, la clase directora, un estado de depravación moral rayano en la criminalidad, o un estado de indiferencia y apatía rayano en la imbecilidad, ese algo es nuestro jíbaro, ese ser macilento y escuálido y horrible que puebla nuestros campos.
     Nuestro jíbaro no se parece al campesino de ningún otro lugar. En todas partes el labriego es pobre, rudo, ignorante, infeliz, como último peldaño que es de esta monstruosa escala social que pone abajo a los que producen y arriba, muy arriba, a los que sólo sirven para consumir. En todas partes el labriego constituye un reproche sangriento contra la sociedad que, después de sustentarse de su sudor, le abandona a su suerte y le desprecia como vil alimaña. Pero aquí en Puerto Rico el espectáculo es más cruel que en ningún otro país que yo conozca.
     Id al campo en cualquier país de Europa o América y hallaréis que alguna vez hay una tregua en la sórdida brega, que alguna vez la pobre y ruda bestia de trabajo se pone unos trapos llamativos y el acento de una bandurria o guitarra, o mandolina, denota jubiloso en sus oídos, y las mozas y los mozos tienen su hora de inocente algazara en que el baile y la copa y la zambra les proporcionan un relámpago de goce y de olvido.
     Pero id al campo nuestro, cruzad nuestra inefable campiña de Norte a Sur y de Este a Oeste, y no hallaréis jamás nada que os cuente que la bestia infeliz que nos sustenta con sus brazos ha salido un instante de ese ritmo carcelario de trabajo y de sueño que aprisiona su vida. No oiréis la copla rústica, y si la oís será fea, monótona, entrecortada y siniestra como un hipo de moribundo, ni veréis colorines en las ropas, ni el viejo marrullero y jovial os soltará una chanzoneta, ni las mozas y los mozos entregarán sus cuerpos a la lúbrica embriaguez de un tango, de una jota, de un tamborito, de una rumba.
     No, no encontraréis más que el mismo lúgubre, espantoso cuadro de miseria, de mugre, de extenuación, de muerte. Por todas partes hombres lívidos, escuálidos, borrosos, espectrales, os saldrán al paso y en voz apagada y sonambúlica os contestarán. Por todas partes niños del vientre inflado, sin color ni alegría, os darán la horrenda sensación de una infancia deforme, de una infancia decrépita, en cuya tierna carne se ceban implacables la anemia, el paludismo, la tuberculosis. Por todas partes el bohío...
     Pero, ¿habéis mirado de cerca un bohío? ¿Habéis visto nada más miserable, que acuse un mayor desamparo, que el bohío? Paja, caña, cajones, desperdicios de todas suertes entraron en su composición, y dentro, una familia de tres, de cuatro, de diez seres humanos, en un hacinamiento de sabandijas, cumplen bajo el azul de los cielos su rito misterioso y augusto del diario vivir.
     En tanto nosotros, pasa que te pasa, por frente al bohío, pasa que te pasa en el diario trajín, sin que nada nos grite desde lo recóndito de nuestra conciencia que aquel horror humano es obra nuestra, cosa nuestra, maldad o insensibilidad o imbecilidad nuestra que nos permite ir y venir en paz sin que sintamos el lazo de solidaridad que nos hace prolongación y culminación de aquel pudridero de hombres y de niños.





VOCABULARIO CONTEXTUAL





  1.Jíbaros= Nombre dado en Puerto Rico y otras partes de América a los campesinos.

  2.En romántico= De modo sentimental, idealista.
  
  3.Entusiásticamente= Con exaltación y fogosidad.

  4.Tiple= Es el más pequeño de los instrumentos de cuerda típicos de Puerto Rico.

  5.Calzarme= Usar o llevar puestos.

  6.Plaga= Calamidad, desgracia, infortunio.
  
  7.Estragos= Daño, perjuicio.

  8.Superchería= Engaño, farsa, invención.

  9.Nociva= Dañosa, perniciosa, perjudicial.

10.Dulzarronamente= Con afabilidad, agrado, dulzura.

11.Sublevar= Excitar indignación, causar deseos de protesta.

12.Inmundo= Repugnante, deshonesto.

13.Transfigurarle= Cambiarle la imagen. 

14.Égloga= Poema en que se describen escenas campestres idílicas.

15.Pellizque= Se usa para indicar que es en grado pequeño.

16.Caldee= Que active, estimule, anime.

