¿Qué Buscar, qué Hacer, qué Orientación Imprimirle a la Vida?
(Fragmento del artículo de 1918 Vislumbres del Enigma)
Empiezo por opinar
que lo primero que debemos tratar de eliminar totalmente de nuestras
costumbres es ese sentido de permanencia, de estabilidad, de duración,
que la mayor parte de las gentes le dan a la vida. "En la playa, pronto a zarpar, y desnudo, como los hijos de la mar". Así dice un gran poeta español, Antonio Machado. La frase vale, ella sola, por muchos tomos de sabia y enmarañada filosofía.
En efecto, puesto
que la vida es inestable, fugaz, casi tan imprecisa y tornátil como el
humo, ¿a qué conduce ese absurdo empeño de instalarnos dentro de ella,
no como quién está de paso y sin fecha de salida, sino como quién está
muy seguro de quedarse para siempre?
La casa recia, de
ladrillo, hecha como para burlarse del tiempo; dentro de la casa los
muebles, fuertes, duros, tan eternos como la casa; y fuera de la casa,
el esfuerzo continuo, perseverante, para conquistarnos posiciones tan
sólidas, tan altas, que duren siglos. Resultando de todo ello, que, a
fuerza de labrar la jaula y de buscarle el más sólido y encumbrado
acomodo, no tenemos tiempo para nada más: para mirarnos, para sentirnos y
hallarnos y cultivarnos nosotros mismos.
De ahí viene que, a
medida que hemos ido acumulando más cosas, más éxitos fuera de
nosotros, nos hemos ido empobreciendo y empequeñeciendo más y más
nosotros mismos, como personas, como tipos humanos. Hemos trabajado
hasta reventar por lo externo, por la casa, por los muebles, por la
posición, pero nada hemos hecho por nosotros. Nuestra curiosidad,
nuestra gran curiosidad ante el espectáculo del mundo se quedó
insaciada, nuestros afectos durmieron, nuestras células cerebrales no
vibraron... y el moho nos consumió y todo nuestro mecanismo quedó, por
la inacción, atrofiado y perdido en sus órganos más nobles y esenciales,
tales como el corazón y el cerebro. Es como si un pájaro, por
obstinarse en hacerse de un seguro e indestructible asilo, se pasase la
vida en la tarea de construirlo. Habría nido, quizás, algún día, pero el
pájaro, por no haber volado, por no haber trinado, por no haber amado,
por no haber respondido a sus instintos, estaría ya atrofiado e
insensibilizado de tal modo que más que para el nido serviría para el
reposo de la muerte. ¡Amigos! puesto que no nos podemos pasar sin ésto y
sin aquello, cosas necesarias pero secundarias, laboremos por ésto y
por aquello; pero, puesto que nos vamos, labremos de prisa y corriendo
estructuras ligeras, sencillas y efímeras como nosotros mismos, y
adelante, que el tiempo es corto y las cosas por pensar y por sentir y
por probar muchísimas.
Ya libres del fardo
pesadísimo de preocupaciones que arropan y sofocan nuestra verdadera
alma; ya hechos a mirarnos a nosotros mismos como a simples caminantes,
marchemos sin miedo, sin cogernos pena, alegremente, con los ojos tan
abiertos, tan llenos de curiosa simpatía hacia las cosas que contemplan,
como los de una tropa de soldados jóvenes y sanos que, sabedora de que
marcha al encuentro de una muerte cierta en las garras de un enemigo
diez veces superior, pone en su mirada la cálida fulguración que es a la
vez saludo y despedida.
VOCABULARIO CONTEXTUAL
1.Recia= Fuerte.
2.Perseverante= Que se mantiene constante en continuar lo empezado.
3.Reventar= Fatigarse mucho con exceso de trabajo.
4.Curiosidad= Inquietud por saber o averiguar lo ignorado.
5.Insaciada= Que no está satisfecha o complacida.
6.Atrofiado= Empequeñecido, reducido, sin desarrollo.
7.Fardo= Impedimento.
8.Curiosa simpatía= Deseo de saber alguna cosa con inclinación de agrado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario