sábado, 27 de octubre de 2018

VOLUNTAD Y GENIO






VOLUNTAD  Y GENIO
 (Fragmento del artículo de 1914 La Abulia del Talento)

     Tiene uno que observar cosas bien raras en este desconcertante planeta en que vivimos. Y entre estas cosas raras, ninguna lo es tanto como la frecuencia con que vemos fracasar a los  hombres más inteligentes en las más fáciles empresas. Del mismo modo que se puede asegurar que una inteligencia mediana es necesaria para luchar en el combate de la vida con grandes probabilidades de triunfo, parece evidente también que una inteligencia sobresaliente es lo que más rápidamente conduce al fracaso. La peor herencia, pues, que podemos dejar a nuestros hijos es ésa: una grande, una fuerte inteligencia.
     Ya sé que esto suena a paradoja, pero, ¿qué profunda verdad habrá en el mundo que no parezca paradoja? Observad atentamente a la vida, buscad cien hombres que hayáis conocido íntimamente lo bastante para juzgar de sus facultades, fijaos luego en sus hechos, y ya veréis, ya veréis cómo los más inteligentes de esos cien hombres se fueron lamentablemente a pique en el mar de la vida, mientras los más ruidosos y redondos triunfos fueron indefectiblemente de las facultades más comunes, más medianas. Claro que hay excepciones, claro que suele ocurrir, de siglo en siglo, que una inteligencia de primer orden suba de un salto al éxito, pero la regla general es ésa: a mayor inteligencia, mayor número de probabilidades de romperse la crisma andando por el mundo.
     Yo me he quedado a menudo cabizbajo y triste en la contemplación ideal de este fenómeno, y hoy siento la necesidad irresistible de tratar de él. ¿Por qué? ¡Qué sé yo! Quizás porque me duele algo, porque me llora algo allá en las sombrías catacumbas del alma donde voy enterrando mis muertos anhelos...
     El éxito es hijo legítimo de la voluntad, y la voluntad parece, quizás, incompatible con una robusta, sobresaliente mentalidad.
     Si hay algo trágico en el mundo es el gesto de superioridad que el hombre de fuerte y personal sello intelectual tiene que sufrirle a todo burro o semiburro cuya voluntad tiesa y acerada le llevó a alguna cumbre social o económica. Allí donde el hombre de genio luchó, sufrió, y no sacó jamás los pies del plato, una medianía cualquiera vino, vio y venció con un golpe o con una serie de recios y sucesivos golpes de su gran voluntad. Y esta tesonera medianía, confundiendo lastimosamente lo que es voluntad con lo que es genio, se infla hasta casi reventar de un necio y petulante orgullo de hombre superior; y hay que verle entonces, junto al verdadero príncipe del talento, prodigando a éste necios reproches y estúpidos consejos. Y mientras más se yergue el mimado del éxito que tuvo voluntad, más se inclina y se abate tristemente ante su necedad victoriosa la noble cabeza cargada de ideas que cruzó por la vida soñando y pensando, y que por pensar y soñar demasiado se quedó rezagado y llegó tarde al banquete del éxito.
     Es cierto que, andando el tiempo, en un mañana más o menos remoto, nadie se acordará del victorioso de la voluntad y todos nombrarán con reverencia al rezagado oscuro que perdió el camino porque tuvo talento, pero, ¿es que la visión nebulosa de un lejano e incierto mañana puede reparar, ni siquiera atenuar, el dolor negro de sentirse, no sólo vencido, sino también desconocido y humillado y mancillado, a lo largo de toda una vida? ¿Con qué póstumos fulgores de gloria podemos compensar a Cervantes, no sólo de las hambres sino de los desdenes y ultrajes y humillaciones y suplicios sin nombre que padeció en vida, mientras una legión de hombres sin luz en la cabeza, pero con mucho acero en la forzuda voluntad -los potentados de su tiempo- se hacían a un lado, crispados de desdén o de asco, cuando pasaba él, soñando su Quijote, y, por culpa de ese sueño colosal, fracasado, andrajoso, desgreñado, implorante?
     ¡Oh la sombría, la muda, la inmensa tragedia de haberse condenado a vida de vencido, precisamente porque se lleva un sol en el cerebro, y porque al fuego de ese sol se derritió el resorte volitivo que nos hace fuertes, porque nos hace máquinas!
     ¡Y oh la secreta, la íntima, la lírica, la loca voluptuosidad malsana de sentirse rodar hacia la noche del andrajo, del desdén, del hambre, precisamente porque el tumulto de larvas de ideas y de sueños debajo de la frente, nos privó de atender al grotesco tumulto de chillidos de tripas hambrientas detrás del ombligo!




