miércoles, 25 de marzo de 2020

EL NUEVO TRAJE DE SAMUEL

EL NUEVO TRAJE DE SAMUEL

(Artículo de 1922)









     ¿Recuerda el lector el secuestro del ciudadano americano Bielaski, por un grupo de bandidos mejicanos que pedían cien mil dólares por su rescate?

     La noticia produjo gran sensación en la Casa Blanca, a juzgar por la Prensa neoyorkina, porque, eso sí, ninguno como el gobierno americano para sensacionalizarse, cuando Wall Street le ordena que  se sensacionalice.

     El gobierno de Méjico tendrá que pagar el rescate de Bielaski, o de lo contrario, fuerzas de caballería americana cruzarán la frontera en persecución de los bandidos mejicanos.

     Así, claros como cristal de roca, fueron los térmimos de la nota de la Secretaría de Estado de Washington.

     Además --agregaba lo nota-- los Estados Unidos no podrá tolerar que a sus puertas se cometan tales desmanes, que son una afrenta  a la civilización.

     Pocos días más tarde los agentes oficiales mejicanos realizaron el gran descubrimiento: el secuestro de Bielaski fue una trama burda del aventurero americano para robarle al gobierno mejicano cien mil dólares, en combinación con un grupo de fascinerosos mejicanos.

     Bielaski tramó el complot. Simularía un secuestro y la Secretaría de Estado de Washington se encargaría de hacer llegar, por conducto de los bandidos de la cuadrilla, el dinero de su rescate extraído al Tesoro de Méjico.

     El gobierno mejicano presentó abrumadoras pruebas ante las que tuvo que rendirse el gobierno de Casa Blanca.

     Y es claro que tales pruebas sirvieron para posteriores investigaciones, en las cuales se demostró que no era la primera vez que el Gobierno Mejicano había sido víctima de la piratería de un sobrino del Tío Sam, habiéndose visto el Tesoro azteca obligado a satisfacer cuantiosas sumas de rescate por secuestros voluntarios o autosecuestros de aventureros norteamericanos.

     Ya los gobiernos de Madero, de Huertas y de Carranza habían sufrido las exacciones de los apaches de aquende el Bravo.

     Y véase cómo, acaso por exigencias de la moda, el viejo Samuel se ha visto obligado a cambiar el traje de Reverendo que trajo en pasados siglos de allá de las costas brumosas del Mar del Norte, por el de Corsario, que es la indumentaria en uso en esta contemporaneidad canallesca del asalto y la rapiña internacional.

     Naturalmente, que los piratas de antaño difieren en mucho de los de hogaño. Los de ahora son piratas groseros, fenicios en sus aficiones, cartagineses en sus ímpetus, berberiscos en su tendencia, griegos en sus paciencias, latinos en sus audacias, y no ponen sobre la sórdida mercatura de que hablara Cicerón las rosas de la gracia y de la gentileza, sino la maligna hipocresía de los sobrinos de Samuel...

     Sus naves no son aquellas movidas por el viento, sacudidas por los huracanes con diez cañones por banda que atacaban gallardas y bravías con sus espolones y traían en rehenes de remotísimas tierras ejemplares de todas las razas, tesoros de todas las tierras, faunas de todos los climas, pedazos de arte de ambos hemisferios...

     Es el inglés Drake que asalta el puerto de Santo Domingo y se lleva un trozo de cornisa de piedra de la histórica casa del Almirante... Es el americano Walker que ataca a Nicaragua con el romántico plan de hacerse presidente y muere fusilado con la serenidad de un gálata.

     En vez de llevar bajo el casco del pelo una inmensa ambición y en los labios la canción del heroísmo, llevan unos libros de contabilidad con un continuo balance de ganancias extraídas al dolor y a la miseria de los pueblos.

     El alma de los piratas de la leyenda dorada de Salgari, de Farrere, de González, ha muerto y en su lugar se ha instalado un alma mercachifle, vejancona, sórdida, sucia, mal oliente, adornada con la brújula, la telefonía inalámbrica, con el topófono y con cañones de tiro rápido.