17.Soliviante= Que inquiete o agite.

18.Llaga= Infortunio que causa pena y pesadumbre.

19.Callosidad= Dureza, insensibilidad.

20.Acaramelado= De modo muy obsequioso, halagador.

21.Macilento= Demacrado, triste, descolorido.

22.Escuálido= Flaco, consumido, enfermizo.

23.Algazara= Ruido de muchas voces juntas que por lo regular nace de la alegría.

24.Zambra= Fiesta y danza con bulla y regocijo.

25.Relámpago= Denota brevedad.

26.Inefable= Que no se puede explicar con palabras.

27.Marrullero= Astuto, taimado, sagaz.

28.Chanzoneta= Chanza= Dicho festivo o gracioso.

29.Lúbrica= Perteneciente a los deleites sensuales.

30.Embriaguez= Enajenamiento pasajero del ánimo por estar vivamente poseído  de alguna pasión.

31.Lúgubre= Triste, funesto, melancólico.

32.Borrosos= De trazos desvanecidos y confusos.

33.Espectrales= Visión más aparente que real.

34.Apagada= Débil, tenue.

35.Sonambúlica= Semejante a aquellos que durante el sueño se levantan, hablan y andan.

36.Decrépita= Ajada, mustia, marchita.

37.Trajín= Ajetreo y afán intensos.











lunes, 23 de noviembre de 2020

LA JIBARITA




                                                               LA JIBARITA

 (Fragmento del artículo de 1916 La Jibarita)

     Viste mal, come mal, vive mal. Cuatro tablas de palma de un techo de yagua o de paja la resguardan malamente del sol, del viento. Es humilde, sencilla, callada, doliente. Madruga mucho, y, desde que se levanta hasta que se acuesta, hace un sin fin de cosas: monda guineos; va al batatal y escarba con su mocho y saca unas batatas, tuesta y muele café, lava un montón de ropa, espanta las gallinas para que no se metan en la tala, trae del monte un manojo de leña y calienta y prepara el fogón; barre, remienda, friega, le tira unas cáscaras al lechón, y duerme al nene. Pero tanto bregar no le impide componerse un poquito ante el pedazo de vidrio o del latón que le sirve de espejo, y prenderse un clavel en el pelo, y asomarse a la puerta del rancho cada vez que taconea un caballo o resuena una copla en el camino.
     ¡Oh jibarita ingenua y susurrante, rosa pálida y triste que embelleces como un rayo de luna las lomas y los llanos y barrancos de Jauca, de Collores, de Jayuya, de Coabey arriba! Tu no usas abalorios, ni sabes de modas, ni te contoneas gentilmente al andar. Tu habla es rústica y tímida, y torpe tu ademán, y dura y hasta callosa tu mano hacendosa que hincha los calabazos y blande el mocho y raspa, en la cosecha, la vara de café. Pero yo te digo, ¡oh amable mujercita de los ojos tan negros en la cara tan pálida! Que mi primer temblor de enamorado me lo inspiró la curva melodiosa de tu seno, y mi primera embriaguez me la dio a conocer el aroma de tu cuerpo cuando bailé contigo y enloquecí de gozo mirándote los ojos y adorando tu boca en la flama de un villarán. Y luego, y siempre,  cuando andando el tiempo te he encontrado lavando tus trapitos y asociando tu copla al mugido del río, otra vez y otra vez el aroma de égloga de tu vida sincera, callada y humilde y de tu cuerpo hermano del café, de la guaba, del guamá y del plátano, me ha sahumado el alma y me ha dado nostalgia de aquel temblor de enamorado que me sacudió todo, cuando bailé contigo en la flama de un villarán, y me quemé en tus ojos, y enloquecí de gula mirándote la boca...





VOCABULARIO  CONTEXTUAL





  1.Jibarita= Diminutivo de jíbara= Término que se usa en Puerto Rico para referirse a la mujer campesina.

  2.Yagua= Nombre taíno de la palma Roystonea Regia cuyas hojas secas (la parte más próxima al tronco) se utilizaban por los campesinos para techar sus bohíos.
  
   3.Guineos= Nombre que se le da en las Islas Canarias, en algunas partes de América del Sur y en el Caribe a las bananas.

 4.Batatal= Lugar donde se cultivan unos tubérculos llamados batatas semejantes a las patatas.


  5.Mocho= Machete corto.
  
  6.Tala= Huerto.  
  
  7.Fogón= Antiguamente, sitio donde se hacía el fuego para cocinar.
  

  8.Lechón= Cerdo, puerco.

  9.Rancho= Choza con techumbre de yaguas o paja.
  
10.Jauca, Collores, Coabey Arriba= Barrios de Jayuya, Puerto Rico.
  

11.Abalorios= Conjunto de cuentecillas de vidrio agujereadas, con las que se hacen adornos.

12.Hincha= Que llena algún recipiente de agua u otras cosas.

13.Calabazos= Calabazas secas y huecas para llevar agua.

14.Raspa= Que quita por completo una cosa.

15.Embriaguez= Perturbación o enajenamiento del ánimo.

16.Flama= Fuerza de una pasión o deseo.

17.Villarán= Composición musical que generalmente se tocaba en las fiestas campesinas.

18.Copla= Composición poética breve, que por lo común sirve de letra en las canciones populares.

19.Égloga= Poema en que se describen escenas campestres.

20.Guaba= Årbol de la familia de las leguminosas que se utiliza para dar sombra a las plantaciones de café.

21.Guamá= Årbol de la familia de las leguminosas que se utiliza para dar sombra a las plantaciones de café.

22.Sahumado= Que le ha perfumado o aromatizado.

23.Gula= Apetito intenso de alguna cosa.






lunes, 9 de noviembre de 2020

NUESTROS NIÑOS

 





NUESTROS NIÑOS

(Fragmento del artículo Nuestros Niños de 1914)


     Hace ya algunos días que recibí la impresión de la que voy a hablar. Esta impresión a que me refiero es la que recogí en el teatro de San Juan, la noche de la fiesta de graduación que celebraban los alumnos de la "High School".
     El teatro estaba de bote en bote. Yo entré, a eso de las diez, acompañado de mis amigos Guerra, Pérez Pierret y Lloréns. Hablaba un jovencito de los de la escuela, pero no le dábamos, como es natural, ninguna importancia. Suponíamos que estaría soltando, sacada de su cabeza, o de la cabeza de algún docto señor, esas respetables tonterías que se dicen invariablemente en tales actos.
     Alguien del grupo, sin embargo, echa de ver de pronto que el jovencito estaba tratando nada menos que de nuestro problema político. Y nos quedamos a escuchar... y no había transcurrido un segundo, cuando ya el jovencito nos había conquistado enteramente, y no sólo le oímos, sino que le aplaudimos tanbién frenéticamente, mezclando nuestros aplausos a la enorme ola de entusiasmo que estallaba a cada párrafo del jovencito.
     Era que presenciábamos una cosa insólita, un acontecimiento nuevo, imprevisto, trascendental en su significación y en sus consecuencias. Era que veíamos cómo del fondo de nuestras escuelas, de que sólo debían salir canciones en inglés y sentimientos e ideas convenientemente recortados y ajustados a la norma de los intereses de nuestro gobierno, surgía tanbién, cálida y vibrante, la voz de la protesta, la voz de la indignación en que pone el temblor de su exasperación el alma de una raza que no quiere morir.
     La voz del jovencito proseguía, y un silencio religioso y cariñoso acogía aquella amable voz de timbre juvenil, y a cada nuevo párrafo en que, como un sonoro latigazo, resonaba la palabra independencia, la sala, conmovida, se volvía un huracán.
     Habían hablado los hombres políticos, habían hablado las asambleas de los partidos, había hablado la Cámara. Pero cada vez que cualquiera de estas entidades se manifestaba partidaria de la independencia, en los labios de los estadistas americanos se dibujaba una helada sonrisa de desdén. Y los Taft, y los Cannon y los Root, y los Roosevelt que nos visitaron, a cada insinuación regionalista respondían alargando el brazo y señalando a nuestros niños. De nuestros niños, educados en inglés, instruidos y disciplinados en los moldes de una ideología americanista, había de salir, pensaban ellos, el nuevo espíritu, el genuino espíritu americano.
     Y estadista tras estadista, desde Taft hasta Bryant, todos acallaban nuestros clamores, mostrándonos, en actitud de sibilas, la silueta lejana de las escuelas, donde un hormiguero de almas infantiles, ávida y diariamente, aspiraba y se bebía y se tragaba por todos los poros la astuta lección del expansionismo americano disfrazado de redentorismo lincolniano.
     Y he aquí que, de pronto, del seno mismo de esas escuelas misteriosas donde se incuba el porvenir, sale una voz clamando independencia, y no suave y melíflua como la de la mayoría de nuestros políticos, sino fuerte, áspera, estridente, como si en ella vibrasen de pronto todas las cóleras que acumuló el tiempo y sofocó el temor. ¿Hacia dónde señalar ahora el dedo de sibilas de nuestros tutores? Ya las escuelas han hablado, ya las escuelas nos han dejado absortos con el milagro de esa tropa de niños que, instruidos y disciplinados (en inglés) para un porvenir sólidamente americano, salen súbitamente del vientre de la colosal incubadora de egoístas ideales, y, en lugar de volverse unos Smith, o unos Panzas teñidos de Smith, se tornan, a la vista de todo el mundo, sin timideces ni reservas, gallardamente iberos, y como iberos, desdeñosos del grosero atracón de viles viandas, sueño grotesco de todo innoble Panza, y ávidos de ofrecerse, en los caminos y veredas de la vida, al soplo de quimera de toda noble y hermosa aventura.
     Decididamente son inteligentes como diablos nuestros niños, y hay que cambiarles las incubadoras. No es lo mismo incubar huevos de pavo que huevos de cóndores.





