viernes, 2 de septiembre de 2016

LA FARSA EN GINEBRA






LA FARSA EN GINEBRA
(Artículo de 1920)



     Vuelve la acreditada compañía de comedia bufa denominada Liga de Naciones a inaugurar una nueva temporada en Ginebra. Amante sincero del teatro, no puedo menos de recomendar a los buenos aficionados que no se pierdan de las chistosísimas funciones que ahora van a empezar. El elenco es el mismo, o casi el mismo, y el repertorio también, pero no hay que desalentarse por eso, si se tiene en cuenta que la vis cómica de autores y actores bien puede resistir no una sino mil representaciones. "Las reparaciones", "Los mandatos", "Respeto a los tratados", "La propia determinación", "El desarme", "Manera de evitar las guerras..." ¿A quién no se le hace la boca agua ante las cosas piramidalmente chuscas que sugieren algunas de las piezas más sonadas del vasto repertorio?
     "Las reparaciones." ¿Conoce usted lector esa chispeante obrita? En síntesis viene a ser algo parecido a la siguiente: Unos cazadores, Francia, Inglaterra, Italia, etc., han derribado a tiros a una vaca, Alemania. Una vez en tierra la vaca, y mientras se está desangrando por mil heridas, hallándose naturalmente entre la vida y la muerte, surge una discusión interminable entre los cazadores. Que si debemos rematarla de una vez para que no haga más daño; que si la rematamos no habrá quien nos resarza de los daños que nos causó y por consiguiente nos conviene que viva; que si la debemos uncir al arado para que trabaje para nosotros hasta que nos pague; que si para uncirla al arado debemos antes curarle las heridas y darle alimento y ayudarla, en fin, a levantarse; que si primero debe pagar para ser ayudada, y después, que sin ayuda no hay cura, y sin cura no hay arado y sin arado no hay paga... y así sucesivamente. Y mientras más discutían más la vaca se moría. Dos años o más hace que comenzó el debate junto al cuerpo sangrante de la vaca moribunda, y aún sigue tan animado y tan fresco como la primera hora.
     Pero ahí tenéis lo de "Los mandatos", que es una pieza mucho más cómica aún. ¿A quién sino a este pintoresco y desconcertante Mr. Wilson se le podría ocurrir la estupenda treta de presentarnos de repente a los grandes y clásicos ladrones de territorios y pueblos vistiendo la respetable casaca curialesca de mandatarios, esto es, algo así como tutores de menores, obligados los pobres a cargar con el petróleo y demás bienes muebles e inmuebles del menor, y a todo esto manteniendo el aire compungido de quien cumple un penoso deber? Es como si la víctima de un escalamiento viese que el escalador, después de llevarse hasta los clavos, se paraba de pronto en la puerta para decirle: --"Cuidado, mijito, con pensar nada malo de mí, que si me llevo esto es sólo por su bien y adelanto material y moral, en cumplimiento estricto de un mandato de la Liga de Ladrones que me ha encomendado la custodia y defensa de sus bienes."
     ¿Y qué decir de "El desarme"? ¿Qué puede haber de más divertido que ver a los grandes diplomáticos declamar a más y mejor sobre la necesidad de desarme, como garantía única de la paz mundial, mientras sus respectivos gobiernos siguen votando como si tal cosa nuevos y enormes créditos para armamentos? ¿A quién no le hace cosquillas el espectáculo de las patéticas declamaciones pacíficas en boca de los mismos causantes únicos de las veintitantas guerras que hoy arden en el mundo? ¿Quién no palmotea de gusto ante estos inimitables Charles Chaplin internacionales, que por un lado abominan de la guerra y por otro se proclaman defensores del capitalismo, de cuyo vientre sale la guerra tan naturalmente y tan fatalmente como la malaria de los pantanos? Porque sin la guerra no hay conquistas de mercado, y sin mercado no hay expansión industrial y comercial.
     ¡Oh, la Liga de Naciones! Cuánta envidia les tengo a las generaciones venideras cuando me las imagino comentando regocijadamente todas estas piruetas grotescas que diariamente hacen en el tablero internacional los grandes y honorables payasos de hoy, cuya gracia está precisamente en no saber que son tales payasos. Pero ahora que caigo en ello, ¿quién les hace creer mañana a nuestros nietos que vivíamos en un mundo tan brutalizado e infeliz que tomaba en serio el espectáculo, y, en lugar de envolver en burlas y rechiflas a los héroes de farsa tan burda, les tenía por insignes estadistas y ovacionaba?



VOCABULARIO



  1.Bufa= Se dice de lo cómico que raya en grotesco y burdo.

  2.Liga de Naciones= Sociedad de Naciones= Fue un organismo internacional creado por el Tratado de Versalles, el 28 de junio de 1919. Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, fue disuelta el 18 de abril de 1946, siendo sucedida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

  3.Vis cómica= Fuerza cómica.

  4.Mandatos= Potestad titular conferida por la Sociedad de Naciones a una potencia y ejercida sobre pueblos de capacidad política limitada.

  5.Piramidalmente= Monumentales, muy grandes.

  6.Chuscas= Chistosas, divertidas, graciosas.

  7.Más sonadas= Célebres, famosas, conocidas.

 8.Chispeante= Dicho de algo en el que abundan las muestras de ingenio o agudeza.

  9.Resarza= Que indemnice o repare un daño.

10.Uncir= Atar al yugo bueyes, mulas u otras bestias.

11.Desconcertante= Incoherente, contradictorio, incongruente, inconstante.

12.Mr. Wilson= Thomas Woodrow Wilson (1856-1924)= Vigésimo octavo Presidente de los Estados Unidos.

13.Casaca curialesca= Vestiduras de los funcionarios que trabajan en la administración o gobierno de alguna cosa.

14.Declamar= Hablar en público con calor y vehemencia sobre algún asunto.

15.Charles Chaplin= Sir Charles Spencer Chaplin (1889-1977)= Actor inglés del cine mudo norteamericano de principios del siglo XX en cuyas películas todo se trastoca. Se usa también para señalar acciones grotescas y burdas.

16.Brutalizado= Irracional, absurdo, insensato.

17.Rechiflas= Burlas, mofas, abucheos.

18.Farsa= Engaño, mentira, patraña.

19.Burda= Tosca, ordinaria, inculta.

20.Insignes= Preclaros, eminentes, ilustres.






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