     Que el oficio ha caído en la más lamentable degradación lo dice la distancia inmensa que hay de Drake, Vermin y Nelson hasta Chamberlain, Jamestown y Lloyd George, como de Walker hasta Morgan y demás gavilleros de la Standard Oil Co. y del Wall Street, de que es Bielaski un corrompido espécimen. Por estos breves ejemplos se tendrá una idea del descrédito en que ha caído el oficio.

     Oh, el pirata moderno es repulsivo por sus bajos instintos, por su grosería y por su vulgaridad.









VOCABULARIO CONTEXTUAL









  1.Samuel= Sam= Tío Sam= Personificación nacional de los Estados Unidos y muy especialmente del gobierno estadounidense.



  2.Bielaski= Alexander Bruce Bielaski (1884-1964)= Jefe del FBI de 1912 a 1919. Durante un viaje a Cuernavaca, Méjico en 1921 alegadamente se autosecuestró para exigirle un rescate al Gobierno de Méjico.



  3.Madero= Francisco Ignacio Madero González (1873-1913)= Presidente de Méjico de 1911 a 1913.



  4.Huertas¹= José Victoriano Huerta Márquez (1850-1916)= Presidente de Méjico de 1913 a 1914.



  5.Huertas²= Felipe Adolfo de la Huerta Marcor (1881-1955)= Presidente provisional de Méjico desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre de 1920.



  6.Carranza= Venustiano Carranza Garza (1860-1920)= Presidente de Méjico de 1917 a 1920.



  7.Bravo= Conocido en Méjico como Río Bravo del Norte y en Estados Unidos como Río Grande.



  8.Hogaño= Actualmente, ahora, hoy.



  9.Fenicios= Naturales de Fenicia, ciudad del Asia antigua. Antiguos pobladores de lo que hoy es Siria. Hábiles comerciantes y los mejores navegantes de la antiguedad.



10.Cartagineses= Naturales de Cartago, antigua ciudad del norte de África. Caracterizados por ser un pueblo bélico.



11.Berberiscos= Naturales de Berbería, región del norte de África. De ellos procedían los piratas bereberes que por siglos asolaron las costas de España e Italia.



12.Sórdida mercatura= Palabras de la frase de Marco Tulio Cicerón (106 a.d.C.- 84 a.d.C.) que dice así: "Los hombres que compran a los mercaderes son gente sórdida porque revenden enseguida; no ganarían nada si no mintiesen mucho".



13.Con diez cañones por banda= Frase del poema "La Canción del Pirata" del poeta español José de Espronceda (1808-1842).



14.Drake= Francis Drake (1543-1596)= Fue un corsario inglés.



15.Walker= William Walker (1824-1860)= Aventurero norteamericano que en 1855, mediante unas elecciones amañadas resultó electo presidente de Nicaragua. Fue fusilado en Honduras en 1860.



16.Gálata= Se refiere a la famosa estatua griega Gálata Herido.



17.Salgari= Emilio Salgari (1862-1911)= Escritor italiano de sobre 80 novelas entre ellas 11 sobre el personaje Sandokan, un príncipe de Borneo desposeído de su trono por el colonialismo británico y convertido en pirata.



18.Farrère= Claude Farrère (1876-1957)= Autor francés de novelas ambientadas en lugares exóticos.



19.Mercachifle= Mercader de poca importancia.



20.Vejancona= Aumentativo de vieja.



21.Sórdida= Impura, indecente, sucia.



22.Nelson= Horacio Nelson (1758-1805)= Célebre marino inglés, conocido también como almirante Nelson.



23.Chamberlain= Joseph Chamberlain (1836-1914)= Influyente político inglés, defensor, en política exterior, del imperialismo.



24.Lloyd George= David Lloyd George (1863-1945)= Primer Ministro británico de 1916 a 1922.


