miércoles, 11 de diciembre de 2013

EN VOZ BAJA






EN VOZ BAJA
(Artículo de 1917)

     Sí; en voz baja. Tan baja, tan opaca, tan honda, que más que de mis labios parezca escapada de un rizo de ola o fulgor de la luna o temblor de la noche.
     En voz muy baja voy a decirte un cuento... Era un instante de la noche en que se oía, en el silencio enorme, el latido profundo de la vida. Flotaba sobre el mar el azahar de la luna, y había en las cosas --en el mar, en la playa, en el viento-- un divino aleteo de realidad.
     Una mujer muy blanca perfila su silueta junto al agua, y entre aquella silueta y el atavío de novia de la noche, vaga un aroma suave de recuerdo y de melancolía.
     Y fue en la paz contemplativa de un catador impenitente de esencias de verdad, de bondad y de belleza, el súbito zarpazo, ante la mujer blanca, de una nueva y terrible emoción.
     ¡Oh ironías del azar!... Creía él que ya todo estaba mustio y agostado en su jardín. Creía él ya que era su corazón un vasto cementerio donde las cosas todas que amó mucho se habían dormido en el frío de la muerte. Se veía él a sí mismo, en el camino de la vida, como un viejo mendigo de andar lento y cansado que avanzaba arropado en el sudario lívido de la agonía del sol. Ya nada le quedaba de los tesoros, derrochados, de una inquieta y ardiente juventud. Nada sino el sollozo del adiós de las cosas que fueron y que no han de volver...
     ¡Oh ironías del azar!... Y he aquí que, de repente, junto al trueno del mar, y hechizada de ensueño y de luna surge ella, la pálida visión de la bella, de la blanca mujer...
     Y hay en el alma mustia del romero cansado que camina en la agonía del sol, como un deslumbramiento, como un azoramiento de deleite y pavor...
     Y mientras se percibe en el silencio augusto el ritmo de la vida, y el azahar de la noche sigue bañando el mar, yo termino mi cuento diciéndote en voz baja que ya en el jardín mustio se percibe una nueva ondulación de flor... Va todavía el mendigo vestido del sudario amarillo de un agónico sol. Va andando lentamente, melancólicamente, más ya no le acompaña la calma un poco triste, pero dulce refugio, de su renunciación, de su desolación. Ahora en su alma cansada hay una fiebre nueva. Ahora una llama roja le quema el corazón. Ahora el aroma suave de una blanca mujer, bella como un acorde del mar y de la luna, le ha trocado la vida en un ensueño extraño de deleite y pavor...




VOCABULARIO




  1.Rizo= De forma ensortijada, ondulada.

  2.Fulgor= Resplandor, brillo, luminosidad.

  3.Azahar= Flor blanca del naranjo y limonero.

  4.Atavío= Vestuario, ajuar, atuendo.

  5.Catador= Degustador, saboreador.

  6.Impenitente= Obstinado, contumaz, obcecado, empecinado.

  7.Mustio= Decaído, abatido, apagado.

  8.Agostado= Marchito, seco, decaído.

  9.Sudario lívido= Vestidura descolorida, marchita.

10.Romero= Peregrino, viajero, caminante.

11.Azoramiento= Sobresalto, turbación, aturdimiento.

12.Roja= Se dice de lo que por el efecto de una alta temperatura toma dicho color.





     

1 comentario:

  1. Solamente digo: SIEMPRE DESLUMBRANTE, MARAVILLOSA Y RESONANTE LA VOZ DE L SEÑOR DON NEMESIO...BRAVO!!! Si viviera en este siglo de frivolidades, pequeñeces y ruindades, sin dudas estremecería a las almas que todavía quedan (quiero creer) que creen en la JUSTICIA Y EN LA RECTITUD HUMANAS. GRACIAS

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