Vocabulario Contextual





1.Voluntad= Esfuerzo, fortaleza, constancia.

2.Genio= Talento, inteligencia extraordinaria o facultad creadora.

3.Paradoja= Figura de pensamiento que expresa aparente contradicción.

4.Irse a pique= Malograrse, fracasar en alguna cosa.

5.Ruidosos= Aplícase a las cosas notables de que se habla mucho.

6.Redondos= Muy provechosos.

7.Indefectiblemente= De un modo que no puede dejar de ser.

8.La crisma= La cabeza.


9.Catacumbas= Subterráneos en los cuales los primeros cristianos, especialmente en Roma, enterraban a los muertos.

10.Hijo legítimo= Que es producto cierto, verdadero y genuino.

11.Sello= Carácter distintivo comunicado a alguna cosa.

12.Tiesa= Fija, firme, rígida.

13.Acerada= De acero o parecido a él. Dura o de mucha resistencia.


14.Tesonera= Dícese de lo que tiene tesón (firmeza, constancia).

15.Infla= Que se engríe, envanece.

16.Petulante= Presumido, engreído, vanidoso.


17.Abate= Que se baja o se humilla.

18.Sol= Dícese de lo que tiene luz (ilustración, cultura).

19.Resorte volitivo= Impulso para lograr los actos de la voluntad.

20.Larvas= Dícese de las cosas que están en estado de formación.





miércoles, 17 de octubre de 2018

LOS HEROES DEL CAMINO






LOS HEROES DEL CAMINO
(Artículo de comienzos del siglo XX)