25.Morgan= John Pierpont Morgan (1837-1913)= Financiero y banquero norteamericano fundador, en 1891, de la General Electric Company.

26.El pirata moderno= Lo dejo a su imaginación.  

27.Grosería= Tosquedad, rusticidad, ignorancia.
 
28.Vulgaridad= Que es impropio de personas cultas y educadas.






viernes, 20 de marzo de 2020

AL HOMBRE PULPO




AL HOMBRE PULPO
(Artículo de 1915)




     Entre las cosas antipáticas de este mundo pecador, cuya contemplación me acibara y acorta la vida, ninguna lo es tanto como cierto ejemplar de hombre (o de mono) muy abundante en todos los climas, pero más abundante que en todas partes en esta ventorrillesca isla de Puerto Rico. Este hombre, o este mono, -hombre por fuera, mono por dentro- suele ser casi siempre joven, sanote, satisfecho de sí mismo, guapote, elegante; rígidamente elegante con elegancia americana de pavo bien comido. Todo en él está bien: todo en él, desde el sombrero a los zapatos, brilla con ese orden, esa compostura, esa meticulosa y afectada pulcritud, ese sentido de conservación  y de mal disimulada ostentación que se suele notar desde la escalera en algunas casas de burgueses ricos.
     Viste bien; anda bien; huele bien; habla bien (aunque no dice nada); saluda bien; come bien; duerme bien. Y casi siempre sabe (mal) dos o tres idiomas; casi siempre posee un título universitario de médico o abogado; casi siempre es miembro distinguido de una congregación respetable (bar de abogados, asociación médica, Caballeros de Colón, etc.); casi siempre es casado (el matrimonio cuando no da dinero da respetabilidad); casi siempre es correcto; casi siempre está haciendo conatos de ingenio, hombría de bien y amabilidad de jalea de guayaba; casi siempre tiene en remojo una sonrisita que parece decirnos: "Para usted, y nada más que para usted"; y, finalmente, siempre, siempre -y ahora no hay casi que valga- nuestro maravilloso equilibrista se las arregla de tal modo que la sociedad en que vive se derrite en afecto y hasta de admiración por él y se desvive por hacerle próspero y feliz.
     -¿Y qué talismán -se me dirá-, qué talismán posee tal hombre para lograr tal éxito? ¿Será muy talentoso? No; no es muy talentoso, ni siquiera talentoso a secas. ¿Será muy bueno? No; no es muy bueno, ni siquiera bueno. Es simplemente un hombresito de gelatina que precisamente por no tener olor, color, ni sabor determinado, por no tener nada de lo que constituye y delinea una personalidad, se adapta bien a toda situación. Si hay que hablar, habla; si hay que reir, ríe; si hay que llorar, llora a moco tendido; si hay que toser, tose; si hay que bailar o pelear, baila o pelea; si hay demasiado calor, no se asfixia, ni siquiera suda; si hay demasiado frío, no se hiela, ni siquiera tirita. Su fuerte es ese precisamente: no desentonar, no chocar nunca con nada ni con nadie, ser siempre y a cualquier precio hombre discreto, correcto, oportuno.
     -Pero -se me volverá a decir- ¿por qué le ha de resultar a usted antipático un hombre a quien usted mismo atribuye la buena condición de discreto y correcto en todas las cosas?
     -Pues precisamente por eso, respondo yo: porque creo firmemente que todo ejemplar humano dotado de un temperamento tan nulo, tan neutro, tan tirado a cordel, tan susceptible de ser puesto en hora  y manejado como se maneja un reloj; tan adaptable que jamás desentona ni choca, resultando por ello un prodigio de corrección y por ello también un objeto de respeto y de mimo y hasta de admiración para el vulgo, es, bien mirado, lo más irritante, lo más detestable que Dios echó al mundo.
     Dadme hombres, esto es, organismos vivos en que vibre un temperamento e irradie un espíritu; dadme hombres de carne y hueso, aunque los saquéis de presidio con las manos manchadas de crimen, y estaré satisfecho o resignado; pero ahora y a la hora de mi muerte libradme por Dios, del hombre máquina, incoloro e inodoro, medido, pesado, cocido, colado y tapado, que falto de toda nota personal en su carácter, resulta “discreto”, esto es, una monstruosa combinación de tejidos humanos donde, en lugar de un alma, encontramos, haciendo sus veces, la cuerda enrollada de un reloj.
     Pero este hombre amorfo, que, precisamente por no tener la personalidad que da el talento ni la que da la bondad, no desentona ni choca con nada ni con nadie, es el niño mimado de la sociedad en que vive, y el pueblo lo adora, y el gobierno no sabe dar un paso sin él (se ha descubierto recientemente que la cualidad fundamental de todo gobierno civilizado es la estupidez).
     Y yo os digo, señoras y señores, que este monstruoso ejemplar humano, mezcla de hombre y de mono, que os he presentado, no solamente no aporta nada positivo a la sociedad que tan bien lo trata, sino que es un mal hombre, una ostra, un vil roedor despojado de todo calor de humanidad. Por fuera parece todo bien en él, porque todo funciona con la imperturbable regularidad de un cronómetro; pero si os asomáis a su alma de latón la veréis tan falsa, tan fría, tan rapaz, tan mezquinamente sórdida y hostil a todo lo que no sea su negocio, tan ferozmente cerrada a toda simpatía, a toda honda comprensión y compasión de otras almas, que sentiréis asco y horror de haber mirado, y tendréis gusto en acompañarme en la fervorosa oración con que quiero cerrar este artículo:
     Hombre máquina, hombre de alma viscosa de pulpo que te pavoneas en lo más alto de nuestra escala social; hombre discreto en que toda palabra o acción sale tasada, recortada, cocida, molida y colada; hombre falso y vano que serías inofensivamente cursi como un pavo, si no fueras malévolo, vil, cobarde, y peligroso como una terrible alimaña; hombre triunfador, hombre cumbre, hombre sol:
     ¡Mal rayo te parta!...