VOCABULARIO CONTEXTUAL





     1.Recogí= Que tomó en cuenta lo que alguien ha dicho.


    2.Bote en bote= Completamente lleno de gente.

   3.Soltando= Diciendo. Suele aplicarse a las palabras necias o que no deben decirse.
  
4.Docto= Dícese de aquel que ha adquirido más conocimientos que los comunes y ordinarios.

   5.Echa de ver= Que reparó o advirtió.

   6.Ola= Movimiento impetuoso de mucha gente o cosas apiñadas.

    7.Estallaba= Que se manifestaba violentamente.

    8.Insólita= No común ni ordinaria.

    9.Fondo= Lo principal o esencial de una cosa.

  10.Recortados y ajustados= Ceñidos, conformados, acomodados.

   11.Exasperación= Irritación, enfurecimiento.

   12.Religioso= Sobrio, templado, sereno.

  13.Acogía= Admitía, aprobaba, aceptaba..

  14.Timbre= Sonido característico de la voz de una persona.

  15.Latigazo= Amonestación áspera e inesperada.

  16.Dibujaba= Que describía un sentimiento.

  17.Helada= Que muestra mucha indiferencia, desafecto o poco interés.

 18.Desdén= Indiferencia y despego que denotan menosprecio.

 19.Disciplinados= Acostumbrados a la obediencia y sumisión.

  20.Ideología americanista= Conjunto de doctrinas que intentan comunicar y hacer extensivas las costumbres y civilización de Norteamérica a otros países.

 21.Sibilas= Mujeres sabias a quienes los antiguos atribuyeron espíritu profético.

  22.Hormiguero= Lugar en que hay mucha gente.

  23.Åvida= Ansiosa o con deseo vehemente de alguna cosa.

  24.Astuta= Hábil para engañar o para evitar el engaño.

 25.Redentorismo= Acción dirigida a librar a uno de una obligación.

  26.Lincolniano=Relativo a Abraham Lincoln, decimosexto presidente de Norteamérica y autor del edicto de emancipación de los esclavos proclamado el 1 de enero de 1863.

  27.Incuba= Acción del desarrollo de una cosa desde que empieza a obrar la causa hasta que se manifiestan sus efectos.

  28.Melíflua= Dulce, delicada, suave y tierna en el trato.

  29.Åspera= Rígida, austera, poco afable.

  30.Incubadora= (Ver núm. 27). Lugar donde se desarrolla algo hasta su plena manifestación.

  31.Teñidos= Con carácter o apariencia que no es la suya propia.

  32.Iberos= Perteneciente a la Península Ibérica (España y Portugal).

  33.Atracón= Acción y efecto de hartarse.

  34.Viandas= Sustento y comida.

  35.Panza= Sancho Panza= Personaje de la inmortal novela de Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha. Representa el sentido común, real y vulgar. En este contexto se refiere a los iberoamericanos.

  36.Soplo= Cosa muy breve y leve.

  37.Diablos= Personas sagaces y astutas.

  38.Pavo= Ave gallinacea de América del Norte. Hombre soso e incauto.

  39.Cóndores= Ave de rapiña de América del Sur. Personas de mucha viveza y perspicacia.