    
     Cada día me siento más satisfecho de ser uno de los hombres más cobardes que hay en Puerto Rico para todo lo referente a vehículos, llámense coches, lanchas o automóviles. Cada vez que he tenido que lanzarme a la peligrosa aventura de un viaje o paseo, en uno de tales vehículos, me he vuelto tan gallina que he hecho reir a todo el mundo, y creo que difícilmente encontraré quien haya adquirido en menos tiempo, fama tan sólida de viajero asustado como la que yo me tengo ganada en Ponce y en San Juan. Y lo peor es que,  mientras más viejo me voy poniendo, más asustado, más cobarde, más gallina me siento cuando entro en un coche, en una lancha, en un automóvil. He explicado mil veces la causa de mi miedo, y, en lugar de convencer a nadie, sólo he conseguido que de tanto reir les dolieran las tripas a los que han tenido la suerte de oirme. A menudo me he preguntado, casi con angustia, si sería yo el único cobarde en un mundo de héroes, lo cual me daría la clave de las risas y aspavientos provocados una y otra vez entre mis semejantes; pero pronto la reflexión me ha hecho volver en mí y me he dado cuenta de que si de algo padece el mundo, no es ciertamente de sobra de valor sino de todo lo contrario. Entonces, ¿por qué resulto yo tan pusilánime en cosas que los demás realizan diariamente sin revelar temor ni siquiera nerviosa inquietud?
     Pues no puede ser por otra cosa (lo digo aunque me parta un rayo) que por falta de imaginación para verse rodando por una pendiente como una caja lamentable de huesos y de vísceras, o cogido y agarrotado y quemado a fuego lento bajo la insensible mole de una máquina, o lanzado como un proyectil contra un talud y tendido luego en un camino con los huesos rotos y convertidos en una informe y sanguinolenta masa de carne humana, taladrada por agrios y atroces dolores, con la cruel perspectiva de un hospital, primero, y de unas muletas, después, para arrastrarse por el mundo, si se tuvo la desgracia de salvar la vida. Si tuvieran imaginación verían todo esto, y si lo vieran se tendrían que espantar como me espanto yo, cada vez que tengo que volverme bulto y poner la integridad de mi cuerpo en manos de un cochero o de un chofer. No es, no, la perspectiva de la muerte, una muerte inesperada y rápida como el relámpago, lo que a mi me arredra cuando emprendo un viaje; es algo más o algo menos, según se considere; es la amenaza de perder un brazo o una pierna y de sufrir la tortura inquisitorial de una o varias operaciones quirúrgicas, para quedar luego lisiado para siempre: he ahí lo que me hace provocar la hilaridad de los pasajeros cuando pregunto, al entrar en un auto, si hay cadena, si los frenos funcionan bien, etcétera, etcétera.
     Y lo chocante es que si al pasajero risueño a quien le hace cosquillas mi inquietud de rata le pusieran conmigo frente a un revólver, la risita idiota se helaría en sus labios y quizá sí entonces los papeles se trocaban y él se volvía gallina y yo león... He puesto un quizá y lo quito; lo quito para asegurar rotundamente ahora que el pasajero de las cosquillas a quien la falta de imaginación le hace parecer un héroe de las Termópilas cuando le pide al chofer que vuele para llegar media hora antes, o pasarle al carro que encontró en su camino, no tiene, sería muy extraordinario que lo tuviese, el instinto de conservación tan amortiguado como lo tengo yo, por la reflexión y la filosofía, para afrontar serenamente la pérdida total de la vida. De cada mil hombres que he conocido, novecientos noventa y nueve son cobardes de solemnidad ante el menor peligro de muerte; novecientos noventa y nueve son, pues, inferiores a mí, en sereno y reflexivo valor, puesto que para este sereno y reflexivo valor es necesario algo que ellos no tienen, esto es, la facultad de saberse abismar cuando se quiera en la honda sima tenebrosa del problema enorme del ser y del no ser.
     Pero es que lejos de avergonzarme de tomar precauciones y pedir cadenas para las gomas patinadoras de un carro automóvil, me complazco más y más en exhibir mi miedo como quien exhibe un diploma. Un diploma de imaginación, un diploma de hombre reflexivo que desprecia la vida, pero que no desprecia el peligro de sentirla torturada, magullada y mutilada para siempre, porque a un chaufer bárbaro y a un pasajero necio, se les ocurrió la idiota hazaña gedeónica, de no dejarse que otro vehículo les echara polvo, o de ganar media hora o una hora para anticipar su llegada a casa, a una casa en que quizás son su perro y sus chinelas los únicos entes que no ven con cierto mal humor el rápido regreso del viajero impaciente y audaz que parece un héroe... y es simplemente un bruto.





VOCABULARIO CONTEXTUAL




  1.Gallina= Persona cobarde, pusilánime.

  2.Sólida= Establecida con razones fundamentales.

  3.Ponce= Ciudad situada en la zona sur de Puerto Rico. Es la segunda en extensión territorial y segunda de mayor población de la isla.  Coordenadas: 18°00′N 66°37′W.

  4.San JuanCiudad capital de la isla de Puerto Rico. Coordenadas:18°27′00″N 66°04′00″W

  5.Aspavientos= Demostraciones excesivas de espanto, admiración, etc.

  6.Pusilánime= Falto de ánimo, cobarde, apocado.

  7.Agarrotado= Paralizado, inmovilizado.

  8.Mole= Masa, bulto, cuerpo.

  9.Informe= Que no tiene la forma que le corresponde.

10.Agrios= Dícese de lo que produce amargura, sinsabor.