VOCABULARIO CONTEXTUAL






 1.Acibara= Que turba el ánimo con algún pesar o desazón.
  
2.Mono= Persona de poco seso y afectado en sus modales.

3.Ventorrillesca= Semejante a los ventorrillos (venta, pequeña o mala, en las afueras de una población).
  
4.Sanote= Adjetivo familiar y aumentativo de sano (que goza de buena salud). 
  
5.Guapote= Adjetivo familiar y aumentativo de guapo (apuesto).

 6.Elegante= Dícese de la persona que viste con esmero y cuidado y con entera sujeción a la moda.

7.Pavo bien comido= Dícese de la persona que se muestra muy satisfecha de sí mismo.

 8.Compostura= Disposición o porte.

9.Meticulosa= Detallista, cuidadosa, minuciosa, concienzuda.

10.Afectada= Falsa, fingida, estudiada, simulada.

11.Pulcritud= Esmero y minuciosidad en el aseo.

12.Ostentación= Presunción, afectación, alarde.

13.Conatos= Intentos o amagos de una acción que no llega a terminarse.

14.Ingenio= Perspicacia, lucidez, talento.

15.Hombría de bien= Honradez.

16.Amabilidad de jalea de guayaba= Afabilidad empalagosa.

17.Equilibrista= Persona que ejerce astucia en sus actos y juicios.

18.Se derrite en afecto= Que prodiga vehementemente halagos a alguna persona.

19.Talismán= Objeto al cual se atribuyen virtudes portentosas.

20.Llora a moco tendido= Expresión coloquial para indicar que se hace copiosa y aparatosamente.

21.Fuerte= Aquello en que más sobresale uno.

22.Desentonar= No estar de acuerdo con el entorno.

23.Chocar= Causar disgusto.

24.Nulo= Incapaz, inepto.

25.Neutro= Ambiguo, impreciso, indeterminado.

26.Tirado a cordel= Dispuesto en tal forma que no se desvía a uno u otro lado.

27.Hombre máquina= Persona insensible que obra artificiosamente.

28.Ostra= Dícese de la persona cerrada a toda simpatía.

29.Alma de latón= Persona de escasa sensibilidad.

30.Pavoneas= Que hace vana ostentación de alguna cosa.

31.Tasada= Limitada, escasa.

32.Cursi= Presuntuoso, afectado, pretencioso.

33.Alimaña= Animal dañino.

34.Cumbre= Grado último a que puede llegar una cosa.

35.Sol= Se usa para ponderar las cualidades de una persona.






miércoles, 11 de marzo de 2020

LOS RESPETABLES






LOS RESPETABLES
                                                 (Artículo de 1916)


     Una vez más necesito decir, necesito gritar que no hay nada en el mundo que me reviente más que los respetables. Cada dos o cada tres años, este odio de los respetables, que siento desde que era niño, se me sube a la cabeza con tal fuerza que no tengo más remedio que abrirle la válvula de las confidencias, porque sé que si no se la abro me muero. Creo que en el mundo la única plaga verdaderamente grande e incurable es la plaga de los hombres respetables. Dadme un bandido, un matón, un jaguar, y lo mandaré a una trinchera y no pasará un mes sin que haga una sonada y se convierta en héroe. Dadme un bribón, un trapacista, un zorro, y le enseñaré finas maneras y cuatro lugares comunes y será una eminencia en el campo del comercio, de la abogacía, de la burocracia o de la diplomacia. Pero, por Dios, no me déis nunca al hombre tieso y grave cuyo instinto más fuerte, o cuyo único instinto, es el de la respetabilidad, porque nunca sabré qué hacer con él, sino pedirle con todo fervor al cielo un rayo que lo parta o un infierno que se lo trague.     
     El hombre respetable no tiene su centro de gravedad en sí mismo, sino en los demás. Lo que los demás crean bueno, él lo tendrá también por bueno y lo convertirá en norma inflexible de su vida. En todo entierro vestirá de negro y hablará en voz baja, y parecerá triste, no porque le importe un comino la muerte o la vida de nadie, sino porque se trata de un entierro y otra conducta no sería decorosa. (A este hombre sangrigordo no se le cae nunca la palabra decoro de la boca). En una boda es diferente, en una boda le verán ustedes, eso sí, comedido y cuidadoso, como siempre, de su ropa y su ademán; pero estará animado, casi alegre, y hasta se permitirá un chistecito, el mismo chistecito discreto y recortado a tijera que soltó en la otra boda y que soltará en la venidera; porque hay que advertir que este hombre abominable va a todos los entierros y a la mayor parte de las bodas. Y lo mismo que en la boda y en el entierro estará en la tertulia de la botica, y en la iglesia o la logia, y en la audiencia, y en el teatro, y en la reunión social o política, y en la calle y en el trolley; y en donde quiera que esté o dondequiera que vaya, su preocupación única, avasalladora, perenne, será parecer bien, no desentonar, gozar de la buena opinión de las gentes. A él poco le importa ser: su único anhelo es parecer. Parecer serio, buena persona, formal, bien educado, intachable. De la misma manera que su traje no tiene una arruga, porque antes de ponérselo lo cepilló y lo limpió cuidadosamente, en su alma no hay jamás tumultos de ideas, ni surcos de melancolía o de inquietud, ni nieblas de recuerdos o de ensueños: todo en ella está en orden, todo clasificado, medido, catalogado, cepillado y limpio y colocado pulcramente en su sitio. ¿Hablar mal de nadie? Jamás. Esto compromete; esto puede traerle enemistades, malas consecuencias. Además, él no odia. No odia, porque no ama. Y no odia ni ama, porque esto de amar y de odiar nada deja, y él sólo está atento a aquello que deja. Además, amar y odiar requieren corazón, sangre, nervios, carne y hueso, hunanidad, y él no es un hombre, él es una máquina, un autómata, un maniquí siniestro hecho para simular acciones, palabras, movimientos, impulsos humanos; pero no para sentir o para pensar. Con la misma impasibilidad con que le coloca a un héroe una medalla en el pecho, o una corona al poeta, solicita una sentencia de muerte, o la pronuncia, o la ejecuta. Y este hombre condenado que jamás se sale de sí mismo, que jamás peca porque jamás siente; este hombre gris de alma glacial donde no hay nada verde; este autómata absurdo que cruza indiferente, insensible, muerto, por un mundo convulso de dolor, de anhelo, de miedo, de amor y de odio, de gozo y de rabia; este hombre de cemento que debiera llevarse a un museo o a la cárcel, es el que, por virtud de una organización social  estúpida e infame hecha para el triunfo de lo muerto, vence siempre, manda siempre, estrangula siempre a todos y estrangula a la Vida con el dogal inexorable de su criterio de egoísta inhibición, de cobarde negación, de vil y canalla y cochina conservación, que es lo mismo que decir estancación, tumefacción, putrefacción de todas las cosas.     
     Hombre ropero, hombre panteón, que le quieres imponer el ritmo de tu paso de momia a la vida, hombre respetable que me aburriste en el entierro y me sublevaste en la boda y me exasperaste en la tertulia de la botica, y me martirizas y me hielas con tu ropa y tu cara y tu ademán donde quiera que voy: si hay infierno y gloria, y tú -que jamás pecas- subes a la gloria, ya lo sabes: a tí y a nadie más que a tí le deberé el gran favor de encontrar simpático al demonio y de sentirme cómodo y contento y feliz en el infierno.