11.Arredra= Que intimida, atemoriza, amedrenta.

12.Inquisitorial= Relativo a los procedimientos del tribunal eclesiástico que en la Edad Media castigaba cruelmente los delitos contra la fe.

13.Hilaridad= Risotada, carcajada.

14.León= Hombre audaz y valiente.

15.Termópilas= Lugar de Grecia que se hizo célebre a raíz de la heroica resistencia que allí opuso el rey Leonidas en 480 A.C. al gran ejército de Jerjes.

16.Amortiguado= Que está como muerto.

17.Abismar= Entregarse o meterse uno por completo en algo.

18.Honda sima= Dícese de las cosas intensas, extremadas y muy profundas.



19.Hazaña gedeónica= Refiérese a los hechos heroicos y temerarios del juez y guerrero del antiguo Israel llamado Gedeón.


20.Bruto= Ignorante, torpe, necio.





jueves, 4 de octubre de 2018

NUESTRA FUERZA






NUESTRA FUERZA
 (Fragmento del artículo de 1922 (¡Dios y Hormiga!)



     ¿Le parece a usted que por el hecho que el Presidente representa “al gobierno más poderoso del mundo” no nos toca sino sufrir y callar, no importa cuál sea el desaguisado que se le ocurra cometer contra nosotros? Está bien que seamos prudentes y que no busquemos camorra por motivos baladíes y que, como chiquitos y humildes que somos, agotemos nuestra capacidad de resistencia antes de proceder a mayores.
     Pero, no tratándose de ninguna clase de lucha armada, ¿qué nos importa que el adversario mida un pie o mida una milla de estatura?
     Toda su fuerza física es impotente contra nosotros, como es impotente un elefante contra una hormiga. Nuestra lucha no se desenvuelve en el plano físico de las bayonetas y los cañones, sino en un plano superior donde nuestra misma pequeñez bien explotada se convierte en un tremendo factor de pujanza.
     Me dirá usted quizá, con socarrona sonrisa escéptica, que el pez grande se come siempre al chiquito grite o no grite, y ahí están para probarlo Nicaragua, Cuba, Santo Domingo, etc. Muy bien, pero fíjese en que nosotros hemos sido tragados ya, desde el punto de vista internacional. Estamos ya dentro del monstruo, formamos parte de su masa y organización, y ya se sabe que no hay coloso alguno en el mundo que no salte y ruja de dolor cuando una sola célula de su cuerpo se encalabrina y se pone a chillar.
     Y esa es la cuestión para nosotros: saber chillar, saber chillar a tiempo y bien.
     ¡Callarse y sobrellevar con paciencia las flaquezas del prójimo cuando el prójimo tenga un garrote en una mano y un machete en la otra! No y no. Con esa moral se convertiría esto en una letrina y sería abominable.





 VOCABULARIO CONTEXTUAL





1-El Presidente= Se refiere al presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

2.Desaguisado= Agravio, denuesto, acción descomedida.

3.Camorra= Riña o pendencia.
  
4.Baladíes= De poca importancia y aprecio.

5.Impotente= Que carece de poder y fuerza para ejecutar una cosa.

6.Pujanza= Fuerza grande para ejecutar una acción.

7.Socarrona= Astuta, disimulada y con burla encubierta.

8.Escéptica= Que no cree o finge no creer en determinadas cosas.

9.Nicaragua= Invadida por los Estados Unidos en 1911.

10.Cuba = Intervenida militarmente por los Estados Unidos en 1899.

11.Santo Domingo= República Dominicana= Invadida por los Estados Unidos en 1905.

12.Coloso= Persona o cosa que, por sus cualidades, sobresale en gran manera entre los demás.

13.Ruja= Que se manifieste con gritos y protestas.

14.Encalabrina= Que se excita e irrita y causa turbación.

15.Letrina= Dícese de los lugares sucios y asquerosos.

16.Abominable= Digno de ser aborrecido.