VOCABULARIO CONTEXTUAL




  1.Reviente= Que desagrada, agobia, fastidia.
  
  2.Plaga= Calamidad, infortunio, desdicha.
  
  3.Jaguar= Persona cruel y sanguinaria.
  
  4.Sonada= Se dice de un hecho memorable divulgado con mucho ruido y admiración.
  
  5.Trapacista= Persona que con astucias, falsedades y mentiras procura engañar a alguien en un asunto.
  
  6.Zorro= Astuto, pícaro, taimado.    

  7.Avasalladora= Que tiene el poder para dominar.
  
  8.Desentonar= Discrepar, disentir, diferir.
  
  9.Tumultos=  Inquietudes, preocupaciones, curiosidades.  

10.Glacial=  Que no tiene afecto. 

11.Convulso= Crispado, conmocionado, alterado.

12.Cochina= Repugnante, repulsiva, despreciable.


13.Botica= Farmacia.





martes, 3 de marzo de 2020

ME DIJO Y LE DIJE [II]






ME DIJO Y LE DIJE [II]


(Fragmento del artículo de 1915 Me Dijo y le Dije [II])



     


Me dijo:--Estoy harto ya de la guerra europea. No se habla de otra cosa hace ya meses y esto no hay quien lo aguante.



Le dije:--Yo creo todo lo contrario que usted. Creo que todo lo que se habla de la guerra, es poco. En realidad, no deberíamos hacer otra  cosa que hablar de la guerra.

Me dijo:--Pues yo me pondría en el pecho la medallita que puso en boga un comerciante de Madrid, y que decía: "No me hable usted de la guerra."

Le dije:--Eso de la medallita es una gran necedad. Precisamente, si por algo me alegro de vivir en este tiempo es por haber podido asistir al desarrollo de este acontecimiento de la guerra, que es el más grande que hombre alguno ha podido presenciar.

Me dijo:--Pues amigo, con franqueza, no lo creía tan tonto. ¡Miren que enamorarse de una guerra bárbara y feroz que no significa sino el desastre, el desmoronamiento definitivo de la civilización europea!

Le dije:--Sí; no ha habido jamás mujer alguna que me haya inspirado un amor tan grande como el que me está inspirando la guerra. Figúrese usted: yo me hubiera ido para el otro mundo pensando que el hombre era la menos interesante de las bestias, si no hubiera venido esta guerra a sacarme de mi error, probándome que efectivamente hay algo en el hombre. ¡Bendita sea, pues, ésta, la más grande y también la más noble y más bella de las guerras!

Me dijo:--No le quiero hacer la injuria de suponerle tan loco que diga eso en serio. Le declaro sencillamente guasón, y me río.

Le dije:--Hace usted bien. Su papel y el papel de sus iguales en el mundo, no es otro que ese: tomar en guasa lo que no comprenden, que es casi todo: ríase, pues.

Me dijo:--Pero criatura, venga usted acá. ¿Es posible que esté usted tan ciego que no se dé cuenta de que esta guerra no significa otra cosa que el triunfo de la barbarie sobre la civilización?

Le dije:--Dígalo usted al revés. Diga el triunfo de la civilización sobre la barbarie, y estaremos de acuerdo. Pero no, no lo diga, porque no bien estemos de acuerdo, me parecerá que estoy equivocado, y me afligiré mucho, y hasta me enfermaré.

Me dijo:--Pero, vamos a ver, ¿en qué se funda usted para sostener tal disparate?

Le dije:--Pues lo va usted a ver. Dejando muchas cosas en el tintero, porque no le quiero abrumar, le diré que para mí la paz es lo bárbaro, lo cruel, lo inhumano, y la guerra es la civilización. Me refiero a la paz actual y a la guerra actual. Vivir en paz sobre un montón de alimañas tan feroces y de inmundicias tan odiosas como las que constituyen la base de la sociedad actual; vivir en paz con tanta mentira; con tanta hipocresía como la que forma el alma del sistema social bajo el cual vivimos, sería sencillamente el más degradante de los salvajismos. Nuestra única esperanza está en la guerra, y por eso me parece salvadora y santa la que ahora está ardiendo. Sin ir más lejos, ese salto brusco que la guerra le ha hecho dar al hombre de hoy, desde su pupitre de comerciante (porque el hombre típico de esta civilización es el comerciante), al campo de batalla, desde su libro de cuentas a la trágica vecindad de un fusil, de un cañón o de un torpedo, es un salto épico y regenerador. ¿No cree usted que es bueno que a la sórdida tienda u oficina, grande o chica, donde acumulábamos dinero y más dinero con el único fin de tener el estúpido gusto de reventar después sobre un montón de oro, haya sucedido por virtud de la guerra la tienda de campaña en mitad de un campo, y en esta tienda el silvar de las balas y el rugir del cañón, recordándonos perennemente que la vida no es algo muy duro, redondo y pesado como un queso de bola, sino que es ligera y tenue como un soplo y que puede perderse de un momento a otro? ¿Cree usted que ese brusco salto de comerciante a hombre no le ha de hacer bien al mundo de hoy? ¿Cree usted que el mundo no gana nada con el mero hecho de que hombres que ayer, simplemente por estar cerca de una caja, valían un millón, dos o veinte millones, estén hoy, ante la boca de un cañón valiendo sencillamente uno, lo mismo que su dependiente y que su cocinero?

Me dijo:--Sí; hemos dejado el robo metodizado del comercio para hacernos asesinos al por mayor. ¡Vaya un progreso!

Le dije:--Pues sí, señor. Es mejor, es menos degradante vivir matando al prójimo que vivir robándole. Es más triste la miseria de un hombre que la muerte de cuatro hombres.




VOCABULARIO CONTEXTUAL








  1.Injuria= Ofensa, insulto, agravio.


  2.Guasón= Bromista, chancero, burlón.


  3.Alimañas= Hombres fieros, crueles, salvajes.

 4.Inmundicias= Deshonestidades, desverguenzas, libertinajes.

  5.Salvajismos= Crueldades, barbaridades, atrocidades.

  6.Épico= Heroico, grandioso, glorioso.

  7.Sórdida- Vil, ruin, indigna.

  8.Caja= Caja de seguridad para guardar dinero y objetos de valor.